Papa: que el cristiano sea coherente, no a la hipocresía
En este tiempo de Cuaresma, Francisco invita a todos a redescubrir la belleza de la simplicidad, de la realidad que “debe estar unida a la apariencia”. “Pide al Señor la fuerza y ve adelante humildemente, con aquello que puedas. Pero no te maquilles el alma, porque si te maquillas el alma, el Señor no te reconocerá”.
Ciudad del Vaticano (AsiaNews)- Ser coherentes, no ser vanidosos, no aparecer más dignos de lo que somos. El Papa Francisco volvió a condenar la hipocresía, la vida “sin verdad”, en la homilía de la misa celebrada esta mañana en la Casa S. Marta.
Francisco partió de la primera Lectura, del libro del profeta Isaías (Is 58,1-9a), para explicar “la diferencia que hay en nuestra vida entre lo real y lo formal”. “Lo formal- evidencio- es una expresión de los real”, pero deben proceder “juntos”, de otro modo termina por vivir una existencia de “apariencias”, una vida “sin verdad” en el “corazón”.
La simplicidad de las apariencias debería ser redescubierta en este período de Cuaresma, a través del ejercicio del ayuno, de la limosna y de la oración. Los cristianos, de hecho, deberían hacer penitencia mostrándose alegres; ser generosos con quien está en la necesidad sin “sonar las trompetas”; dirigiéndose al Padre casi “de escondidas”, sin buscar la admiración de los otros. En tiempos de Jesús, recordó, el ejemplo era evidente en la conducta del fariseo y del publicano, hoy los católicos se sienten “justos” porque pertenecen a una tal “asociación”, van a “Misa todos los domingos” y no son “como esos pobrecitos que no entienden nada”.
“Aquellos que buscan las apariencias, pero se reconocen pecadores y si tú les dices a ellos.’¡Pero, tú también eres un pecador!´. ‘¡Pero, sí todos somos pecadores!’, y relativizan todo y vuelven a ser justos. También tratan de aparecer con cara de estampita, de santito: todo apariencia. Y cuando hay esta diferencia entre la realidad y la apariencia, el Señor usa un adjetivo: ‘Hipócrita’”.
Cada individuo es tentado por la hipocresía y el tiempo que no conduce a la Pascua puede ser la ocasión para reconocer las propias incoherencias, para individuar los estratos de maquillaje aplicados para “esconder la realidad”. Luego, Francisco recordó que la hipocresía fue un tema que surgió con fuerza también durante la XV Asamblea general ordinaria del Sínodo de los obispos sobre los jóvenes. Los jóvenes, dijo, no son afectados por aquellos que tratan de aparecer, pero que luego no se comportan consecuentemente, sobre todo cuando esta hipocresía reviste a los “profesionales de la religión”. El Señor pide, en cambio, coherencia. “MUchos cristianos, también católicos, que se dicen católicos practicantes, ¡cómo explotan a la gente! ¿Cómo explotan a los obreros! ¡Cómo los manda a sus casas al inicio del verano para retomarlos o incorporarlos cuando termina el verano, de tal modo que luego no tienen derecho a la jubilación, no tienen derecho para ir adelante. Y muchos de estos dicen ser católicos: van a Misa los domingos… pero hacen esto. ¡Y, esto es un pecado mortal! ¡Cuántos humillan a sus obreros!”.
En este tiempo de Cuaresma, Francisco invita a todos a redescubrir la belleza de la simplicidad, de la realidad que “debe estar unida a la apariencia”. “Pide al Señor y ve humildemente adelante, como puedas. Pero no maquillarte el alma, porque si te maquillas, el Señor no te reconocerá. Pidamos la gracia al Señor de ser coherentes, de no ser vanidosos, de no aparecer más dignos de lo que somos. Pidamos esta gracia, en esta Cuaresma: la coherencia entre los formal y lo real, entre la realidad y las apariencias”.
16/02/2018 13:14
06/02/2018 15:01