Papa: un 'pacto educativo' por un mundo fraterno, contra la violencia y la discriminación
Se inauguró el encuentro sobre Religions and Education: towards a Global Compact on Education. “Para nosotros es muy importante una formación integral”, que no es sólo “conocerse a sí mismo” sino también “al hermano, la creación y lo Trascendente”, porque “no podemos ocultar a las nuevas generaciones las verdades que dan sentido a la vida”. El aporte de la educación religiosa a la convivencia en las palabras del Patriarca Bartolomé.
Ciudad del Vaticano (AsiaNews) - Las religiones siempre han estado comprometidas con una formación integral y quieren una educación que rechace toda forma de violencia en nombre de Dios, que enseñe a acoger al otro, que niegue ciudadanía a la discriminación entre hombres y mujeres, que inculque el respeto a la creación y se oponga al derroche. En palabras del Papa Francisco, este es el tema del encuentro que se inauguró esta mañana en el Vaticano sobre el tema: "Religiones y educación: hacia un Pacto Educativo Global", en el marco del Pacto Educativo Global, el evento mundial convocado por Francisco el 12 de septiembre de 2019 para educar a las nuevas generaciones en la fraternidad, la paz y la justicia.
En la Jornada Mundial de los Docentes instituida por la UNESCO, Francisco expresó su cercanía y gratitud a los trabajan en el campo de la educación y recordó que hace dos años les hizo un llamamiento para "dialogar sobre el modo en que estamos construyendo el futuro del planeta". Es una pregunta que convoca a "unir los esfuerzos para una alianza educativa amplia, para formar personas maduras, capaces de superar fragmentaciones y contraposiciones y reconstruir el tejido de relaciones para una humanidad más fraterna". "Para nosotros es muy importante una formación integral", que no es solo "conocerse a sí mismo" sino también "al hermano, a la creación y a lo Trascendente", porque "no podemos ocultar a las nuevas generaciones las verdades que dan sentido a la vida".
“Como en el pasado - dijo después - hoy también, con la sabiduría y humanidad de nuestras tradiciones religiosas, queremos ser un estímulo para una renovada acción educativa que pueda hacer crecer en el mundo la fraternidad universal. Si en el pasado las diferencias nos colocaban en posiciones contrapuestas, hoy vemos en ellas la riqueza de diferentes caminos para llegar a Dios y para educar a las nuevas generaciones en la convivencia pacífica y el respeto mutuo. Por tanto, la educación nos compromete a no utilizar nunca el nombre de Dios para justificar la violencia y el odio hacia otras tradiciones religiosas, a condenar toda forma de fanatismo y fundamentalismo y a defender el derecho de cada persona a elegir y actuar según su propia conciencia. Si en el pasado, incluso en nombre de la religión, se discriminaba a las minorías étnicas, culturales, políticas o de otro tipo, hoy queremos ser defensores de la identidad y dignidad de cada persona y enseñar a las nuevas generaciones a acoger a todos sin discriminación. Por lo tanto, la educación nos compromete a acoger al otro tal como es, no como yo quiero que sea; como es, y sin juzgar ni condenar a nadie. Si en el pasado no siempre se respetaron los derechos de las mujeres, los menores y los más débiles, hoy nos comprometemos a defender firmemente esos derechos y enseñar a las nuevas generaciones a ser la voz de los que no tienen voz”.
"La educación -añadió- nos pide repudiar y denunciar cualquier violación de la integridad física y moral de cada persona. Y la educación debe llevarnos a comprender que el hombre y la mujer son iguales en dignidad, que no debe haber discriminación. Si en el pasado hemos tolerado la explotación y el saqueo de nuestra casa común, hoy, más conscientes de nuestro papel de custodios de la creación que Dios nos ha confiado, queremos ser la voz de la naturaleza que clama por su supervivencia y formarnos a nosotros mismos y a las nuevas generaciones en un estilo de vida más sobrio y eco sostenible”. “La educación nos compromete a amar a nuestra madre tierra y evitar el despilfarro de alimentos y recursos, así como a estar más dispuestos a compartir los bienes que Dios nos ha dado para la vida de todos”.
“Hoy queremos declarar que nuestras tradiciones religiosas, que siempre han sido protagonistas de la alfabetización hasta la educación superior, refuerzan su misión de educar a cada persona en su integralidad: es decir, cabeza, manos, corazón y alma”.
El aporte de la educación religiosa a la cuestión de la convivencia con los que son diferentes en las sociedades multiculturales contemporáneas fue también el tema fundamental del discurso del patriarca ecuménico Bartolomé, quien afirmó que de esta manera "los niños y los jóvenes comprenderán que el interés por el desarrollo de su propia identidad religiosa no solo no es un impedimento para comunicarse con los que son diferentes, sino que constituye una base y un requisito previo para abrirse al otro. Sólo los que tienen una identidad y la valoran puede mostrar un interés genuino por la identidad del otro, para comunicarse y colaborar con él”.
“La presencia y la inserción adecuada de la educación religiosa en el campo de la enseñanza - siguió diciendo - son de vital importancia para el futuro de la humanidad. A los jóvenes se les debe enseñar una religión que pone el acento en la identidad espiritual y el destino eterno del hombre; que da respuesta a los grandes interrogantes existenciales y a la búsqueda del sentido de la vida; que determina la identidad de pueblos y culturas; que ha conservado tradiciones espirituales invaluables en el respeto por la creación; que se opone a las tendencias que conducen al debilitamiento de la sacralidad del ser humano y que pueden contribuir decisivamente a la paz y la reconciliación, al desarrollo de una cultura de solidaridad y fraternidad". “A la luz del hecho de que hoy la religión es usada con frecuencia por los círculos fundamentalistas como vehículo de división y conflictos, la correcta educación religiosa como educación para la paz, adquiere una especial relevancia. Prepara a los niños y jóvenes para que participen en la construcción de un nuevo mundo de paz, donde el hombre verá en el rostro del prójimo a su hermano y no alguien que lo amenaza o incluso al enemigo”.
17/12/2016 13:14
05/12/2016 17:00