Volcán Mayon, 14.000 evacuados. Según los expertos, podría durar meses

de Stefano Vecchia

Crece la alarma por la erupción volcánica en la costa sureste de Luzón. La lava cae lenta pero constantemente: no supone una amenaza inmediata, pero los vapores tóxicos y las rocas que caen ponen en peligro a los residentes. La diócesis de Legazpi se está movilizando para ayudar.

Manila (AsiaNews) - En Filipinas, la actividad eruptiva del volcán Mayon se intensifica y la población evacuada deberá prepararse para una estancia prolongada en los refugios, tal vez incluso de varios meses, según informan los expertos. El volcán, situado en la costa sureste de la isla de Luzón, en la provincia de Albay, cerca de la ciudad de Legazpi, es conocido por su actividad, a menudo intensa.

La lava que desciende lenta pero constantemente desde la semana pasada por el cono de 2.462 metros de altura no supone una amenaza inmediata, pero los vapores tóxicos y las rocas que caen están poniendo en peligro a los residentes. Hasta el momento, 14.000 personas fueron evacuadas en un radio de seis kilómetros alrededor de la montaña y están alojadas en escuelas y centros de emergencia. Las autoridades ya han dispuesto que se evacue una zona más amplia si así lo exige el desarrollo de la situación. Al mismo tiempo, sin embargo, un gran número de curiosos abarrotan los centros de observación a pesar de que las autoridades lo prohibieron.

Aunque los servicios de alerta y evacuación están ya bien establecidos en este país que con frecuencia se ve afectado por las fuerzas de la naturaleza y que desde hace tiempo ha aprendido a anticiparse en lo posible a ellas para evitar daños sobre todo a las personas, podrían no ser suficientes los limitados recursos disponibles para garantizar alimentos, agua potable y otros productos de primera necesidad.

Por esta razón, la diócesis de Legazpi, que ya ha activado sus propios equipos entrenados para la emergencia, lanzó una campaña de recaudación de ayuda y fondos a través de su Centro de Acción Social con la colaboración de las parroquias locales.

El volcán Mayón es uno de los 24 volcanes activos de Filipinas. En los últimos cuatro siglos ha registrado alrededor de 50 grandes erupciones, la más destructiva en 1814, que causó 1.200 muertos. El cono perfecto constituye la principal atracción turística de la zona, predominantemente agrícola, pero su inestabilidad sigue haciendo precaria la subsistencia de los habitantes de las laderas más bajas y a veces, como en este caso, incluso amenaza a una zona que incluye núcleos habitados más distantes con emisiones de cenizas y gases tóxicos.

La erupción más devastadora y con efectos más persistentes en el archipiélago filipino, la más grave del mundo en el último siglo, fue la del Pinatubo, justo al norte de Manila, cerca de la ciudad de Ángeles, el 15 de julio de 1991. La erupción final del domo volcánico, anticipada durante meses por los fenómenos telúricos y la emisión de enormes columnas de vapor y ceniza, levantó una nube de 40 kilómetros de altura, que en las horas siguientes depositó un manto de ceniza de hasta 200 metros de altura sobre una superficie de miles de kilómetros cuadrados, que, junto con la masa de ceniza y lodo que descendió de las laderas bajo lluvias torrenciales, se solidificó, cubriendo campos y aldeas. Todo el aspecto de la región cambió y si la evacuación desplazó a 250.000 habitantes, algunos de los cuales nunca regresaron, al menos dos millones de filipinos sufrieron las consecuencias del suceso. Las repercusiones sobre el clima mundial fueron importantes durante años. El número de muertos llegó a los 847, en su mayoría sepultados por el derrumbe de tejados que habían cedido bajo el peso de la ceniza mezclada con agua.