Yemen, vicario de Arabia: los cristianos, semilla de esperanza entre destellos de paz
El obispo Martinelli confía en que se "retome la vida normal" en una nación golpeada por años de guerra. La situación está "mejorando", aunque sigue siendo "delicada". El recuerdo del Papa Francisco a las monjas asesinadas en Adén, "un signo de gran afecto y cercanía". Su martirio, una fuente de "reconciliación" para el futuro. La presencia de las religiosas de la Madre Teresa hoy.
Milán (AsiaNews) - Las palabras del Papa Francisco sobre las hermanas asesinadas en Yemen fue "un signo de gran afecto y cercanía" a los cristianos y a toda la población, además de representar una nueva "atención" a una nación atormentada "por la guerra". Así lo destacó en una entrevista con AsiaNews monseñor Paolo Martinelli, vicario apostólico de Arabia Meridional (Emiratos Árabes Unidos, Omán y Yemen), en Chipre para participar en el simposio promovido por el Dicasterio para las Iglesias Orientales del 20 al 23 de abril, comentando las palabras del pontífice en la última audiencia. Para el prelado, es "significativo" que las haya llamado "por su nombre" en el contexto de una "catequesis sobre el significado cristiano del martirio", porque ayuda a captar plenamente "el sacrificio" convirtiéndolo en fuente de "esperanza, reconciliación y paz para el futuro". Una advertencia importante en momento que podría resultar decisivo para el futuro, luego de que se reanudaran las relaciones entre Riad y Teherán y de las negociaciones en curso entre los sauditas y los rebeldes hutíes, con el relativo intercambio de prisioneros. "Todos esperamos que se pueda lograr la paz" para facilitar la entrega de "ayuda humanitaria", dijo monseñor Martinelli, y añadió que, por los testimonios que él mismo ha recogido, la situación "está mejorando, aunque sigue siendo delicada".
A continuación, reproducimos la entrevista con el Vicario de Arabia:
El restablecimiento de las relaciones entre Riad y Teherán parece poder desbloquear también la cuestión de Yemen. ¿Hay perspectivas de paz, o al menos de una tregua duradera?
[En el frente diplomático] También he leído estos informes en los periódicos. Todos esperamos que se pueda alcanzar la paz y que llegue pronto toda la ayuda humanitaria necesaria para reanudar la vida normal. Por las noticias directas que recibo, tengo la confirmación de que concretamente la situación está mejorando, aunque sigue siendo delicada.
¿Qué noticias le llegan del país, especialmente desde el punto de vista humanitario?
Todavía hay pocas noticias. Lo que sí sabemos es que hasta ahora algunas ONG han podido actuar en medio de tantos peligros. Cáritas también está presente en la zona con algunos proyectos.
¿Cómo están viviendo los cristianos de Yemen esta nueva etapa?
Como se sabe, los cristianos han disminuido mucho en estos ocho años de guerra. Muchos tuvieron que abandonar Yemen porque ya no tenían trabajo y era peligroso que se quedaran. Unos pocos se quedaron. Los cristianos autóctonos en general se quedaron, aunque no nos es posible dar cifras precisas. En cualquier caso, todavía no hablaría de su "retorno" en sentido estricto, sino del inicio de un nuevo proceso, y miramos al futuro con esperanza.
¿Qué valor tiene que el Papa Francisco haya recordado la labor de las Misioneras de la Caridad y su sacrificio de fe en Yemen?
Es una muestra de gran afecto y cercanía a los cristianos y a toda la población de Yemen. Después de todo, el Papa Francisco en repetidas ocasiones ya había mostrado su atención a este pueblo largamente atormentado por la guerra. Pero esta vez fue muy significativo que el pontífice llamara a estas hermanas por su nombre en el contexto de una catequesis sobre el significado cristiano del martirio como testimonio supremo de amor. Además, este recuerdo ayuda a comprender el sacrificio de aquellas hermanas como un signo de esperanza, de reconciliación y de paz para el futuro.
Usted mismo, poco después de su nombramiento, había recordado su valor en la fidelidad a la misión. Un año después, ¿siguen siendo fuente de inspiración y testimonio?
Ciertamente. Como nos recordó el Papa, no se mata en nombre de Dios, pero por Dios se puede dar la vida. Y estas monjas dieron su vida. El don que hicieron de sus vidas es un punto de referencia fundamental para todos. Nos recuerdan que todos estamos llamados a dar testimonio de Cristo y de su amor.
¿Qué representan las religiosas en una perspectiva misionera? ¿Y qué tan vivo está hoy su recuerdo en Adén y entre los cristianos del Vicariato?
Para mí, el testimonio de las Hermanas Misioneras de la Caridad es fundamental. Ellas muestran bien lo que significa ser misioneros, evitando toda forma de proselitismo, promoviendo las obras de caridad y la cercanía concreta a la gente. En nuestro vicariato celebramos todos los años en las misas a las hermanas asesinadas en Yemen y su recuerdo está vivo en todos los fieles.
Todavía hoy hay religiosas en Yemen. ¿Cómo continúa su labor?
Hoy tenemos dos comunidades de Hermanas Misioneras de la Madre Teresa de Calcuta y siguen realizando el mismo servicio de caridad, acogiendo a enfermos y ancianos y sirviéndoles con amor y dedicación. El hecho de que hayan permanecido a pesar de lo sucedido en 2016 es una gran muestra de amor fiel a su misión. Nos hablamos a menudo. La última vez que lo hicimos fue el Lunes del Ángel, y con ellas estaba el sacerdote que sirve en la comunidad: tuvimos una larga conversación y rezamos juntos.
17/12/2016 13:14