Papa: El remedio contra la colonización cultural e ideológica es el martirio
En la misa en la Casa Santa Marta, el Papa Francisco pone en guardia sobre aquello que se vende como “novedad” y que, en cambio, destruye las tradiciones, la historia y la religión de un pueblo. El mártir Eleazar se convierte en “raíz” para los jóvenes y para el futuro de su pueblo.
Ciudad del Vaticano (AsiaNews) – Contra “las colonizaciones ideológicas y culturales” que buscan “volver a todos iguales y cancelar las diferencias”, “hay una medicina: el testimonio, es decir, el martirio”. Es lo que ha subrayado el Papa Francisco en la misa celebrada esta mañana en la Casa Santa Marta, al comentar las lecturas de la misa de hoy, que recuerda el martirio de Eleazar en el Libro de los Macabeos (6, 18-31).
Ante todo, el Papa resaltó que además de las persecuciones “religiosas” o “políticas” hay persecuciones “culturales”, como la que se narra en el texto bíblico a propósito de Antíoco Epífanes, que introduce en la tierra del pueblo hebreo “las instituciones paganas de las naciones”. Es una nueva cultura que quiere hacer todo de nuevo y arrasa con las tradiciones, con la historia, e incluso con la religión de un pueblo”. La persecución que nace de una colonización ideológica siempre va delante de esta manera: destruye, “hace que todo se vuelva igual, no es capaz de tolerar las diferencias”.
Pero para defender las “verdaderas tradiciones” del pueblo, nacen algunas resistencias, como la de Eleazar, un hombre digno, muy respetado, y precisamente el Libro de los Macabeos narra la historia de estos mártires, de estos héroes.
El pontífice sigue explicando: “Éste es el camino de las colonizaciones culturales que terminan por perseguir incluso a los creyentes. Pero no debemos ir tan lejos para ver algunos ejemplos: pensemos en los genocidios del siglo pasado, era algo cultural, nuevo: ‘Todos iguales, y éstos que no tienen la sangre pura, fuera, y éstos’… Todos iguales, no hay lugar para las diferencias, no hay lugar para los demás, no hay lugar para Dios. Es la raíz perversa. Frente a estas colonizaciones culturales que nacen de la perversidad de una raíz ideológica, Eleazar, él mismo, se vuelve raíz”.
Eleazar muere pensando en los jóvenes, dejándoles un ejemplo noble, “da la vida, por amor a Dios y a la ley, y entonces se vuelve raíz para el futuro”. Por lo tanto, frente a aquella raíz perversa que produce esta colonización ideológica y cultural, “está esta otra raíz, que da la vida para hacer que crezca el futuro”.
Eleazar da el testimonio de la vida, pensando en la herencia que brindará con su ejemplo: “Yo vivo así. Sí, dialogo con aquellos que piensan de otro modo, pero mi testimonio es así, según la ley de Dios”. Eleazar no piensa en dejar dinero u otra cosa, sino que piensa en el futuro, “en el legado de su propio testimonio”, en aquél testimonio que habría de ser “para los jóvenes, una promesa de fecundidad”.
Con Antíoco Epífanes –explica Francisco- había llegado una “novedad”, pero “es necesario hacer un discernimiento sobre las novedades. Esta novedad, ¿es del Señor, viene del Espíritu Santo, viene de la raíz de Dios? ¿O esta novedad proviene de una raíz perversa? Antes, sí, era un pecado, y no se podía matar a los niños; pero hoy se puede, no hay tanto problema: es una novedad perversa. Ayer, las diferencias eran claras, tal como hizo Dios, la creación se respetaba; pero hoy somos un poco modernos… hazlo, entiendes… las cosas no son tan diferentes… y se hace una mescolanza de cosas”.
Gracias a su testimonio, Eleazar “se vuelve raíz, para dar la vida a los demás”. Y el Papa concluye rogando que su ejemplo “nos ayude en los momentos, quizás de confusión, ante las colonizaciones culturales y espirituales que se nos proponen”.
29/08/2020 11:22