Sri Lanka, trenes viejos y señalética obsoleta. El sistema ferroviario en crisis
Los vagones abarrotados y los retrasos están a la orden del día. La infraestructura del país no es adecuada para soportar el tráfico ferroviario moderno. El 72 por ciento de las locomotoras tienen más de 40 años: preocupaciones por la seguridad y la eficiencia. Los nuevos vagones chinos, que costaron 22 millones de dólares, no se pueden usar. Expertos: “Medidas urgentes para evitar consecuencias en la economía y los trabajadores que se desplazan diariamente”.
Colombo (AsiaNews) – El sistema ferroviario de Sri Lanka, que se extiende por unos 1.500 kilómetros, se encuentra en condiciones alarmantes. Los trenes abarrotados y los retrasos excesivos están a la orden del día. Según altos funcionarios del Departamento de Ferrocarriles, sumado a la señalética obsoleta que obstaculiza el tráfico ferroviario moderno, el 72 por ciento de las locomotoras tienen más de 40 años, lo que plantea serias preocupaciones sobre la seguridad y la eficiencia del servicio. Además, los vagones que se compraron a China entre 2007 y 2024, con una enorme inversión (más de 22 millones de dólares) no se pueden utilizar porque no son compatibles con los ferrocarriles de Sri Lanka.
Los especialistas plantean la necesidad de inversiones inmediatas para la compra de nuevas locomotoras, la mejora de los sistemas de señalética y la adecuación de las vías para evitar los ya frecuentes retrasos y fallos operativos. Es necesario desmantelar un sistema que permite el uso de locomotoras más allá de su vida útil y con una tecnología obsoleta. Mientras tanto, los nuevos vagones chinos - cerca de un centenar - están estancados en depósitos y talleres debido a problemas con los frenos. Los maquinistas afirman que el sistema de frenos de disco no es compatible con las vías del país y se han negado a ponerlos en circulación.
Junto con la tecnología obsoleta, los funcionarios del ferrocarril señalan otro problema crítico. “Durante las horas pico, la capacidad de transporte ferroviario es sumamente inferior a la demanda, lo que provoca graves congestiones y retrasos para miles de trabajadores que se desplazan diariamente”. En esta situación, se plantean serias dudas sobre la capacidad del país para gestionar sus necesidades de transporte, dado que la demanda de servicios ferroviarios crece todos los años. “Resulta preocupante el futuro del sistema ferroviario de Sri Lanka, una red de transporte vital tanto para pasajeros como para mercancías”.
En Colombo, la congestión ferroviaria durante las horas pico está alcanzando niveles críticos, y por lo tanto las intervenciones “correctivas” resultan esenciales para garantizar los viajes. “Como el Departamento de Ferrocarriles no tiene los recursos para afrontar estos problemas y ocuparse del mantenimiento de la infraestructura, es esencial tomar medidas urgentes para evitar que el sistema ferroviario se siga deteriorando, con serias consecuencias para la economía y los pasajeros”, comentaron a AsiaNews los ingenieros Neville Kalupahana y Oshantha Mendis.
“Los países vecinos están haciendo grandes avances en el desarrollo ferroviario, mientras que los motores viejos, el deterioro de las vías y la tecnología obsoleta significan que Sri Lanka se ha quedado atrás respecto del resto del sur de Asia”, añadieron los especialistas. “El Departamento de Ferrocarriles todavía no tiene un plan integral para afrontar estos problemas, mientras los trabajadores que viajan diariamente esperan que el Gobierno tome las medidas necesarias para evitar una crisis a gran escala en la red ferroviaria de Sri Lanka”.
Mientras tanto, 90 de cada 100 vagones de trenes chinos están parados debido a los problemas en el sistema de frenos. Los compartimentos han quedado abandonados en los depósitos de Dematagoda, Maligawatta, Jaffna y Anuradhapura. Los vagones costaron 22.105.200 dólares y se financiaron con un préstamo en condiciones favorables del gobierno chino. Solo se utilizaron entre 2007 y 2019 para el transporte de pasajeros en las líneas ferroviarias de Polgahawela, Bangadeniya, Batticaloa y Jaffna. Luego, por problemas con el sistema de frenos, quedaron fuera de uso, y ahora están llenos de telarañas, con los asientos cubiertos de polvo.