Papa: los contrastes en la Iglesia se resuelven con diálogo y discernimiento

“La Iglesia está llamada a estar siempre con las puertas abiertas, siendo, que si alguno quiere seguir una moción del Espíritu y se acerca buscando a Dios, no se encontrará con la frialdad de una puerta cerrada”. En Chile se busque en el diálogo una solución a la crisis.

Ciudad del Vaticano (AsiaNews)- El “método eclesial para la resolución de los conflictos” está fundado sobre el diálogo y sobre el discernimiento realizado a la luz del Espíritu. “Es el Espíritu, de hecho, que ayuda a superar las clausuras y las tensiones y trabaja en los corazones para que lleguen, en la verdad y en el bien, a la unidad”. Lo recordó el Papa Francisco en la catequesis para la audiencia general de hoy, al término de la cual lanzó un llamamiento para que en Chile se busque en el diálogo una solución a la crisis.

A las 20 mil personas presentes en la Plaza de S. Pedro, continuando el ciclo de catequesis sobre el Hecho de los Apóstoles, Francisco centralizó su meditación sobre el tema: “Dios abrió a los paganos la puerta de la fe (Hech 14,27). La misión de Pablo y Bernabé y el concilio de Jerusalén (Pasaje bíblico; de los Hechos de los Apóstoles, 15,7-11)

“El libro de los Hechos de los Apóstoles narra que S. Pablo, después del encuentro transformador con Jesús, es recibido por la Iglesia de Jerusalén gracias a la mediación de Bernabé e inicia a anunciar a Cristo. Pero, a causa de la hostilidad de algunos, fue obligado a transferirse en Tarso, su ciudad natal, donde Bernabé lo alcanzó para involucrarlo en el largo viaje de la Palabra de Dios”, que es narrado por los Hechos. “Lucas nos muestra que este viaje comienza después de una fuerte persecución (Cfr Hech 11,19); sino que esta, en vez de provocar un detenerse de la evangelización, se convierte en oportunidad para ensanchar el campo donde esparcir la buena semilla de la Palabra. Los cristianos no se asustan, deben escapar, pero llevan la Palabra”.

“Pablo y Bernabé llegan antes a Antioquía de Siria, donde se quedan un año entero para enseñar y ayudar a la comunidad a poner raíces (Cfr Hech 11,26). Antioquía se convierte así el el centro de propulsión misionera, gracias a la predicación con la cual los dos evengelizadores inciden en los corazones de los creyentes, que por primera vez son llamados “cristianos” (Cfr Hech 11,26)”.

“Surge del Libro de los Hechos la naturaleza, que no es un bastión, sino una tienda capaz de ensanchar su especio (Cfr Is 54,2) y dar acceso a todos. La Iglesia está ‘en salida’ o no es Iglesia, es un camino es ensanchada siempre, es “una Iglesia con las puertas abiertas” “Exhort. ap. Evangelium gaudium, 46), “llamada a ser siempre la casa abierta del Padre. (...) La Iglesia está llamada a estar siempre con las puertas abiertas, de modo, si alguno quiere seguir una moción del Espíritu y se acerca buscando a Dios, no se encontrará con la frialdad de una puerta cerrada (Íbid, 47)".

“Pero desta novedad de las puertas abiertas a los paganos desencadena una controversia muy animada. Algunos judíos afirman la necesidad de la circuncición para la salvación. Dicen: “Si no os hacéis circundidar según la usanza de Moisés, no pueden ser salvados” (Hech 15,1)”. “Para dirimir la cuestión, Pablo y Bernabé consultan el consejo de los Apóstoles y de los ancianos en Jerusalén y se realiza aquel que es considerado como el primer concilio de la historia de la Iglesia, el concilio o asamblea de Jerusalén, al cual se refiere Pablo en la Carta a los Gálatas (2,1-10). Es afrontada una cuestió teológica, espiritual y disciplinar muy delicada: la relación entre la fe en Cristo y la observancia de la Ley de Moisés. Decisivos en el curso de la asamblea son los discursos de Pedro y Santiago, “columnas” de la Iglesia- madre ( Cfr Hech 15,7-21; Gal 2,9). Ambos invitan a no imponer la circuncisión a los paganos, sino pedirles a ellos rechazar la idolatría y todas sus expresiones. Tal decisión, ratificada con la así llamada carta apostólica enviada a Antioquía, representa también el pensamiento que Pablo expresa en sus cartas. “En Cristo Jesús no es la circucisión la que vale o la no circucisión”, sino “la fe que se hace obra por medio de la caridad” (Gal 5,6) o “el ser nueva creatura”. (Gal 6,15).

“¿Qué nos dice a nosotros la narración de la asambles de Jerusalén? Esta nos ofrece una luz importante sobre las modalidades con las cuales afrontar las divergencias y buscar la “verdad en la caridad” (Ef 4,15). Nos recuerda que el método eclesial para la resolucioón de los conflictos se basa en el diálogo hecho de escucha atenta y paciente y sobre el discernimiento realizado a la luz del Espíritu Santo. De hecho, es el Espíritu, que ayuda a superar las clausuras y las tensiones y trabaja en nuestros corazones para que alcancen, en la verdad y en el bien, a la unidad. Este texto nos ayuda a comprender la sinodalidad. Interesante como escriben los Apóstoles, comienzan la carta diciendo ‘el Espíritu y nosotros creemos que…”. “Pidamos al Señor que refuerce en todos los cristianos, especialmente en los obispos y en los presbíteros, el deseo y la responsabilidad de la comunión. Nos ayude a vivir el diálogo, la escucha y el encuentro con los hermanos en la fe y con los lejanos, para gustar y manifestar la fecundidad de la Iglesia, llamada a ser en todo tiempo “madre alegre” de muchos hijos (Cfr Sal 113,9)”.

Fue al final del encuentro que Francisco dijo que sigue “con preocupación cuanto está sucediendo en Chile. Me auguro-agregó-que, poniendo fin a las violentas manifestaciones, a través del diálogo se ocupen de encontrar soluciones a la crisis y hacer fernte a las dificultades que la han generado, por el bien de la entera población”.