Obispos tailandeses: cercanos a las parejas homosexuales, pero el matrimonio sólo es entre un varón y una mujer
Cientos de parejas LGBTQ+ se casaron hoy cuando la ley entró en vigor. En una carta pastoral, la CBCT confirma los “tres principios” de la Iglesia sobre el tema. Los prelados invitan a responder a los “desafíos” que plantea la “teoría de género”, fuente de “confusión y conflicto”.
Bangkok (AsiaNews) – Remitiéndose a las enseñanzas del documento Dignitas Infinita del Dicasterio vaticano para la Doctrina de la Fe, la Conferencia Episcopal Tailandesa (CBCT) reafirma en una carta pastoral que todo ser humano, "independientemente de su orientación sexual, debe ser tratado con dignidad y respeto", evitando "discriminaciones, agresiones o violencia". Sin embargo, cita asimismo la advertencia del Papa Francisco contra la “colonización ideológica” y considera que es igualmente importante contrarrestar “cualquier intento de redefinir el género sin reconocer la vida como un don de Dios”, porque erosiona “las verdades fundamentales sobre la naturaleza humana”. El documento, firmado por su presidente, Mons. Joseph Chusak Sirisut, fue reproducido hoy por LiCAS.news, cuando en el país se está celebrando la entrada en vigor de la ley que autoriza el matrimonio entre personas del mismo sexo. Los obispos expresan asimismo su “preocupación por la influencia de la teoría de género en el discurso contemporáneo”.
La CBCT confirma en el documento el compromiso de la Iglesia de respetar la dignidad humana, manteniendo al mismo tiempo sus enseñanzas doctrinales sobre el matrimonio. “Este mensaje pastoral - dicen los prelados - transmite la posición y el enfoque de la Iglesia Católica en la atención de las parejas del mismo sexo que registran su matrimonio según la ley, para garantizar prácticas pastorales apropiadas”. Al mismo tiempo, la declaración cita el Génesis para reafirmar el fundamento bíblico del matrimonio cristiano como la “unión de un varón y una mujer”.
Hoy entró en vigor en Tailandia la ley que reconoce que las uniones LGBTQ+ tienen el mismo valor y dignidad que las parejas heterosexuales, lo que lo convierte en el mayor país de Asia que avala el matrimonio entre personas del mismo sexo después de Nepal y Taiwán. Para celebrar el acontecimiento, el parlamento de Bangkok enarboló banderas de arco iris, mientras que los centros comerciales organizaron eventos relacionados con el orgullo gay para celebrar el día, como una boda masiva en la que intercambiaron votos 200 parejas.
Un distrito de Bangkok regaló pasajes de avión a la primera pareja que registró su matrimonio, mientras que la primera ministra Paetongtarn Shinawatra publicó un mensaje en las redes sociales desde Davos, donde asiste al Foro Económico Mundial, en el que dice: “La bandera del arcoíris flamea alto en Tailandia”. Los grupos activistas quieren superar las 1.448 inscripciones antes del final del día, en homenaje al número correspondiente a la cláusula del Código Civil tailandés relativa a la definición de matrimonio.
Para los activistas y las ONG, la ley, aprobada por ambas cámaras del Parlamento en junio del año pasado antes de ser firmada por el rey en septiembre, representa un gran paso adelante para los derechos de las personas LGBTQ+. Sin embargo, el país sigue siendo una excepción en el continente asiático en lo que se refiere al reconocimiento de la igualdad matrimonial. Es por eso que muchas personas extranjeras se han radicado en el país, como la japonesa Aki Uryu, quien se mudó a Bangkok para estar con su pareja.
La Iglesia reafirma que el sacramento del matrimonio es exclusivo entre un varón y una mujer, pero también se compromete a brindar atención pastoral a las parejas del mismo sexo. A este respecto, los obispos señalan tres principios: la Marriage Equality Act no altera las enseñanzas de la Iglesia sobre el matrimonio, reservado a las uniones heterosexuales; cualquier bendición pastoral para parejas del mismo sexo no avala su estado civil, sino que es un signo de la misericordia de Dios y un medio para alentar una vida fundada en el Evangelio; los pastores deben tratar a todas las personas con amor, dignidad y respeto, favoreciendo su crecimiento espiritual y guiándolas hacia la santidad. Reconociendo “los desafíos” que plantea la “teoría de género”, que es fuente de “confusión y conflicto”, los obispos aclaran que “esto no es una negación de la gracia de Dios, sino una afirmación de su amor por todos sus hijos”. Por último, en los cambios sociales producidos por la ley sobre la igualdad matrimonial, la Iglesia católica reafirma “su doble compromiso: defender la santidad del matrimonio cristiano y al mismo tiempo caminar junto a todas las personas con compasión y atención”.
01/03/2024 15:58