Papa, Domingo del Mar: rezar por los hombres de mar y por quienes los cuidan

El segundo domingo de julio, cuando el mundo recuerda el compromiso de la pastoral marítima, Francisco pidió que se rece por aquellos que "cuidan" a los trabajadores del sector. Recordó a los pueblos oprimidos por la guerra: "Que la Santísima Virgen del Monte Carmelo les dé consuelo". La oficina de prensa del Vaticano emitió un comunicado sobre el ataque a Trump: "Una herida a la democracia, recemos para que no prevalezcan las razones de los violentos".

Ciudad del Vaticano (AsiaNews)- “En el domingo del Mar rezamos por quienes trabajan en el sector marítimo y por aquellos que los cuidan”. Después de rezar el Ángelus, el Papa Francisco recordó en su reflexión que hoy, segundo domingo de julio, es el día que conmemoran todas las comunidades católicas del mundo, y prestó especial atención al trabajo de los marinos así como a los voluntarios de la asociación Stella Maris. La fiesta nació en Inglaterra en 1975 por iniciativa del Apostolado del Mar de la Iglesia Católica, y este año en Italia se celebra en la ciudad de Rávena, a pocos kilómetros del mar Adriático. En el mensaje del Card. Michael Czerny SJ, difundido para la ocasión, dice: "Es maravilloso cuando los voluntarios y capellanes [...] que participan en la pastoral marítima defienden la dignidad y los derechos de la gente de mar".

El pontífice continuó recordando a las poblaciones oprimidas "por el horror de la guerra". Y pidió que “por favor, no olvidemos a la martirizada Ucrania, a Palestina, Israel y Myanmar”. “Que la Madre de Dios, a quien celebraremos pasado mañana como Santísima Virgen del monte Carmelo, nos dé consuelo y obtenga la paz que le pedimos”. Recordó luego uno de los lugares bíblicos más significativos de Tierra Santa, gravemente afectada por la violencia que comenzó el pasado mes de octubre. Antes de este llamamiento, el Santo Padre dirigió varios saludos especiales a los peregrinos que se encontraban en la plaza de San Pedro. Numerosas banderas de países como Brasil, Polonia, Ucrania y Argentina se habían congregado en una plaza soleada y abarrotada. Dirigió también numerosos saludos particulares. “Saludo a las hermanas de la Sagrada Familia de Nazaret, que celebran el capítulo general”, dijo. Pero también "los consejos de los jóvenes del Mediterráneo, que remiten al mensaje del venerable Giorgio La Pira". También a los fieles polacos reunidos en el santuario de la Virgen Negra de Czestochowa".

El Papa no se refirió directamente al ataque de anoche contra Donald Trump, durante el cual el expresidente de Estados Unidos, candidato a la reelección, resultó herido, y murió uno de los asistentes al mitin. La reacción del Vaticano fue confiada a la Sala de Prensa de la Santa Sede, que en una nota informa que este episodio de violencia hiere a las personas y a la democracia, provocando sufrimiento y muerte". Y junto con los obispos estadounidenses, la Santa Sede concluye la breve nota pidiendo al Señor "por los Estados Unidos, por las víctimas y por la paz en el país, para que las razones de los violentos nunca prevalezcan".

En el comentario al Evangelio del día (Mc 6,7-13), antes de la oración mariana, el Papa Francisco, se refirió a la invitación de Jesús a los discípulos a ir "de dos en dos", tomando para el viaje de “nada más que un bastón”, para centrarse en el concepto de sobriedad. “El Evangelio no se anuncia solo, no, se anuncia juntos, como comunidad, por eso es importante saber cuidar la sobriedad”, afirmó. Por eso resulta esencial compartir recursos, “para ser libres. Lo superfluo te convierte en esclavo”, continuó. Un estilo de vida que ayude a "vivir con dignidad y contribuir activamente a la misión".

Pero no se trata sólo de una sobriedad de las cosas materiales. “Ser sobrios en pensamientos y sentimientos, abandonando prejuicios y rigideces”, añadió. Si en una comunidad se puede compartir lo que está disponible, de manera que cada uno renuncie a algo, "esto es ya un anuncio misionero, antes y aún más que las palabras, porque encarna la belleza del mensaje de Jesús en lo concreto de la vida". De esa manera se crean ambientes "ricos en amor, en los que es más fácil abrirse a la fe y a la novedad del Evangelio, y desde el que volver se puede volver empezar mejor, más serenos". Si se actúa de forma contraria a estas acciones, "si prevalece el individualismo y la envidia", la calidad de vida y las relaciones se resienten. “Queridos hermanos y hermanas, la comunión y la sobriedad son valores importantes para nuestra vida cristiana -comunión, armonía entre nosotros y sobriedad- y para nuestro apostolado”, añadió el Pontífice.