Papa: la alegría de Pascua "¡no es un maquillaje! ¡Se imprime en nuestros corazones y en nuestras acciones! "

Antes de rezar el Regina Coeli, que durante la temporada de Pascua sustituye al Ángelus, Francisco invitó a los fieles "para llevar el Evangelio, leer los capítulos de la Resurrección" y persistan sobre la figura de María "Madre de todos los discípulos, Madre de la Iglesia y Madre de la esperanza". El lunes "prolonga la alegría de la Resurrección de Cristo".

Ciudad del Vaticano (AsiaNews) - El gozo de la Resurrección, el asombro de los discípulos y de las mujeres que llevan el anuncio "se imprimen en nuestros corazones, brillan en nuestras vidas. ¡Esto no es un maquillaje! Viene de adentro, de un corazón inmerso en la fuente de esta alegría, como la de María Magdalena, que lloraba por la pérdida de su Señor y no podía dar crédito a sus ojos al verlo resucitado". Lo ha dicho esta mañana, Lunes de Pascua, el Papa Francisco durante el primer Regina Coeli del tiempo litúrgico.

En una plaza de San Pedro llena de fieles, el Papa dijo: "Queridos hermanos y hermanas, buenos días. ¡Feliz Pascua! 'Cristòs anèsti! - Alethòs anèsti!', '¡Cristo ha resucitado! -¡ El realmente ha resucitado!'. Está nosotros, aquí en la plaza, en esta semana podemos seguir intercambiando el saludo pascual, como si se tratara de un solo día. Es el gran día que ha hecho el Señor. El sentimiento dominante que brilla en los relatos evangélicos de la Resurrección es la alegría llena de asombro, pero un estupor grande, una alegría que viene de dentro. Y en la liturgia nos hace revivir el estado de ánimo de los discípulos por la noticia que las mujeres habían llevado: ¡Jesús ha resucitado! Lo hemos visto".

Poco después, Francisco agrega: "Dejemos esta experiencia grabada en el Evangelio, se imprima en nuestros corazones y brille a través de nuestras vidas. Dejemos que el estupor alegre del Domingo de Pascua se irradie en los pensamientos, miradas, actitudes, gestos y en las palabras... Tal vez, somos cosas luminosas... ¡Pero esto no es un maquillaje! Viene de adentro, de un corazón inmerso en la fuente de esta alegría, como la de María Magdalena, que lloraba por la pérdida de su Señor y no podía creer lo que veía al verlo resucitado".

Quién hace esta experiencia, explica, "Se convierte en un testigo de la resurrección, porque en cierto sentido ha resucitado él mismo, ha resucitado ella misma. Entonces es capaz de llevar un "rayo" de la luz del Señor Resucitado en diferentes situaciones: en esas felices, haciéndolas más hermosos y conservándolas del egoísmo, en aquellas dolorosas, trayendo serenidad y esperanza. Durante esta semana, haremos bien en tomar el libro del Evangelio y leer los capítulos que hablan de la Resurrección de Jesús. Nos hará tanto bien: tomar el Libro, buscar esos capítulos y leerlos".

También hará bien pensar en la alegría de María, la Madre de Jesús: "Al igual que su dolor era lo suficientemente íntima para traspasar su alma, su alegría era tan profunda e íntima, de eso se agarraron los discípulos. Pasó a través de la experiencia de la muerte y resurrección de su Hijo, visto a través de los ojos de la fe, como la expresión suprema del amor de Dios, el corazón de María se ha convertido en una fuente de paz, de consuelo, de esperanza, de misericordia".

Todas las prerrogativas de nuestra Madre, concluye, "derivan de aquí, de su participación en la Pascua de Jesús. De viernes a domingo por la mañana, no ha perdido la esperanza: contemplamos la Madre Dolorosa pero, al mismo tiempo, Madre llena de la esperanza. Ella es la Madre de todos los discípulos, la Madre de la Iglesia y Madre de la esperanza. A Ella, silencioso testimonio de la muerte y resurrección de Jesús, pedimos introducirnos en la alegría de la Pascua. Hagamos ahora con el rezo del Regina Coeli que durante la temporada de Pascua sustituye a la oración del Ángelus".

Inmediatamente después del rezo del Regina Caeli, recibido por aplausos, el Papa dijo: "Dirijo un cordial saludo a todos vosotros, queridos peregrinos que vinieron de Italia y de varios países para participar en este encuentro de oración. Recordad, esta semana, llevar el Evangelio, buscar los capítulos donde se habla de la resurrección y lee todos los días un pedazo de esos capítulos. Eso hará bien, en esta semana. A cada uno le expreso el deseo de pasar en la alegría y la serenidad este lunes, en el que se prolonga la alegría de la Resurrección de Cristo. Buena y santa Pascua a todo el mundo, y un buen almuerzo y adiós".