Nepal, 20 detenidos muertos en las cárceles que se derrumbaron durante el sismo
Katmandú (AsiaNews)- “Son al menos 20 los prisioneros muertos durante el sismo y más de 100 los que quedaron heridos. Pero no disponemos datos oficiales y tememos que el número sea mucho mayor”. Es la denuncia de Sudip Pathak, activista y miembro de la Comisión por los derechos humanos en Nepal. Según fuentes no oficiales, de hecho, el violento terremoto que azotó al país el 25 de abril- y que superó las 8 mil víctimas ciertas y los 17 mil heridos- destruyó o dañó más de la mitad de las prisiones nepaleses. Entre los 20 prisioneros muertos en el derrumbe de las casas de detención, al menos 16 se encontraban en la cárcel central de Katmandú. Ahora los parientes de las víctimas piden al gobierno que garantice la seguridad de quien ha sobrevivido.
Pathak critica la ineficiencia del gobierno “en el garantizar la seguridad de aquellos que se encuentran bajo su control. Continuar a detener prisioneros en estructuras viejas, en mal estado y dañadas es un crimen de Estado. El gobierno no está en grado de darnos los datos exactos sobre la capacidad total de las prisiones, el número de detenidos-distinto entre ciudadanos y extranjeros- ni de los heridos. Este no es un gobierno democrático. Logramos juntar información no oficiales de varias organizaciones no gubernamentales, dado que el Estado tiene miedo de las víctimas”.
Bed Bahadur Karki, guardia carcelaria de la prisión central de la capital, confirma el número de las 16 víctimas-todas de nacionalidad nepalesa- pero no sabe dar información sobre la situación de las otras cárceles. “Una 200 personas estaban presentes durante el sismo. Todos están aterrorizados, pero no tenemos soluciones alternativas y no sabemos ni podemos llevarlos a otro lugar. Los detenidos murieron a causa del derrumbe de los viejos edificios, cuando las paredes se cayeron sobre ellos”, refiere.
Nira Tamang, viuda de Som Bahadur Tamang, muerto en la prisión central, recibió el cuerpo del marido difunto. La mujer denuncia a AsiaNews. “Los crímenes deben ser castigados, pero el país no tiene derecho de matar a las personas, obligándolas a vivir en lugares en mal estado que pueden derrumbarse en cualquier momento”. “Mim marido-continúa- habría tenido que salir la semana siguiente. Todos los detenidos sobrevivientes sufren traumas psicológicos, porque la policía no los dejan salir al aire libre ni siquiera cuando tiembla la tierra”.
Puskar Karki, Jefe de la División investigativa de la policía de Katmandú, se defiende de las acusaciones: “Nosotros nos ocupamos de los arrestados imputados por algún crimen, pero después el transferirlos a la administración penitenciaria no tenemos más nada que ver con ellos”. También Surya Siwal, secretario del ministro de Asuntos internos, no se asume ninguna responsabilidad sobre lo sucedido. “Nosotros tratamos en modo serio la cuestión, pero las consecuencias de tales desastres están más allá de nuestro control. Estamos haciendo las curaciones necesarias a los sobrevivientes y proyectando lugares más seguros”.
Según datos difundidos por el gobierno, el 55% de las casas de detención en las zonas golpeadas por el terremoto no están en condiciones de seguridad y pocas de éstas podrán ser reutilizadas. En el país hay unos 17 mil reclusos y 72 distritos. Durante el terremoto del 25 de abril, el 90% de los edificios de la capital reportaron serios daños estructurales y el gobierno en los días pasados decidió suspender todos los proyectos de construcción aprobados en precedencia porque “no satisfacen los criterios de seguridad pública”.