Papa: servir a Dios como hijos, dejando de lado el poder y la deslealtad
Hay muchos obstáculos para servir al Señor con libertad. "Una de ellas es la voluntad de poder", pero "Jesús nos enseñó que quien manda debe ser como quien sirve. O bien, si uno quiere ser el primero, sea el servidor de todos". El otro obstáculo presente, "incluso en la vida de la Iglesia", es "la deslealtad". Esto ocurre "cuando alguien quiere servir al Señor, pero también sirve otras cosas que no son del Señor". "El Señor nos ha dicho que ningún funcionario puede tener dos amos".
Ciudad del Vaticano (AsiaNews) - Servir a Dios como hijos, dejando de lado el poder y la deslealtad. Lo dijo el papa Francisco en la homilía de la misa celebrada esta mañana en Casa Santa Marta, siguiendo la indicación del Evangelio de hoy (Lucas 17,7 a 10) que "Somos siervos inútiles". Una afirmación que todo verdadero discípulo debe repetir para sí mismo
Pero ¿cuáles son los obstáculos que le impiden servir al Señor, para que le sirvan con libertad? Hay tantos, "uno es el deseo de poder". "Cuántas veces hemos visto, tal vez, en nuestra casa: ¡Aquí mando yo! Y cuántas veces, sin decirlo, hemos hecho sentir a otros que ‘quien manda soy yo’, ¿no? También mostramos esto, ¿no? La voluntad de poder ... Y Jesús nos enseñó que el que manda que sea como el que sirve. O bien, si uno quiere ser el primero, sea el servidor de todos. Jesús cambia los valores de la vida social, en el mundo. Y este deseo de poder no es el camino de convertirse en un siervo del Señor, de hecho: es un obstáculo, uno de estos obstáculos que pedimos al Señor para que lo quite de nosotros".
El otro obstáculo presente, "incluso en la vida de la Iglesia", es "una traición". Esto ocurre "cuando alguien quiere servir al Señor, pero también sirve a otras cosas que no son del Señor." "El Señor nos ha dicho que ningún funcionario puede tener dos amos. O sirve a Dios o sirve el dinero. Jesús nos lo dijo. Y esto es un obstáculo: la deslealtad. Lo que no es lo mismo que ser un pecador. Todos somos pecadores, y nos arrepentimos de ello. Pero ser desleal es hacer un doble juego, ¿verdad? Jugar a derecha e izquierda, jugar a ser Dios y también jugar en el mundo, ¿no? Y esto es un obstáculo. Aquel que quiere el poder y lo que es desleal, difícilmente pueden servir, ser servidor gratuito del Señor".
Estos obstáculos, el afán de poder, la deslealtad, subrayo Francisco, "quitan la paz y conducen a la picazón del corazón para no estar en paz, estar siempre ansiosos". Y esto "nos lleva a vivir en esa tensión de las vanidades del mundo, viviendo de apariencias" Cuántas personas "sólo viven para estar en pantalla, para aparentar, porque dicen: 'Ah, qué bueno que es...', por la fama, la. gloria humana". Y por eso "no se puede servir al Señor". Por esto "le pedimos al Señor eliminar los obstáculos para que en la serenidad, del cuerpo y el espíritu" podamos "lograr libremente servirle". "El servicio de Dios es gratuito: somos hijos, no esclavos. Y servir a Dios en paz, con serenidad, cuando él mismo ha tomado distancia de nosotros los obstáculos que quitan la paz y la serenidad, es servirle con la libertad. Y cuando servimos al Señor en libertad, sentimos la paz más profundamente, la voz del Señor: "Oh, vamos, vamos, vamos, criado bueno y fiel". Y todos queremos servir al Señor con la bondad y la verdad, pero necesitamos su gracia, solos no podemos. Y para ello, siempre pedir esta gracia, que sea Él quien elimine estos obstáculos, que nos de esta serenidad, esta paz del corazón para servir libremente, no como esclavos: como hijos".
"La libertad en el servicio". Aun cuando nuestro servicio es gratuito, hay que repetir que "somos siervos inútiles" conscientes de que solos no podemos hacer nada. "Sólo tenemos que pedir y hacer espacio para que Él haga en nosotros, y él nos transforme en servidores libres, en hijos, no esclavos". "Que el Señor nos ayude a abrir el corazón y dejar que el Espíritu Santo obre, que nos libre de estos obstáculos, sobre todo el deseo de poder que duele tanto, y la traición, la doble faz" de "querer servir a Dios y al mundo". "Y así - concluyó - danos serenidad, esta paz de ser capaz de servir como hijos libres que al final, con tanto amor, le diga: "Padre, gracias, pero Tú sabes: Soy un servidor inútil".
17/12/2016 13:14
16/09/2021 15:54