Papa: vuelve a Asia, en noviembre irá a Tailandia y Japón

Después de Juan Pablo II, será el segundo pontífice que visitará los dos países asiáticos. Todavía se debe definir el programa de la primera etapa. El Papa visitará Tokio, Hiroshima y Nagasaki, donde rezará por las víctimas de la bomba atómica. El p. Marco Ribolini, misionero del PIME, reflexiona sobre el significado de la visita a los católicos tailandeses.

Ciudad del Vaticano (AsiaNews)- En noviembre próximo, el Papa Francisco volverá a Asia para un viaje apostólico a Tailandia (20.23) y Japón (23-26). Lo anunció esta mañana la Sala de prensa vaticana, agregando que el programa completo de la visita se hará público en un segundo momento. Después de Juan Pablo II, Francisco será el segundo pontífice que visitará los dos países.

Para los católicos, el año 2019 será memorable. El pasado mayo, tomaron parte en las celebraciones por el 350mo aniversario del vicariato apostólico de Siam- erigido en 1699. Para la ocasión, el Card. Fernando Filoni, prefecto de la Congregación para la la evangelización de los pueblos, fue al país para una visita pastoral de 6 días (16-21 de mayo). Durante los festejos, los fieles han recibido con entusiasmo la llamada de atención del cardenal para que la Iglesia sea “misionera y libre de la auto celebración”. La misión será un tema central también en la visita apostólica del pontífice: el lema de la primera etapa del viajes es de hecho: “Discípulos de Cristo, discípulos misioneros”.

En la segunda etapa, el Papa visitará Tokio, Hiroshima y Nagasaki. Citando fuentes cercanas a la organización del viaje, en los meses pasados los medios japoneses habían preanunciado que el pontífice ofrecerá oraciones por las víctimas de los ataques atómicos so0bre las 2 ciudades, sucedidos en 1945 por manos de la aviación de los EEUU durante la Segunda guerra mundial. El pasado 23 de enero, fue el mismo Papa Francisco quien anunció el viaje, durante el vuelo que lo estaba llevando a Panamá para la celebración de la 34ta Jornada Mundial de la juventud (JMJ). Algunos días después el anuncio del viaje apostólico, los católicos japoneses invitaron al Papa a difundir un mensaje contra los armamentos nucleares de Horoshima y Nagasaki. Como sugiere el lema: “Proteger cada vida”, la tutela de la vida y de los Creado será el hilo conductor de los 3 últimos días del pontífice en Asia.

La visita del Papa a Tailandia asume 3 significados principales: ella reafirmará que los católicos están listos para dar la propia contribución en la sociedad; dará un nuevo vigor al lanzamiento misionero de la Iglesia local; aclarará al país qué es la Iglesia universal y por qué es diversa de las otras comunidades cristianas. Lo declara a AsiaNews el p. Marco Ribolini, sacerdote del Pontificio Instituto Misiones Extranjeras (PIME) y párroco de Mae Suay, misión situada en la joven diócesis de Chiang Rai. “Lo católicos de Tailandia-afirma el misionero-recibieron la noticia del viaje del Papa Francisco con gran alegría. Desde hace meses circulaban voces sobre una posible llegada, pero la Iglesia tailandesa prefirió mantener la discreción al respecto. El país está atravesando un delicada fase de transición política; solo hace pocas semanas se formó el nuevo gobierno. Por esto, no había presupuestos para un anuncio oficial. Ahora finalmente podemos comenzar a mover los primeros pasos para entender cómo organizarnos. Justamente ayer participé de un encuentro con el obispo. El programa del viaje no fue todavía definido. Sabemos en vía oficiosa que habrá 2 grandes celebraciones: la primera el 21 y la segunda, dedicada a los jóvenes, el 22”.

“La visita del Papa Francisco será sin dudas un evento histórico para los católicos-prosigue el p. Ribolini-. Según yo, las expectativas de los fieles de los fieles son muy altas. A 35 años de distancia de la visita de Juan Pablo II, nos encontramos frente a una Iglesia tailandesa que debe encontrar un nuevo camino de evangelización: La comunidad está cansada y un poco anciana, y arriesga perder la propia identidad. La dominante tradición budista, los matrimonios mixtos y el nacionalismo amenazan la relevancia del ser católico en la sociedad tailandesa. La Iglesia no está más en expansión, es más, en general notamos una contracción. Caso diferente son las comunidades del Norte. Esta es una Iglesia tribal que progresa y crece en número. Sin embargo, siendo expresión de una minoría, ella no logra tener un gran impacto a nivel nacional”.

“Este momento en Tailandia es muy particular, marcado por fuertes cambios políticos y sociales. Gobierno nuevo, así como el monarca.: los tailandeses se encuentran construyendo el futuro del país con punto de referencia muy diversos de aquellos a los cuales estaban acostumbrados. Este escenario trae consigo también algunos peligros, ligados a procesos democráticos que todavía no han madurado totalmente. La visita del Papa pude poner más al centro la contribución que nosotros católicos podemos dar a la nación”.

“El viaje puede al final hacer entender a las autoridades qué es la Iglesia-concluye el sacerdote-. Aquí en el Norte, por ejemplo, estamos encontrando muchas dificultades. Los trámites para los extranjeros que residen en el país se están agudizando y la burocracia se vuelve cada vez más asfixiante. Razones oficiales no hay, pero en los últimos años el separatismo islámico en el Sur contribuyó a la voluntad del gobierno de ejercitar un mayor control sobre los extranjeros. Al mismo tiempo, da sospechas también la infiltración de grupos protestantes en el tejido social de las regiones tribales. La esperanza es que la visita del Papa logre hacer entender a los funcionarios gubernamentales que la Iglesia católica no es como aquellas que practican el proselitismo agresivo. A diferencia de estas últimas, nuestro método de evangelización se basa sobre una propuesta libre”.

Hoy en Tailandia hay cerca de 300 mil católicos. Ellos representan el 0,46% de la población; los budistas de tradición theravada son casi el 95%. Los fieles son asistidos por 11 diócesis, con 436 parroquias y 662 sacerdotes.