Papa: "una fe que no conduzca al testimonio, no es fe. Son palabras y nada más que palabras".
Ciudad del Vaticano (AsiaNews) - "Una fe que no te implica, que no te lleva al testimonio, no es fe. Son palabras y nada más que palabras". El Papa Francisco dijo esta mañana durante la misa celebrada en la Casa de Santa Marta, para afirmar que el mundo está lleno de un montón de cristianos que rezan las palabras del Credo y muy pocos las ponen en práctica.
El
Papa, informa Radio Vaticano, al comentar el pasaje de la Carta de Santiago,
donde dice que "la fe sin fruto en la vida, una fe que no da fruto en las
obras, no es fe". "Nosotros,
también, - continuó -nos equivocamos muchas veces en esto:.'Pero tengo mucha fe",
escuchamos. 'Creo todo, todo...". Tal vez esta persona tiene una vida tibia y
débil. Su fe es como una teoría, pero no está viva en su vida. El Apóstol
Santiago cuando habla de la fe, habla justamente de la doctrina, de cuál es el contenido de la fe. Pero podemos aprender
todos los mandamientos, todas las profecías, todas las verdades de la fe, pero
si esto no va a la práctica, no va a obrar, no sirve. Podemos recitar el Credo teóricamente,
incluso sin fe, y hay muchas personas que lo hacen. ¡También los demonios! Los
demonios saben bien
lo que dice en el Credo y saben que es la verdad". "¿Tú crees que hay
un solo Dios? Haces bien; también los demonios creen, y tiemblan". La
diferencia es que los demonios " no tienen fe", porque " tener fe
no es tener conocimiento", sino "recibir el mensaje de Dios"
traída por Cristo.
En
el Evangelio, dijo el Papa, hay dos signos reveladores que "aquello que se
debe creer, no es tener fe". El
primer signo es la "casuística", representada por los que le
preguntaron a Jesús si era lícito pagar impuestos o cuál de los siete hermanos
de su marido tendría que casarse con la viuda. El segundo signo es la
"ideología". "Los cristianos que piensan en la fe, más como un
sistema de ideas, ideológicos: incluso en la época de Jesús, los había. El
apóstol Juan dice que ellos son el anticristo, los ideólogos de la fe, de
cualquier signo. En aquel tiempo estaban los gnósticos, pero había muchos... Y
así, los que caen en la casuística o estos que caen en la ideología son
cristianos que conocen la doctrina, pero sin fe, como los demonios. Con la
diferencia que aquellos tiemblan. Estos no: ellos viven tranquilos".
Al
contrario, en el Evangelio también hay ejemplos de "personas que no saben
la doctrina, pero tienen tanta fe". Como
la cananea que con su fe logra la sanación de su hija víctima de una posesión,
y la samaritana que abre su corazón, porque "ha encontrado no una verdad
abstracta", sino "a Jesucristo". Y,
sin embargo, el ciego sanado por Jesús y que por esto es puesto en duda por los
fariseos y los maestros de la ley, hasta que se arrodilla con facilidad y adora
a quien lo ha curado. Tres
personas, es la consideración final del Papa, que muestran cómo la fe y el
testimonio son inseparables. "La fe es un encuentro con Jesucristo, con
Dios, y de ella nace y se lleva el testimonio. Es lo que quiere decir el
Apóstol, la fe sin obras, una fe que no nos afecta, que no conduce al testimonio,
no es fe. Son palabras, nada más que palabras".