El Primer Ministro, Shehbaz Sharif, ha anunciado luto nacional para hoy después de que las primeras aproximaciones indicaran que cerca de 300 paquistaníes podrían haber muerto en el mar Mediterráneo. Un passeur informó de que su hijo también había embarcado en el pesquero abarrotado. Familiares de las víctimas informaron haber pagado cerca de 8.000 euros por el viaje y luego haber perdido el contacto.

Islamabad (AsiaNews) - Las autoridades pakistaníes detuvieron a diez presuntos traficantes de personas a causa del reciente naufragio frente a las costas del Peloponeso, en el que murieron al menos 78 emigrantes y centenares están perdidos. Según los testimonios de los sobrevivientes, en el pesquero que naufragó viajaban entre 700 y 750 personas, de las cuales unas 300 o 400 procedían de Pakistán. Entre las víctimas también había ciudadanos egipcios, sirios, palestinos y afganos. Los medios de comunicación paquistaníes calculan que hasta 298 compatriotas podrían haber muerto en el naufragio.

El primer ministro pakistaní, Shehbaz Sharif, declaró luto nacional para hoy y anunció la creación de una comisión para investigar el tráfico de personas, precisando que los responsables serán "severamente castigados". La comisión, compuesta por cuatro miembros, recibió también instrucciones para presentar un informe al gobierno antes de la semana que viene.

La mayoría de las detenciones se produjeron en Cachemira, región de la que también procedían la mayoría de los migrantes (unas 135 personas), mientras que otros habían partido desde la provincia oriental de Punjab. Los detenidos están acusados de enviar a jóvenes paquistaníes a Libia, desde donde luego habría partido la embarcación con el objetivo de llegar a Italia. En Grecia las autoridades también detuvieron a nueve egipcios acusados de conducir el pesquero abarrotado, y comparecerán hoy ante el tribunal, a pesar de que organizaciones no gubernamentales han denunciado varias irregularidades en el juicio.

Las familias de los fallecidos en el naufragio contaron que habían pagado 2,3 o 2,5 millones de rupias (casi 8.000 euros) para reservarles a sus hijos un viaje a Italia. Muhammad Mukhtar Butt, padre de Kashif, de 27 años, declaró al diario paquistaní Dawn que había recibido una llamada del passeur que había organizado el viaje de su hijo unos días antes del naufragio: el hombre quería felicitarlo porque Kashif iba a viajar a Europa. Pero al cabo de unos días "el passeur desapareció y su teléfono está apagado también", explicó el padre.

Los familiares de otros seis emigrantes de un pueblo cercano a Wazirabad contaron la misma historia. Aunque no habían tenido contacto con sus hijos desde hacía al menos 10 días, a algunos les habían dicho que sus seres queridos no iban en el barco que naufragó. La incertidumbre aumenta por las dificultades en el proceso de identificación. Raja Sakundar, del distrito de Kotli, en la provincia de Cachemira, dijo que todos sus nietos, de entre 18 y 36 años, están perdidos. 

Usman, uno de los supervivientes, consiguió sin embargo ponerse en contacto con su familia desde un campo de refugiados en Grecia. Los padres explicaron que el barco se había quedado sin agua potable y llevaba cinco días a la deriva. Según una reconstrucción de The Guardian, al menos seis personas a bordo de la embarcación ya habían muerto por falta de agua y hacinamiento. Una vez en el barco, los migrantes paquistaníes fueron "relegados a la parte más peligrosa de la embarcación", mientras que las mujeres y los niños fueron encerrados en la bodega.

Los hombres detenidos hasta ahora en Pakistán indicaron los nombres de los traficantes de personas para los que trabajan (Chaudhry Zulqernain, Talat Kiani, Khalid Mirza y Sajid Mehmood, casi todos residentes en Libia) y explicaron que el viaje a Europa comienza con un vuelo (legal) a Emiratos Árabes Unidos, Egipto o Libia. Uno de los detenidos también contó que su hijo también iba en el pesquero que naufragó. Los contrabandistas admitieron más tarde que otros pakistaníes que habían intentado la travesía anteriormente se encuentran actualmente encarcelados en Libia. 

Miles de jóvenes pakistaníes sin posibilidades de obtener un visado legal para Europa también se enfrentan a arriesgados viajes a través de Irán o Turquía. Pakistán lleva más de un año sumido en una crisis política y económica, con una inflación que alcanzó el 38% en mayo y con negociaciones para obtener un préstamo del Fondo Monetario Internacional y evitar el default financiero estancadas.

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