Yunnan: la 'sinicización' de una mezquita causa enfrentamientos entre la policía y los hui

de John Ai

En el condado de Tonghai, dura represión de las protestas por un plan de renovación que quiere imponer la reconstrucción de la cúpula "al estilo chino". A través de los símbolos, las autoridades endurecen su control y censura sobre las religiones. Cortaron las comunicaciones y censuraron en Weibo la búsqueda "Mezquita de Najiaying". Eliminaron las palabras árabes de los letreros de las tiendas musulmanas.

Beijing (AsiaNews) - La comunidad musulmana de una ciudad del suroeste de China ha protagonizado fuertes enfrentamientos con las fuerzas del orden durante todo el fin de semana, en un intento de impedir que demolieran la cúpula de estilo árabe de una mezquita como ordenaron las autoridades. Según el proyecto impulsado por la administración local, la nueva bóveda se construirá al "estilo chino", lo cual desató la ira de los fieles islámicos. Agentes de policía, provistos de equipo antidisturbios, rodearon el lugar de culto, obstaculizados por musulmanes (aquí el vídeo) que trataron de impedírselo. Fuentes locales informan de que el plan de renovación y remodelación de la mezquita forma parte de un plan más amplio de "sinicización" -que también afecta a los cristianos- con el fin de reforzar el control religioso.

Los enfrentamientos tuvieron lugar frente a la mezquita de Najiaying (纳家营清真寺), en la ciudad de Nagu, en el condado de Tonghai, provincia de Yunnan (云南省通海县纳古镇), una zona donde la etnia musulmana hui es mayoritaria en comparación con el resto del país. El 27 de mayo, los fieles islámicos se congregaron frente al lugar de culto para intentar oponerse a las autoridades que habían ordenado la demolición de la cúpula. Los lugareños promovieron sentadas frente la mezquita día y noche, en un intento de protegerla. Los videos que circularon por Internet mostraban a agentes con equipos antidisturbios utilizando escudos para bloquear el acceso de los manifestantes, mientras éstos empezaban a lanzar adoquines y piedras a la policía. Algunos manifestantes rompieron el bloqueo y derribaron los andamios que se habían instalado previamente para permitir los trabajos de demolición de la fachada.

El 28 de mayo llegaron más agentes a las inmediaciones de la mezquita, mientras que en las redes se difundían nuevas imágenes que mostraban decenas de vehículos policiales apostados alrededor del edificio.

La mezquita de Najiaying data del siglo XIII y era un lugar de culto musulmán inspirado en un templo de estilo chino. El edificio actual es el resultado de una renovación de 2004, en la que se construyeron una cúpula de estilo árabe y cuatro torres, y tiene capacidad para albergar hasta 3.000 personas para la oración. En la actualidad, la mezquita es un importante lugar de culto para la comunidad musulmana local, no sólo para los fieles sino también para las mismas autoridades, que querían restaurarla a su antiguo estilo chino como parte de un proyecto más amplio de "sinicización" de los lugares de culto y las religiones. Según el Washington Post, el conflicto podría tener su origen en una sentencia judicial de 2020 que había declarado ilegal parte de la estructura del edificio.

Las autoridades locales están exhortando a los manifestantes a entregarse a la policía antes del 6 de junio para beneficiarse de un castigo más leve. Las llamadas telefónicas a la ciudad quedaron sin respuesta, puesto que la policía habría enviado vehículos con dispositivos a bordo para interrumpir las comunicaciones por telefonía móvil, que en su mayoría quedaron cortadas o interrumpidas. Mientras tanto, los vídeos y la información sobre los motivos de la protesta también están censurados en las redes sociales chinas. La búsqueda de "Mezquita de Najiaying" en Weibo, un servicio chino similar a Twitter, no ofrece ningún resultado.

Las autoridades chinas abogan por el concepto de "sinicización" para reforzar el control sobre el culto. A los grupos religiosos se les ordena predicar la ideología del Partido Comunista Chino, incluido el pensamiento de Xi Jinping, y reinterpretar los "valores socialistas básicos" como parte de las doctrinas y la ética de las religiones. En los últimos años, Beijing impuso mayores restricciones en Xinjiang y se calcula que un millón de chinos de etnia musulmana -incluidos uigures y kazajos- están encarcelados en campos de reeducación. Las autoridades han negado la existencia de los campos, alegando que lo que se denominan centros de reclusión son en realidad escuelas de formación profesional y de lucha contra el extremismo (islámico).

Los esfuerzos de las autoridades por sinicizar a otros grupos musulmanes se extendieron en silencio fuera de Xinjiang. En el pasado, el grupo étnico Hui, que habla chino, era más tolerado, pero desde 2019 también han sido objeto de un mayor control. El Gobierno eliminó cúpulas y símbolos como la media luna, convirtiendo al estilo chino edificios en Yunnan, Ningxia y Qinghai, donde hay una gran población musulmana. Por último, en todo el país también se eliminaron los símbolos islámicos y las palabras árabes de los letreros de las tiendas musulmanas.