Yakarta: una protesta callejera bloquea la ley 'ad personam' para el clan Widodo
Manifestaciones en varias ciudades del país a pocos días de la visita del Papa Francisco. Un intento de reformar las elecciones regionales para permitir al hijo del presidente, de 29 años, presentarse a gobernador del estado de Java Central y bloquear la candidatura a la reelección del gobernador saliente de la capital está en el punto de mira. Tensiones en torno al Parlamento, convertido en «campo de batalla» durante unas horas.
Yakarta (AsiaNews) - A pocos días del viaje apostólico del Papa Francisco a la región Asia-Pacífico, con escala en Indonesia (la nación musulmana más poblada del mundo), Yakarta fue ayer escenario de violentas protestas contra las «políticas nepotistas» y la concepción «familista» del poder del presidente saliente Joko «Jokowi» Widodo. Hubo numerosas manifestaciones en varias ciudades, siendo la más imponente y concurrida la que recorrió las calles de la capital, registrando enfrentamientos y momentos de tensión: en el punto de mira estaba un polémico proyecto de reforma electoral que reforzaría la influencia del actual Jefe del Estado y de su aliado y sucesor, Prabowo Subianto, que asumirá el cargo en octubre.
El proyecto de reforma pretende eliminar la norma que prohíbe a los menores de 30 años presentarse a las elecciones regionales, cuya legitimidad ha sido reafirmada y confirmada en los últimos días por una sentencia del Tribunal Constitucional. Si se aprueba por votación parlamentaria, la enmienda permitiría a uno de los hijos de Widodo, Kaesang Pangarep, presentarse a gobernador del estado de Java Central en las elecciones de noviembre. En realidad tiene 29 años y una candidatura actual, con el límite mínimo de edad fijado en 30 años, sería ilegítima. Otro artículo del cuestionado proyecto de ley también imposibilitaría de hecho al gobernador saliente de Yakarta, Anies Baswedan, que tras la «gran alianza» entre Joko Widodo y su antiguo antagonista Prabowo Subianto se ha mantenido como la mayor figura de la oposición del país.
La reforma de una ley «ad personam» no sería un elemento nuevo: ya durante las últimas elecciones presidenciales, de hecho, la Asamblea había aprobado una norma que permitía al hijo mayor de Widodo, Gibran Rakabuming Raka, presentarse -ganando- al cargo de vicepresidente, asegurando una sucesión de carácter cuasi dinástico en la cúpula del país. De ahí el descontento creciente y generalizado de amplios sectores de la sociedad, especialmente entre académicos y estudiantes universitarios, que luego desembocó en masivas manifestaciones callejeras.
La opinión pública ha acusado repetidamente a Jokowi de promover a sus dos hijos (Gibran y Kaesang) y a su yerno Bobby Nasution para que se presenten como candidatos al poder en la Pilkada de noviembre. El Comité Electoral Indonesio (Kpu o Komisi Pemilihan Umum) se había mostrado partidario de cambiar la ley para permitir al hijo del presidente presentarse a gobernador. Le pisó los talones la intervención del Tribunal Constitucional, que revocó las disposiciones dictadas por el Kpu, bloqueando la candidatura de Kaesang. Por último, la intervención del Parlamento (Dpr Ri) en ayuda del «clan presidencial», que desencadenó protestas y provocó manifestaciones masivas en el país.
Ante la creciente ola de descontento, de la noche a la mañana llegó la noticia de que tanto el Parlamento como el Gobierno de Widodo se comprometen a seguir las directrices del Tribunal Constitucional y no quieren forzar la situación. «Nos comprometemos a seguir la nueva normativa tal y como establecieron» los jueces el 20 de agosto, declaró ayer por la tarde el jefe de comunicación del Palacio Presidencial, Hasan Nasbi. Y, al mismo tiempo, «Dri Ri ha suspendido las maniobras para revisar la sentencia del Tribunal Constitucional», al igual que «el plan para revisar el reglamento de la KPU está suspendido», añadió Sufmi Dasco Ahmad.
Un intento de distensión promovido por los dirigentes, a pocos días de la histórica visita del Papa Francisco, esperada con impaciencia no sólo por los católicos, sino por amplios sectores de la política local y de la sociedad civil, incluidos los musulmanes. En el centro del enfrentamiento están las próximas elecciones regionales en el archipiélago, conocidas como «Pilkada» (pemilu kepala daerah), que se celebrarán el 27 de noviembre en 37 provincias para elegir a los jefes de 508 regencias o ciudades (alcaldes o gobernadores). Funciones que gozan de amplios poderes a nivel territorial y, por ello, son codiciadas por líderes políticos, partidos y administradores locales.
El intento de forzar la mano de «Jokowi» ha creado un fuerte descontento, alimentando una revuelta popular y un sentimiento de fuerte oposición al actual liderazgo, con memes y publicaciones críticas en las redes sociales. Los grupos activistas no ocultan el peligro de una «emergencia constitucional» y por ello han promovido manifestaciones masivas en muchas partes. También se registró una violenta protesta en la Cámara de Diputados, después de que los estudiantes derribaran las verjas de protección e irrumpieran en el edificio, convirtiendo las instituciones en un «campo de batalla» prodemocrático. A este respecto, varios estudiosos y académicos han declarado públicamente que «Indonesia está al borde del abuso de poder, debido a un flagrante desprecio por la ley».
13/02/2017 21:19