Moscú: los intercambios ilustres y los muchos presos de conciencia olvidados
La liberación trajo a la memoria el destino de Naval'nyj y provocó indignación por la equiparación de inocentes y culpables, espías y asesinos. En las mismas horas Pavel Kušnir moría en los campos tras una huelga de hambre. Las diferencias con los intercambios de los años setenta y la afirmación de Rusia como "Estado canalla". La promesa del regreso de Kara-Murza.
Moscú (AsiaNews) - El intercambio de prisioneros entre Rusia, Estados Unidos y Alemania ha suscitado una gran emoción por la liberación de los disidentes más notorios de los campos, reviviendo con nostalgia el pensamiento de que Aleksej Naval'nyj podría haber estado entre ellos. Y, al mismo tiempo, provocó una considerable indignación al equiparar a los inocentes con los culpables, a los presos políticos con los espías y asesinos, como el gran amigo de Vladimir Putin, el asesino del FSB Vadim Krasikov.
Mientras los héroes de la oposición política a la dictadura desembarcaban en Ankara (Turquía) para llegar a su destino final, otro activista antibelicista ruso moría en el campo tras una huelga de hambre, el pianista Pavel Kušnir, de 38 años. La fundadora de la asociación "Rusia entre rejas", Olga Romanova, dio la noticia, recordando que todavía hay más de 800 presos políticos en los campos rusos, cuyos nombres ciertamente no son tan famosos como los de los disidentes liberados, pero a los que se intenta no olvidar.
El enfrentamiento entre los protagonistas del intercambio hace poco festiva la noticia, que sin embargo fue saludada como un gran éxito diplomático. En los años setenta se intercambiaban disidentes por revolucionarios, políticos por políticos, no mártires por criminales. Como señalan varios comentaristas, entre ellos la politóloga Marina Litvinovič, con esta operación Rusia "se ha establecido definitivamente como un país canalla, que no se avergüenza de expulsar a gente esplénidad a cambio de monstruos".
Putin demostró que el principio fundamental de su política procede de la escuela del KGB de "no abandonar a los nuestros", y al abrazar a Krasikov dejó entrever quién podría dirigir Rusia en su lugar; ningún otro político del círculo del poder puede gozar de tanto afecto y tanta identificación. Para obtener el regreso de su "asesino de sosias", el presidente ni siquiera se preocupó de que el canje legitimara el estatus de "presos políticos" para los que habían sido encarcelados por "extremismo". Esto podría dar más esperanzas a los muchos que permanecen entre rejas, que no deben temer que se "politice" su condición.
Entre los numerosos comentarios, está muy extendida la opinión de que el presidente aceptó el intercambio para demostrar su voluntad de negociar con Occidente el fin de la guerra, o al menos de congelar el conflicto manteniendo las posiciones ganadas en los territorios ocupados. Sin embargo, los propios disidentes liberados han advertido de que "ahora no es el momento de esperar, sino de actuar", como dijo Andrej Pivovarov en la conferencia de prensa celebrada en Bonn junto con Vladimir Kara-Murza e Ilja Jašin. Se necesitan gestos concretos que "demuestren la falsedad de la imagen del mundo que vierte sobre los ciudadanos rusos la propaganda estatal, para la que Rusia es una fortaleza asediada por enemigos".
Los héroes de la oposición piden a los países occidentales que "tiendan la mano a los rusos", especialmente a los jóvenes, para invitarles a estudiar en Europa o América, "para que vean que aquí viven hombres como ellos, no los orcos de los que habla la televisión rusa". Kara-Murza asegura también que "muchos rusos están en contra de Putin, no se crean la propaganda, no confundan Rusia con el régimen de Putin". Cada uno de los dieciséis presos fue acompañado al intercambio por "su" tutor del FSB, y el tutor de Vladimir le dijo "mira tu patria, porque no la volverás a ver". Kara-Murza le respondió que "sé a ciencia cierta que volveremos a Rusia, llegará el día en que será un país europeo, libre y civilizado", y pidió a todos que "hagan todo lo posible para que ese día se acerque lo más posible". Muchas otras personas esperan ser liberadas, "no sólo los que están encarcelados en campos, y no sólo los ciudadanos rusos", concluyó Ilja Yasin.
17/06/2021 12:51
22/02/2021 16:42