03/11/2023, 14.52
VATICANO
Enviar a un amigo

La fe no es una idea que hay que comprender, sino una persona que hay que encontrar: Cristo

En la Basílica de San Pedro, Francisco celebró una misa por el Papa emérito y los cardenales y obispos fallecidos este año. Recordó que al Papa Ratzinger le gustaba definirse como un "humilde trabajador de la viña del Señor", para "servir, no para ser servido". Dos palabras clave, "compasión y humildad". Los huérfanos, las viudas y los forasteros son los más "solos y abandonados" y, por lo tanto, "los más queridos" por el Señor.

 

Ciudad del Vaticano (AsiaNews) - En su primera encíclica Deus Caritas Est, Benedicto XVI dijo que "el programa de Jesús es 'un corazón que ve'. Cuántas veces nos ha recordado que la fe no es en primer lugar una idea que debamos entender o una moral que debamos asumir, sino una Persona que debemos encontrar, Jesucristo. Su corazón late con fuerza por nosotros, su mirada se apiada de nuestros sufrimientos". En la homilía de la misa que celebró esta mañana en la Basílica de San Pedro, en memoria de los cardenales y obispos fallecidos durante el año, el Papa Francisco recordó también a su predecesor, el pontífice emérito Joseph Ratzinger, fallecido el 31 de diciembre del año pasado. El Papa retomó luego las "palabras iniciales" de Benedicto XVI, en las que se definió a sí mismo como un "humilde trabajador de la viña del Señor". "Sí, el cristiano, sobre todo el Papa, los cardenales, los obispos - dijo Francisco - están llamados a ser humildes trabajadores: a servir, no a ser servidos; a pensar, antes que en sus propios beneficios, en los de la viña del Señor. ¡Y qué hermoso es renunciar a sí mismos por la Iglesia de Jesús!".

La misa conmemorativa también se ofreció por los cardenales y prelados fallecidos durante el último año. Por el continente asiático se recordó al Card. Telesphore Placidus Toppo, arzobispo emérito de Ranchi (India), y del Asia-Pacífico, al card. George Pell, prefecto emérito de la secretaría de Economía que sufrió acusaciones difamatorias y fue encarcelado, para luego ser absuelto de todos los cargos. Entre los obispos y arzobispos se encuentran los prelados chinos: mons. Joseph Gao Hong-Xiao de la diócesis de Kaifeng, Mons. Joseph Ti-Kang emérito de Taipei (Taiwán), mons. Joseph Huo Cheng obispo de Fenyang y mons. Peter Lin Jia-Shan, arzobispo de Fuzhou. También el iraquí mons. Rabban al-Qas emérito de Duhok y Mons. Ignatius Paul Pinto, emérito de Bangalore, India.

En la homilía de la misa Francisco se centró en dos palabras clave: compasión y humildad, que asoció a tres figuras, que son "las más solas y abandonadas": la viuda, el huérfano y el extranjero. Pero al mismo tiempo son también "las personas más cercanas y queridas por el Señor". El Evangelio recuerda que Jesús se encontró con una procesión que iba en dirección contraria, una madre viuda que enterraba al único hijo, y que "el Señor se conmovió por ella". Nuestro Dios, subraya el Papa, "resplandece cuando toca nuestras miserias, porque su corazón es compasivo. La resurrección de ese hijo, el don de la vida - continuó - que vence a la muerte, brota precisamente de aquí: de la compasión del Señor, que se conmueve ante nuestro mal extremo, la muerte". "La compasión de Jesús tiene una característica, es concreta. Él, dice el Evangelio, «se acercó y tocó el féretro». Tocar el féretro de un muerto era inútil - reflexionó el pontífice -; en aquel tiempo, además, se consideraba un gesto impuro, que contaminaba a quien lo hacía. Pero Jesús no repara en esto, su compasión elimina las distancias y lo lleva a hacerse cercano".

Mirando las figuras de la viuda, del huérfano y del forastero, Francisco señaló que todos "obtenemos una enseñanza importante, que condenso en la segunda palabra de hoy: la humildad. El huérfano y la viuda - afirma el pontífice - son, en efecto, los humildes por excelencia, aquellos que, depositando toda su esperanza en el Señor y no en sí mismos, han situado el centro de la vida en Dios. No ponen su confianza en sus propias fuerzas, sino en Él, que se hace cargo de ellos”. En la misa por los cardenales y obispos fallecidos, el pontífice recordó el valor de la humildad, de la necesidad de Dios, de la confianza en Él que se manifiesta en los "humildes". "Y son estos pobres de espíritu los que nos muestran la pequeñez que al Señor agrada, el camino que conduce al Cielo. Dios busca personas humildes, que esperan en Él, no en sí mismos y en sus propios planes. Hermanos y hermanas, esta es la humildad cristiana. No es una virtud entre otras, sino la actitud fundamental de nuestra vida: considerarnos necesitados de Dios y dejarle lugar, poniendo en Él toda nuestra confianza". Al concluir la homilía, el pontífice recordó la oración de san Francisco de Asís, quien, dirigiéndose a Dios, le dice "Tú eres humildad" e invitó a pedir "una mirada compasiva y un corazón humilde".

(Foto Vatican Media)

TAGs
Enviar a un amigo
Vista para imprimir
CLOSE X
Ver también
Papa a las víctimas del terremoto: “Apenas sea posible también yo espero ir a visitarlos”
28/08/2016 13:40
Papa: incluso ante la muerte, el cristiano sigue siendo un “hombre de esperanza”
03/11/2017 12:53
​Papa: ante el enigma de la muerte, incluso el creyente debe convertirse
05/11/2020 12:38
Papa: a los nuevos cardenales, que sea testigos de caridad, de perdonar, de dar confianza
14/02/2015
Papa: A la luz del Misterio pascual de Cristo, la muerte es, en realidad, el ingreso en la plenitud de la vida
04/11/2016 13:18


Newsletter

Suscríbase a la newsletter de Asia News o cambie sus preferencias

Regístrese
“L’Asia: ecco il nostro comune compito per il terzo millennio!” - Giovanni Paolo II, da “Alzatevi, andiamo”