Phnom Penh reabre la base naval de Ream y se prepara para la llegada de Xi Jinping
La infraestructura estratégica en el suroeste ha sido renovada con el apoyo de Beijing. Manet asegura que el país no permitirá bases militares extranjeras, pero abre las puertas a la ayuda (y a los fondos) de China. Se espera la visita de Xi Jinping, decidido a aprovechar la retirada estadounidense y los aranceles de Trump para proponerse como único socio confiable para la región.
Phnom Penh (AsiaNews) - Tras concluir las obras de ampliación con el sustancial apoyo de Beijing, y cuando solo faltan dos semanas para la visita del presidente chino Xi Jinping, las autoridades camboyanas han reabierto formalmente la base naval de Ream, en la costa sudoeste del país. El evento también fue la ocasión para que el gobierno de Phnom Penh afirmara - desmintiendo rumores en sentido contrario - que no permitirá a ningún país extranjero establecer una base en su territorio.
En el acto por la reanudación oficial de las actividades de la infraestructura, la mañana del pasado 5 de abril, estuvo presente el primer ministro Hun Manet junto con el embajador de Beijing en Camboya y un miembro de la Comisión Militar Central China. “El gobierno real de Camboya, encabezado por el Partido Popular Camboyano, en el pasado, hoy y en el futuro, no violará la Constitución para permitir que un país extranjero instale una base militar dentro de su territorio”, declaró Manet durante la ceremonia.
La reapertura de la base naval de Ream se ha llevado a cabo cuando faltan casi dos semanas para la visita oficial de Xi Jinping a Camboya, un país aliado muy cercano a Beijing en la región del Sudeste Asiático y por esa razón objeto de críticas, en el pasado, de otros países de la Asean. “No tenemos nada que ocultar”, añadió el jefe del gobierno de Phnom Penh en el transcurso del evento. Por último, el jefe del Ejecutivo dio la bienvenida a “todos los amigos” que deseen participar en los ejercicios militares conjuntos en la base.
El pasado mes agosto, en una visita a Ream, un reportero de Radio Free Asia (RFA) pudo constatar la rapidez con que avanzaban las obras dentro de las instalaciones. Y según algunas fuentes del cronista, dentro del astillero estaban trabajando “día y noche” cerca de un centenar de obreros y miembros del personal naval chino.
Estados Unidos ha expresado en reiteradas oportunidades una gran preocupación por la falta de transparencia en la reconstrucción de la base de Ream, precisamente por la contribución “opaca” del Dragón. Al mismo tiempo, otros países vecinos de Camboya, sobre todo los que se encuentran en el área del Sudeste Asiático, temen que un punto de apoyo estratégico en la zona permitiría a Beijing un mejor control sobre la Península de Indochina y el Mar de China Meridional.
Como señaló el mismo primer ministro durante la ceremonia de reapertura, la Constitución de Camboya no permite ni prevé la presencia de bases extranjeras en el país. Sin embargo, analistas y expertos sostienen que Beijing ha invertido grandes cantidades de dinero en el proyecto y tendría acceso preferencial a Ream. De hecho, el 6 de abril China y Camboya realizaron ejercicios militares conjuntos en la zona, con buques de guerra de ambos países que llevaron a cabo ejercicios de diverso tipo, incluyendo maniobras de formación. Según informa el diario chino Global Times, el más importante en lengua inglesa y caja de resonancia del partido comunista, los dos países probablemente realizarán nuevos ejercicios conjuntos en el futuro utilizando precisamente esa base.
En este marco se inserta la gira de Xi Jinping a tres países del sudeste asiático (fuentes reproducidas por los medios hablan de Vietnam, Malasia y Camboya), señal de que China está tratando de capitalizar el actual malestar regional provocado por la dirección de la política estadounidense. El viaje marcaría la primera visita al exterior de Xi en 2025 y la primera al sudeste asiático desde Hanoi en diciembre de 2023, en momentos de gran incertidumbre por los aranceles del presidente estadounidense Donald Trump. Por eso es muy probable que Xi aproveche la oportunidad para representar a China como un socio sólido y confiable, contraponiéndola a la naturaleza cada vez más errática y esporádica del compromiso estadounidense en la región.
Esto, a su vez, reforzaría el mensaje de larga data de Beijing al Sudeste Asiático: a pesar de los ocasionales períodos de tensión, China es una realidad geopolítica, mientras que Estados Unidos no lo es. Y por lo que se refiere a Camboya, es la confirmación de las sólidas relaciones entre los dos países, aunque el presidente chino no haya realizado una visita oficial desde 2016. Además de reunirse con Hun Manet, la visita será una oportunidad para destacar la asistencia al desarrollo que ofrece China, tras los recortes en la ayuda exterior que ha decidido la Casa Blanca. En las últimas semanas, mientras los recortes estadounidenses han obligado a cancelar proyectos de ayuda en Camboya en áreas como la salud infantil, la nutrición, los servicios de saneamiento y la remoción de minas, el gobierno chino ha anunciado proyectos similares para reemplazarlos.
11/12/2021 13:52
12/08/2020 16:44