Putin, dispuesto a ayudar a los tayikos en su lucha contra los talibanes

de Vladimir Rozanskij

Los guerrilleros islamistas controlan la frontera entre Tayikistán y Afganistán. Los militares rusos no reemplazarán a las tropas estadounidenses y de la OTAN que se retiran de Afganistán. Los soldados afganos fueron acogidos y protegidos en territorio tayiko, tras escapar de un ataque masivo de las fuerzas talibanes.

Moscú (AsiaNews) - Rusia está dispuesta a ayudar a Tayikistán en su lucha contra los talibanes afganos. Así lo manifestó ayer el presidente ruso Vladimir Putin, en una conversación telefónica con su colega tayiko Emomali Rakhmon. El Kremlin ofreció su apoyo en el marco de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC), en la que además de la Federación Rusa participan Armenia, Bielorrusia, Kazajistán, Kirguistán y Tayikistán.

Según Moscú, la situación de los enfrentamientos armados en las zonas fronterizas con Afganistán es "bastante complicada". El 5 de julio, los guardias tayikos que custodiaban la frontera dejaron entrar en su territorio a 1.037 soldados afganos que se replegaban ante un ataque talibán. Los guerrilleros islamistas iniciaron las hostilidades en Khokhon, Shikay, Nusay, Mokhimay, Shugnan y Sulton Ishkashym, en la provincia afgana de Badajshán.

Rusia considera que los talibanes son una organización terrorista. El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Lavrov, ya ha apelado a los acuerdos de la OTSC para justificar el interés de Moscú en la cuestión afgana. Sin embargo, el vocero del Kremlin, Dmitry Peskov, descartó el envío de tropas rusas a Afganistán para sustituir a las de Estados Unidos y la OTAN, que se están retirando del territorio.

El grueso de las fuerzas de Washington en suelo afgano abandonó la base aérea de Bagram el 2 de julio, y la entregó a las autoridades de Kabul. Durante la invasión de Afganistán entre 1979 y 1989, el ejército soviético convirtió esta instalación militar en su principal centro de mando. Los soldados estadounidenses concluirán su retirada el 11 de septiembre, fecha en que se cumple el vigésimo aniversario del ataque a las Torres Gemelas de Nueva York.

La agencia de noticias tayika Khovar explicó la recepción de los soldados afganos que huían como "una expresión del principio de buena vecindad, aunque respetando el principio de no injerencia en los asuntos internos de la república de Afganistán". La frontera común entre ambos países está ahora en manos de los talibanes; la provincia afgana de Badajshán comprende 910 kilómetros de frontera, cuya extensión total es de 1.400 kilómetros.

Los militares tayikos que custodian la frontera no descartan la llegada de más soldados afganos, que con seguridad son más numerosos que las cifras oficiales. En un intento de mantener la situación bajo control, Rakhmon está en permanente contacto telefónico con su homólogo afgano, Ashraf Ghani.

En declaraciones a la prensa local, los soldados afganos agradecieron a los tayikos por haberles salvado la vida. "Nos vimos obligados a huir porque nos traicionaron las milicias populares, que debían apoyarnos en la lucha contra los talibanes. Nuestro gobierno les entregó armas y provisiones, pero a último momento las milicias cerraron un acuerdo con los talibanes, y no teníamos suficientes fuerzas para combatirlos", dijo Muhammadzohir Valadi Safarali, uno de los oficiales afganos que huyeron, a Radio Ozodiche.

Otro soldado de Kabul, Muhammadvali, confirmó que "luchar con los talibanes, cuyas fuerzas triplican las nuestras, habría sido un suicidio". A continuación, agradeció a los tayikos por proporcionarles comida y un lugar para dormir. El destino de estos soldados depende ahora de la voluntad del gobierno de Ghani, en función de los acuerdos con Dusambé.