Terremoto: Ankara corre el riesgo de perder hasta un 1% de su PBI

Para los expertos del Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo se trata de una "estimación razonable". También se revisaron las perspectivas de crecimiento. Autoridades sanitarias en alerta ante posibles epidemias relacionadas con la falta o la contaminación del agua. Las autoridades prosiguen la represión en Internet con detenciones, censura y cierre de sitios web críticos con la situación post-terremoto y la resistencia de los edificios.

Estambul (AsiaNews) - El devastador terremoto del 6 de febrero podría tener graves repercusiones en la economía turca, que ya atraviesa una situación difícil combinada con una elevada inflación, lo que podría provocar pérdidas de hasta el 1% del prducto bruto interno en 2023. En un informe publicado hoy, el Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo (BERD) da cuenta de los costos, no sólo en vidas humanas, de la peor catástrofe natural de la historia moderna del país. Los expertos del instituto añadieron que se trata de una "estimación razonable" si se compara con el aumento previsto de los esfuerzos de reconstrucción, que compensarán el impacto negativo en las infraestructuras y las cadenas de suministro.

"El terremoto", explica a Reuters Beata Javorcik, economista jefe del BERD, "afectó en gran medida a las zonas agrícolas y a las áreas en las que existe una manufactura ligera, por lo que el contagio a otros sectores es limitado. Sin embargo, quedan millones de desplazados que necesitan ayuda humanitaria en Turquía y en la vecina Siria, además de los más de 41.000 muertos, así como una gran parte de los supervivientes que se quedaron sin hogar en pleno invierno y con temperaturas bajísimas en la zona.

También se revisaron las perspectivas de crecimiento para Ankara en 2023, que pasaron del 3,5% a un más moderado 3%, sin tener en cuenta -por el momento- el impacto del terremoto en las estimaciones. El banco añadió que las crecientes necesidades de financiación exterior y la incertidumbre política interna asociada a las elecciones del 14 de mayo de 2023 -ahora en duda, con polémica entre oficialistas y opositores sobre su aplazamiento- crean importantes vulnerabilidades económicas. "Como la depreciación de la lira turca desde 2015 supera la inflación, las exportaciones han crecido rápidamente beneficiándose de los bajos costos."

Mientras tanto, las autoridades sanitarias turcas dan la voz de alarma por los daños que sufrieron las instalaciones sanitarias y el riesgo de epidemias debido a la falta de agua o a su contaminación. En la ciudad de Kahramanmaras, una de las más afectadas por el sismo, un médico de una clínica -la única activa y que recibe hasta 10.000 pacientes al día- está dispensando vacunas gratuitas contra el tétanos a quienes lo solicitan, además de distribuir kits de higiene, ya que no es posible lavarse de la forma tradicional ni ducharse. La alerta sanitaria también es compartida por los expertos de la Organización Mundial de la Salud que, por boca del representante de la OMS en Turquía, Batyr Berdyklychev, pidieron mantener la alerta máxima. Según afirma, existe un "mayor riesgo de enfermedades transmitidas por el agua y de brotes de enfermedades transmisibles", así como de gripe estacional y Covid entre los desplazados.

En el frente de la seguridad, por último, la policía sigue persiguiendo y deteniendo a quienes -según la versión oficial de las autoridades- crean pánico y miedo entre la población compartiendo "mensajes de carácter provocador" sobre el terremoto. La última estimación habla de al menos 78 detenciones y de un creciente control de la red por parte de Ankara, que pretende bloquear cualquier forma de crítica que pueda minar la imagen -y el consenso electoral- del presidente Recep Tayyip Erdogan.

La Dirección General de Seguridad informó de que había identificado a 613 personas acusadas de publicar mensajes provocadores y que había iniciado procedimientos judiciales contra 293 de ellas. Además, se cerraron 46 sitios web por promover estafas y suplantación de identidad, con el objetivo de desviar dinero destinado a las víctimas del terremoto, y 15 páginas sociales que se hacían pasar por instituciones oficiales.

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