Óblast de San Petersburgo: peligran los pequeños pueblos del norte
Vepsy, Ižory y Vožani podrían perder sus tierras. Sufrieron la represión durante la época de Stalin y tienen similitudes con los pueblos bálticos y finlandeses. Con la guerra en Ucrania, vuelven a estar en el punto de mira de las autoridades. Se los acusa de separatismo, extremismo y de ser "agentes extranjeros".
San Petersburgo (AsiaNews) - Tras el periodo de represión estalinista, los pequeños pueblos del norte de Rusia mantuvieron su lengua y sus tradiciones, pero ahora corren el riesgo de perder todas sus tierras.
En el óblast de Leningrado (Leningradskaya Oblast), en la región de San Petersburgo, existen oficialmente tres pequeñas comunidades: Vepsy, Ižory y Vožani. Desde hace siglos, ocupan las zonas próximas a las orillas del Golfo de Finlandia, sobre todo los vožani, los más amenazados, concentrados ahora en la pequeña ciudad de Lužitsy.
Actualmente, el antiguo centro está rodeado por el puerto de Ust-Luga y los edificios de procesamiento y transporte de gas del complejo Ruskhimaljans, y los lugareños luchan para evitar su desaparición definitiva.
En Lužitsy hay unos 100 edificios, diseminados a lo largo de un par de kilómetros de la carretera estatal de Narva. Por más de 500 años, este poblado ha sido el centro de la tierra de "Vodskaja" (del agua). Allí viven poco más de cien vozanianos, que también están presentes en el pueblo vecino de Krakolje. Hoy, casi todos son ancianos; algunos viven en otros asentamientos de la provincia, en la ciudad de San Petersburgo y en la vecina Estonia.
Viven en humildes viviendas que suelen pasar meses enterradas en la nieve y muchas veces lucen abandonadas. Con las obras portuarias de la década de 2000, parecía inevitable su demolición. Con enormes esfuerzos, la gente de Vozani logró defender sus casas, a pesar de estar atrapados por el puerto, aislados en su antiguo bosque y casi sin comunicación con el mundo exterior. Incluso se ha abierto un museo de la cultura vožani en el pueblo, llamado el "Centro de la Fortaleza" de estos antiguos herederos de los primeros encuentros entre escandinavos y eslavos.
Se dice que la gente de Vozani tiene el cabello más claro del mundo. Este pueblo se asentó en el golfo de Finlandia en los primeros siglos de la era cristiana. Las crónicas eslavas hablan de ellos en 1069, cuando los conquistaron los ejércitos de Nóvgorod, (una ciudad de la Rus', más antigua que la propia Kiev). Es difícil distinguirlos de los demás pueblos báltico-finlandeses de la región, pero aún conservan canciones ancestrales de sus hijas de "cabellos dorados y ojos celestes".
Durante el periodo soviético, sufrieron la dura represión de las autoridades y fueron deportados -junto con los ižory y los ingermanlandtsy- a los territorios de Finlandia y Carelia. No les permitieron retornar a sus pueblos natales, y solo algunos lograron regresar tras el colapso de la Unión Soviética. Hoy, muchos de ellos sueñan con reconstituir la etnia de antaño.
Preservar la lengua y la cultura de estos pueblos es algo que preocupa a varios especialistas estonios de la gloriosa Universidad de Tartu. Uno de ellos es el lingüista y etnógrafo Paul Ariste, que publicó numerosas investigaciones sobre el tema durante los años soviéticos. Actualmente, en Tartu, también se imparte un curso de la lengua vodica, emparentada con el estonio, y a la que lugareños denominan maaväci, la "lengua de la tierra".
Como consecuencia de la guerra en Ucrania, ha crecido la hostilidad de las autoridades rusas contra estos pueblos. Quizás, por temor a una consonancia con los ucranianos, sostiene una mujer de Lužniki, Ekaterina Kuznetsova: "Los rusos piensan que todos los pueblos que los rodean son enemigos, sobre todo en estas zonas del Báltico, escenario de tantas guerras".
En las fiestas locales se exhiben tradicionalmente banderas de Vožani y de otros pueblos locales, que ahora están estrictamente prohibidas. Se los acusa de "separatismo y extremismo", e incluso de ser "agentes extranjeros" pagados por los estonios u otros enemigos occidentales y septentrionales.
Tienen prohibido pronunciar palabras en su antigua lengua, o llevar trajes folclóricos fuera de los museos. La etnia Vožania, al igual que las etnias similares Vepsy e Ižory, no es sujeto de reconocimiento jurídico y protección. Pero los dramáticos acontecimientos de este año de guerra están despertando la memoria de los hombres y pueblos del norte, sepultados por la nieve y la historia. Ahora, están nuevamente en busca de su propia tierra, lejos de los horrores y la muerte.
06/10/2022 10:55
04/07/2017 16:24
21/02/2017 12:54
08/09/2021 10:33