Pyongyang en el ejecutivo de la OMS pese a las sombras sobre el Covid
En una votación secreta, 123 países miembros de la Organización Mundial de la Salud votaron a favor de la candidatura de Corea del Norte, a pesar de la gestión poco transparente por parte del país respecto a la pandemia de Covid-19, que podría seguir en curso en el territorio. Una señal más de la influencia de la aliada Beijing en el seno del brazo sanitario de la ONU.
Ginebra (AsiaNews) - Se le concedió a Corea del Norte un puesto en el consejo ejecutivo de la Organización Mundial de la Salud (OMS), a pesar de su gestión poco transparente de la pandemia Covid-19, que podría no haber terminado aún en el país. "Esto significa que uno de los regímenes más horribles del mundo forma parte ahora de un grupo que establece y hace cumplir normas y estándares para la gestión de la atención sanitaria mundial", comentó Hillel Neuer, director ejecutivo de UN Watch, un grupo independiente para la defensa de los derechos humanos con sede en Ginebra.
Normalmente, la composición del comité ejecutivo se hace por consenso, pero debido a la impugnación rusa de la candidatura de Ucrania, los Estados miembros de la OMS pasaron a la votación secreta: 123 Estados votaron a favor de elegir a Corea del Norte, que obtuvo el puesto junto con Australia, Barbados, Camerún, las Islas Comoras, Lesoto, Qatar, Suiza, Togo y Ucrania.
Hace unas semanas, la misma OMS había solicitado la exención de las sanciones internacionales contra el régimen de Pyongyang para enviar 500 unidades de tratamiento con oxígeno, lo que sugiere que aún hoy los casos de Covid-19 pueden seguir aumentando en Corea del Norte. Sin embargo, ya no queda personal extranjero en Pyongyang. En su solicitud de exención, la OMS afirmó que colaboraría con las autoridades locales para garantizar que las máquinas se utilizan con los fines previstos, pero se trata de personal cuidadosamente seleccionado por el régimen.
Según datos del gobierno de hace un año, 3,3 millones de personas (de una población de unos 26 millones) contrajeron fiebre debido a una "enfermedad respiratoria", pero sólo 69 murieron. Esto supondría una tasa de mortalidad del 0,002%, según los expertos, la más baja jamás registrada en todo el mundo. Por el momento es imposible calcular el verdadero alcance de la pandemia, pero dada la falta de vacunas, las tasas de malnutrición que se estiman en un 40% (incluso la FAO recibió el mes pasado una exención de sanción para aumentar la producción local de soja debido a la falta de alimentos en las zonas urbanas y rurales) y la ausencia de instalaciones sanitarias adecuadas, las cifras reales son con toda probabilidad mucho más preocupantes.
pesar del cierre total de sus fronteras a partir de enero de 2020 y del consiguiente colapso económico, Corea del Norte negó durante dos años que se estuviera produciendo un brote de coronavirus en su territorio. No fue hasta el 12 de mayo de 2022 cuando el líder Kim Jong-un admitió la existencia de un foco y unas semanas después declaró que la nueva enfermedad había sido erradicada. Para los analistas, esto puede haber sido una forma de reforzar el poder sobre una población ya profundamente agotada.
La Organización Mundial de la Salud recibió reiteradas críticas por su gestión de la crisis sanitaria y muchos señalaron la influencia de Beijing, aliado de Pyongyang, en el organismo internacional. La OMS aceptó acríticamente la información que llegaba de las autoridades chinas a finales de 2019, y tardó algún tiempo antes de decretar que la propagación del Covid era una emergencia sanitaria mundial. En esas semanas iniciales, Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS, había viajado a China y elogiado a los dirigentes chinos por "establecer un nuevo estándar de respuesta a las epidemias". Después, Beijing adoptó durante largo tiempo la política de "Covid cero" para evitar la propagación del virus.
Según algunos comentaristas, el problema de la organización radica en que no tiene capacidad para contradecir la información que comunican los distintos Estados, especialmente los autoritarios como Rusia, China y Corea del Norte, todos ellos países donde la información no circula libremente. Sin embargo, en 2003, durante la epidemia de SARS, la OMS había criticado a Beijing por su gestión poco transparente de la crisis. Más tarde, mientras disminuían los aportes financieros de Estados Unidos durante la administración Trump, los de China crecieron, lo que permitió aumentar la importancia de Beijing dentro de las organizaciones internacionales. Debido a la influencia china, por ejemplo, Taiwán sigue excluido de la Asamblea de la OMS (porque el régimen comunista considera que ya forma parte del territorio chino) a pesar de ser uno de los países que mejor gestionó la pandemia del Covid-19.
31/03/2021 12:37
07/08/2021 11:08