Papa: Hacer una obra de misericordia es compartir y compadecerse, es arriesgarse
“Una obra de misericordia no es hacer algo para descargar la conciencia: una obra de bien así me quedo un poco más tranquilo, me quito un peso de encima…”. Y, “tantas veces se arriesga”. “Pensemos aquí, en Roma”. “En plena guerra: cuántos se arriesgaron, comenzando por Pío XII, al esconder a los judíos”.
Ciudad del Vaticano (AsiaNews)- Hacer una obra de misericordia no es sólo hacer el bien, sino también compartir, o sea compadecerse es sufrir juntos y arriesgar. Lo dijo el Papa Francisco durante la misa celebrada esta mañana en la casa Santa Marta, comentando un pasaje del Libro de Tobías que narra el compromiso de un justo en ayudar a los hebreos deportados.
Los hebreos fueron deportados a Asiria: un hombre justo, cuyo nombre era Tobías, ayuda a sus connacionales pobres y- arriesgando su propia vida- entierra a escondidas a los hebreos que son asesinados impunemente. Tobías se entristeció frente al sufrimiento de los otros. De aquí la reflexión sobre las 14 obras de misericordia, corporales y espirituales. Realizar una obra de misericordia no significa hacer algo sólo para compartir los que uno posee, sino compartir. “O sea sufrir con quien sufre. Una obra de bien, así estoy más tranquilo, me quito un peso de encima… ¡No! Es también compartir el dolor de los otros. Compartir y compadecerse: van juntos. Es misericordioso quien sabe compartir y también compadecerse del dolor de las otras personas. Y aquí viene la pregunta: ¿Yo sé compartir?, ¿Soy generoso? ¿Soy generosa? Pero incluso cuando veo a una persona que sufre, que está en dificultades, ¿sufro también yo? ¿Sé ponerme en el calzado del otro?, ¿En la situación de sufrimiento?”.
A los hebreos deportados a Asiria les estaba prohibido enterrar a sus connacionales: ellos podían ser igualmente asesinados. Así, Tobías se arriesgaba. Realizar una obra de misericordia -afirmó el Papa- no solamente significa compartir y compadecerse. “Sino que, muchas veces, es también arriesgarse. Pensemos aquí en Roma. En plena guerra. ¡Cuántos se han arriesgado, empezando por el Papa Pío XII, escondiendo a los judíos, para que no fuesen asesinados, para que no fuesen deportados! ¡Arriesgaban su propio pellejo! ¡Pero era una obra de misericordia salvar la vida de esta gente! Arriesgarse”.
Francisco subrayó otros dos aspectos. Quien realiza obras de misericordia puede ser burlado por los otros -como le sucedió a Tobías- porque era considerado como una persona que hace locuras en vez de quedarse tranquilo. Y luego es uno que se deja incomodar. ‘Pero yo tengo un amigo, una amiga enferma, quisiera estar cerca, pero no tengo ganas…prefiero descansar o mirar la televisión… tranquilo’. Hacer obras de misericordia siempre implica ser incomodado. Incomodado. Pero, el Señor sufrió todo tipo de incomodidades por nosotros: se subió a la Cruz. Para darnos misericordia”.
Quien “es capaz de hacer una obra de misericordia”, subrayó el Papa es “porque sabe que él fue ‘misericordiado’ antes; que fue el Señor quien tuvo misericordia de él. Y si nosotros hacemos estas cosas es porque el Señor tuvo misericordia de nosotros. Y pensemos en nuestros pecados, en nuestros errores y cómo el Señor nos ha perdonado: nos ha perdonado todo, tuvo esta misericordia” y nosotros “hacemos lo mismo con nuestros hermanos”. “Las obras de misericordia -concluyó Francisco- son aquellas que nos alejan del egoísmo y nos hacen imitar a Jesús más de cerca”.
17/12/2016 13:14
23/12/2015
10/08/2016 12:53