'Soy culpable, pero no he hecho nada'
El activista pro democracia justifica su participación en una marcha no autorizada por su compromiso con la libertad. Amar a la patria no significa amar al Partido Comunista Chino. El frente democrático estará del lado del pueblo y persistirá en su lucha.
Hong Kong (AsiaNews) - Los conocidos activistas a favor de la democracia Jimmy Lai, Lee Cheuk-yan y Yeung Sum se declararon ayer culpables de participar en una manifestación no autorizada el 31 de agosto de 2019. Ese día, miles de personas marcharon para exigir que se retirara la ley de extradición. Las tres figuras democráticas consideran que participar en la marcha es un acto de desobediencia civil. Con la Ley de Seguridad Nacional y la reforma electoral, las autoridades centrales quieren sofocar la disidencia en la ex colonia británica. Lai está en la cárcel desde diciembre; Lee y Yeung están libres bajo fianza: los tres enfrentan una serie de juicios por su compromiso con el movimiento democrático. Por cortesía de Apple Daily, publicamos a continuación la declaración de culpabilidad de Yeung, ex presidente del Partido Democrático (traducción de AsiaNews).
Señoría, me declaro culpable de los cargos relacionados con la asistencia a una reunión no autorizada el 31 de agosto de 2019, pero no he hecho nada malo y no pediré indulgencia.
En primer lugar, estoy de acuerdo con la teoría de la justicia del filósofo político John Rawls. Él sostiene que toda persona tiene el mismo derecho a las mismas libertades básicas, a una justa igualdad de oportunidades y a lo que describió como desobediencia civil: el acto de desafiar la ley para luchar por una ley más justa. Recurrí a la desobediencia civil para protestar contra la draconiana Ordenanza de Orden Público.
Al prohibir las reuniones y marchas pacíficas, la policía violó el artículo 17 de la Ordenanza de derechos de Hong Kong y el artículo 27 de la Basic Law (la Constitución de la ciudad), que establece que los habitantes de la ciudad tienen libertad de expresión, prensa y publicación; libertad de asociación, reunión, procesión y manifestación.
He desafiado la ley porque estoy muy preocupado por la situación política actual de Hong Kong, e insisto en el derecho a manifestar y participar en una marcha. La adopción de la Ley de Seguridad Nacional y las enmiendas de la Asamblea Popular Nacional al sistema político de Hong Kong han tenido como consecuencia una gran regresión de la democracia. No solo violan la Basic Law en lo que se refiere al avance gradual y ordenado hacia la democracia, sino que incluso han minado los progresos que se hicieron después de la reunificación.
Dado que Hong Kong está ahora bajo el control total del gobierno central, la fórmula de "un país, dos sistemas" se ha convertido en "un país, un sistema": el alto grado de autonomía de la ciudad, en efecto, ha desaparecido. Desde la elección del jefe del Ejecutivo hasta la del Consejo Legislativo, hoy todo se decidirá según los cánones de China continental, con resultados que estarán predeterminados mucho antes de la votación.
Las autoridades han recurrido a medidas duras en tiempos de disturbios, asumiendo que la aplicación estricta de la ley, las detenciones masivas y los juicios a los disidentes políticos serían suficientes para desanimar a la población de Hong Kong. Y se ha prohibido la expresión pacífica de opiniones políticas personales por medio de marchas y manifestaciones que garantiza la Constitución.
Cuando los que están en el poder insisten en que solo los patriotas deben administrar Hong Kong, recuerdo lo que John Stuart Mill escribió en su "Ensayo sobre la libertad": "El valor de un estado, a largo plazo, es el valor de los individuos que lo componen". El autor pone el acento en la individualidad y propone la libertad de prensa, de pensamiento y de expresión. Por el contrario, la cultura tradicional china da más importancia a las obligaciones del individuo hacia el estado y la familia, pero menos a los derechos de la persona.
He decidido participar en esta manifestación no autorizada precisamente porque no quería que estos derechos individuales fueran censurados y cancelados. La serie de hechos que comenzaron en 2019 sin duda refleja la cultura tradicional y política de la dictadura unipartidista del Partido Comunista de China. Teniendo en cuenta que Hong Kong es una sociedad internacional donde Oriente se encuentra con Occidente, y el capitalismo se practica de acuerdo con el principio de un país, dos sistemas, ¿por qué necesitamos la aprobación de los gobernantes para ejercer nuestros derechos civiles?
Soy chino, pero también soy un ciudadano de Hong Kong que ama esta casa; pero amar el país no significa amar el Partido. En mi opinión, China es el pueblo, la cultura y la tierra, no un régimen en particular. En los 5.000 años de la civilización china, las dinastías que respetaban el bienestar de su pueblo eran naturalmente valoradas y amadas.
Me gustaría señalar que el objetivo del frente democrático no es oponerse a los que se denomina leales, sino estar del lado del pueblo. Supervisaremos y controlaremos la gestión del gobierno local en nombre del pueblo, y lucharemos por un alto grado de autonomía de la ciudad en el marco de la fórmula de un país, dos sistemas.
Señoría, creo que las manifestaciones pacíficas, mítines y marchas deben continuar. En esta situación de crisis política de Hong Kong, del gran retroceso de la democracia y el sufragio universal (que ya no está a la vista), los valores fundamentales del pueblo de Hong Kong, vale decir de la democracia, el Estado de derecho, los derechos humanos, la libertad y una sociedad pluralista, deben recibir más apoyo que nunca.
Los valores fundamentales del pueblo de Hong Kong se han convertido en la esencia colectiva de sus convicciones. Adhiriendo a la defensa de nuestros valores fundamentales podremos preservar los corazones y las mentes de la comunidad y permitir que los ciudadanos continúen con sus vidas como de costumbre.
Frente al poder, como dijo Václav Havel, el disidente político checo, "la verdad y el amor deben prevalecer sobre la mentira y el odio". El pueblo de Hong Kong no debe dejarse intimidar por los que están en el poder, no debe acobardarse por el miedo o sencillamente renunciar a la perseverancia.
La filósofa política Hannah Arendt también afirmaba que la libertad requiere acción. El pueblo de Hong Kong debe afrontar la situación política con calma, defender y participar en la sociedad civil con paz, racionalidad y no violencia, y apoyar a las organizaciones y empresas locales que promueven nuestros valores fundamentales.
Señoría, admito haber participado en una marcha ilegal y no autorizada, pero no admitiré ningún delito. He dado un paso al frente para participar porque estaba luchando por el derecho a la manifestación. Era para protestar contra el abuso de poder por parte de la policía, que prohibió arbitrariamente las manifestaciones y marchas pacíficas y privó a los ciudadanos de Hong Kong de sus derechos civiles. Por lo tanto, estaba dispuesto a arriesgar mi vida y participar en la desobediencia civil de manera pacífica, y estoy dispuesto a aceptar la responsabilidad penal de la ley.
Concluyo con la historia del personaje de “El mito de Sísifo”, del escritor francés Albert Camus. Sísifo comete un pecado y es castigado por los dioses con la tarea sin sentido de empujar eternamente una roca hacia la cumbre de una montaña, solo para verla rodar de nuevo hacia abajo. Bajaré con gusto de la montaña y empujaré la roca desde el pie de la montaña hasta la cima nuevamente, tal como en la lucha por la democracia, el estado de derecho, los derechos humanos y la libertad. Me mantendré en la paz, la racionalidad y la no violencia, me mantendré firme en mi posición y me negaré a abandonarla. Llegará el día de la democracia y la libertad si persistimos en nuestra lucha. Señoría, me declaro culpable pero no he hecho nada malo, y no pediré clemencia ni apelaré.
09/04/2021 15:13
19/04/2021 15:51