Yakarta, Covid-19: los repartidores a domicilio ayudan a la población en cuarentena

de Mathias Hariyadi

Con más de 50.000 nuevos casos diarios, cada vez más indonesios se ven obligados a auto-aislarse. Para obtener víveres y otros artículos de primera necesidad, dependen de las entregas a domicilio. Los repartidores temen contagiarse de la variante Delta, pero necesitan trabajar.

Yakarta (AsiaNews) - Los repartidores se han convertido en una categoría esencial en Indonesia, aunque su trabajo implique el riesgo de contagiarse de coronavirus. Ayer se registraron 54.517 nuevos casos de Covid-19 y 991 muertes. En las unidades de cuidados intensivos ya no quedan camas, el acceso a los hospitales es limitado y conseguir oxígeno es prácticamente imposible. La única solución es el auto-aislamiento. Como consecuencia, la mayoría de los indonesios dependen de los repartidores a domicilio para hacerse de víveres y otros artículos de primera necesidad.

Goro Hendratmoko es un ex seminarista y ahora trabaja como repartidor a domicilio en Yogyakarta. Hace sus entregas con sentimientos encontrados: se siente feliz de poder ayudar a las familias necesitadas, pero también tiene miedo de contagiarse. "Me siento dividido: por un lado, necesito sostener económicamente a mi familia y por otro, me preocupa el riesgo de contagiarme de la variante Delta", declaró a AsiaNews. "Sin embargo, aprecio cuando la gente me expresa su agradecimiento", admite Goro, "ya sea con palabras, cuando hago las entregas, o dejándome una reseña en Internet. Esto me llena el corazón de alegría".

Ser un "hombre para los demás", esta es una lección que Goro aprendió en su época de preparación para el sacerdocio. Ahora él está casado y tiene dos hijos: "Aunque tengo mucho miedo de infectarme y no sé cuánto tiempo puede protegerme mi sistema inmunitario, me siento llamado a ayudar a los demás en estos momentos difíciles".

Lo mismo le sucede a Ponudin, un repartidor a domicilio de Tangerang, en la provincia de Banten. Su familia depende de él para responder a los pedidos de los clientes que llegan a través de las plataformas online. Él se ocupa de las entregas. A veces los familiares y amigos también se ponen en contacto con él directamente, para pedirle que lleve paquetes más o menos grandes de una parte a otra de la ciudad, porque no pueden salir. En diálogo con AsiaNews, ante la pregunta de si él también tiene miedo de contagiarse de la variante Delta, responde: "Absolutamente. Pero no puedo dejar este trabajo porque necesito el dinero para cubrir las necesidades de mi familia".

Tina también es de Tangerang, y ha experimentado en primera persona los beneficios de estos servicios de entrega. Tras la muerte de su marido a causa del Covid-19, ella y sus tres hijos también contrajeron el virus. En ese período, gracias a unos amigos católicos, llegaban a su casa comidas y bebidas, "donaciones inesperadas", explica. Y todo ello fue posible gracias a los repartidores a domicilio, que están a disposición para realizar las entregas.