13/03/2015, 00.00
CAMBOYA

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Obreros del textiles en Camboya "víctimas" de abusos, violencias y explotación"

Lo denuncian los activistas de Human Rights Watch. Entre las mujeres no faltan episodios de abusos sexuales y maltratos. Pedido al gobierno y a las grandes marcas internacionales para que protejan a los trabajadores. En la industria manufacturera están empleadas 700 mil personas, con un volumen de exportaciones de unos 5,3 mil millones de dólares.

Phnom Penh (AsiaNews/Agencias)- El gobierno camboyano y las grandes marcas internacionales del vestido deben ocuparse más en proteger a los obreros de la industria textil de los abusos, entre los cuales las discriminaciones y turnos masacrantes con horas de trabajo superiores a los consentido. Es lo que piden los activistas de Human Rights Watch (Hrw), según el cual diversas fábricas usan-en violación de la ley- contratos por tiempo determinado para evitar pagar las contribuciones a los trabajadores y echarlos sin vínculos. Además, en las industrias que emplean mano de obra femenina, se verifican con frecuencia casos de violencias y abusos verbales en relación de las dependientes.

En un documento publicado recientemente que lleva por título "Work faster or Get Out" (¡Trabaja más rápido o te vas!) los activistas hacen un pedido al ejecutivo de Phnom Penh y a los productores mundiales para que apliquen con mayor rigor las leyes y pongan fin a los abusos. Phil Robertson, vice director para Asia de Hrw, confirma que "las mujeres camboyanas empleadas en las industrias del tejido deben enfrentar cada día tentativos y molestias sexuales" y que cuando tratan de defender sus derechos y forman un sindicato son licenciadas".

El aumento de los salarios y la creciente inflación en China de los últimos decenios han provocado una diáspora en el sector de la producción de ropa a bajo costo, que se transfirió a países como Camboya, Vietnam y Bangladesh. Se trata de naciones donde las normativas sobre el trabajo y las leyes de seguridad a menudo no son aplicadas o no son cumplidas pues no corren el peligro de ser sancionados.

Además, las grandes marcas internacionales- como la Inditex SA de Zara y Hennes & Mauritz AB´de H&M- han presionado a los productores locales para acelerar el ritmo de la producción.

La industria manufacturera es una de las actividades más florecientes y productivas de Camboya, donde al menos 700 mil personas son  empleadas en el sector y que tiene un volumen de exportaciones (2013) de unos 5,3 mil millones de dólares. En enero de 2014 la policía y los soldados del gobierno han reprimido con violencia una serie de protestas de los obreros del sector, que pedían un aumento del salario mínimo. Al menos 5 personas murieron. El año precedente, en vez el derrumbe de una fábrica murieron 2 trabajadores.

El ramo textil es uno de los sectores claves para el relanzamiento de la economía en Camboya, que este año según las previsiones del Banco mundial debería crecer un 7,5%, el dato más elevado de toda Asia del este. La relación publicada por Hrw, se basa en entrevistas efectuadas a al menos 340 personas entre obreros de 73 fábricas distintas, sindicalistas, activistas para los derechos de los trabajadores y funcionarios del gobierno, además que a los representantes locales de las grandes industrias del tejido.

Ku Kam Rein, de 32 años, una ex empleada del textil, afirma que "teníamos que trabajar duro, aunque si estábamos exhaustas". La mujer dejó de trabajar en su quinto mes de embarazo, porque "no podía someterme a ninguna visita médica". "No tenía el tiempo necesario para ir a los del médico". "Teníamos objetivos que cumplir". "Y yo tenía demasiado miedo para pedir permiso". También están confirmados el trabajo a menores. Si bien la edad mínima para trabajar sea de 15 años, en al menos 11 fábricas se encontraron obreros de edad inferior, escondidos rápidamente a la llegada de los inspectores. Y las condiciones empeoran en las pequeñas empresas que son sub-contratadas por las empresas más grandes, incluidas aquellas que proveen a las conocidas marcas internacionales.

Los Brand tiene un rol fundamental en la promoción y en el respeto de los derechos de los trabajadores, subraya la relación de Hrw. "Pero una combinación de escasa transparencia de la cadena de aprovisionamientos, la ausencia de informadores y ninguna claridad en los mecanismos de apoyo- concluye- junto a una falta de apoyo para intervenciones que tutelen a los trabajadores en las fábricas, constituyen un obstáculo a la responsabilidad de las marcas.

 

 

 

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