Otra represa para Vientiane: hay alerta por la salud del Mekong
En la planta, el gobierno pretende producir 1.460 megavatios de energía electrica para exportar a Tailandia y Vietnam. Está previsto que el sitio se abra entre finales de este año y principios del próximo. Los críticos piden datos sobre el impacto económico, ambiental y social.
Vientiane (AsiaNews/Agencies) - La enorme presa que el gobierno laosiano quiere construir en la provincia septentrional de Luang Prabang amenaza el río Mekong y la supervivencia de los millones de personas que dependen de él. Esta es la queja que varias organizaciones de la sociedad civil presentaron en el “9th MRC Regional Stakeholder Forum”, celebrado en la ciudad de Luang Prabang entre el 5 y el 6 de febrero.
Al evento, organizado por la Mekong River Commission (MRC), asistieron activistas, académicos, representantes del sector privado e inversionistas; pero sobre todo representantes de los gobiernos de Camboya, Laos, Tailandia y Vietnam. Los participantes en el Foro intercambiaron información sobre el último proyecto hidroeléctrico de Vientiane y los progresos realizados en la "Estrategia de desarrollo de la cuenca del río Mekong 2021-2030". Las consultas terminarán el próximo abril. Pero según un acuerdo firmado por Laos, Tailandia, Camboya y Viet Nam en 1995, ningún país puede ejercer un veto sobre un proyecto aprobado por otro país.
Las autoridades laosianas pretenden construir la nueva represa cerca de la aldea de Houygno, a unos 25 kilómetros de la ciudad que da nombre a la provincia y a 2.036 del delta del Mekong en Vietnam. En la planta, el gobierno pretende producir 1.460 megavatios de energía electrica para exportar a Tailandia y Vietnam. De acuerdo con los planes de la administración, está previsto que el sitio se abra entre finales de este año y principios del próximo. Sin embargo, los residentes de las aldeas vecinas dicen que aún no saben si serán reubicados y cuándo. Los críticos del proyecto piden al Gobierno de Laos y a los agentes que participan en la iniciativa que proporcionen datos más detallados sobre el posible impacto económico que la presa tendría en las poblaciones y los países situados aguas abajo. Las asociaciones ecologistas destacan que la presa contribuiría a la erosión de las orillas del río, con efectos devastadores para la agricultura. La migración y el bienestar de los peces también correría un alto riesgo.
La construcción de presas, la contaminación y la extracción de arena y grava alimentan la preocupación de los expertos por la salud del río más grande del sudeste asiático y las comunidades que viven en sus orillas. Con 4.350 km de longitud, el Mekong es la mayor reserva de pesca interior del mundo y la segunda en biodiversidad después del Amazonas. El río es el medio de vida de unos 60 millones de personas que viven en los asentamientos a lo largo de su curso, que fluye desde las tierras altas del Tíbet a través de Myanmar, Laos, Tailandia, Camboya y Vietnam, antes de desembocar en el Mar de la China Meridional.
La explotación intensiva del agua ha estado ocurriendo durante años. Algunos de los efectos ya son visibles. Para los 2.390 km del bajo Mekong, el 2019 fue un año difícil. En los últimos 50 años, las aguas nunca habían sido tan poco profundas. Las aldeas a lo largo del curso de agua son las más expuestas a las consecuencias del cambio climático y las 11 represas que China ha construido en su territorio, que muchos creen que están reteniendo el agua. Tras años de oposición de los ecologistas, en los últimos cuatro meses Laos ha inaugurado las dos primeras presas del Bajo Mekong: la Xayaburi, una planta de 1.200 MW, y la más pequeña Don Sahong. En los últimos 15 años, Vientián -que aspira a convertirse en la "batería de Asia"- ha construido unas 50 presas a lo largo de ríos y arroyos; al menos otras 50 están en construcción y otras 288 están en fase de planificación. Según los datos del Centro Stimson de Washington, si se completaran todos los proyectos, la capacidad hidroeléctrica del país alcanzaría los 27 mil MW, frente a sólo 700 MW en 2005.