Mosul, un café literario por el renacimiento cultural y social después de las violencias del Isis

En la ex-capital del califato se inauguró un lugar dedicado al encuentro y a la lectura. Los yihadistas quemaban los libros y daban latigazos a cuantos leyeran textos prohibidos. Hoy en los estantes encontramos también libros de Nietzche y Marx. El proyecto nació gracias al compromiso de dos ingenieros de treinta años que quieren ser "hombres abiertos a todos los sectores” y cambiar la sociedad.

Mosul (AsiaNews)- La idea de abrir un lugar dedicado al encuentro y a la lectura “vino bajo la ocupación”, cuando la lectura y los libros se convierten en la única arma con la cual oponerse a la loca ideología de los yihadistas del Estado islámico (EI; ex Isis). Y hoy, a distancia de algunos meses de la liberación, puede festejar la inauguración del primer café literario de Mosul, segunda ciudad en importancia de Irak y que por 3 años fue bastión del así llamado “Califato”. Un lugar en el cual se consumieron algunas de las peores atrocidades de Daesh (acrónimo árabe para designar al Estado islámico) y que hoy a distancia de tiempo, trata de renacer a una nueva vida partiendo también de los libros que los milicianos quemaban en las plazas.

El Book Forum abrió por primera vez sus puertas a fines del año pasado y es, según sus mismos frecuentadores, uno de los símbolos “de la increíble resistencia” opuesta por la metrópolis del norte a la cultura de muerte y terror de Isis. El local surge cerca de la universidad, también ésta fue objeto de las devastaciones yihadistas y nació gracias a la intuición y el trabajo de 2 ingenieros de unos treinta años, Fahad y Hareth, con la pasión por la literatura.

Las paredes están recubiertas de pinturas locales y extranjeros luego están los estantes y las ménsulas en las cuales encuentran espacio centenares de libros diversos entre ellos. Entre éstos hay también libros de Marx y de Nietzche, si bien se trate de dos autores ateos y confirma la variedad y la apertura sobre las cuales se funda la estructura. Grupos de estudiantes apasionados de lectura llenan sus mesas, acompañando la lectura de los libros con un buen café.

“Me vino la idea durante la ocupación”, recuerda Fahad Sabah. “Antes de Daesh-narra a La Croix-era docente contratado por la facultad de ingeniería de petróleo y de minas de la Universidad, que se había inaugurado desde hacía poco. Obtuve un doctorado en los EEUU. Todo esto desapareció con la llegada de Isis a la ciudad. Y yo, no podía tampoco huir, porque estaban por nacer mis dos mellizos”.

Hoy el café literario se convirtió en un punto de encuentro para estudiantes y bibliófilos, pero el camino que llevó a su nacimiento se distinguió por los peligros y los desafíos. Bajo la ocupación de Daesh, Fahad rechazó colaborar con los hombres del “Califato” y rechazó un puesto en un ateneo ligado a la ideología extremista. Se encierra en casa y sobrevive reparando antenas clandestinas y garantizando conexiones internet pirata a los vecinos. Los servicios de seguridad de Daesh lo descubren y para no denunciar a sus clientes, prefiere abandonar la actividad y se dedica a su segunda gran pasión: la lectura. Entre los textos que lo han inspirado para la apertura del Book Fórum están el texto del sociólogo iraquí Ali Al Wardi. “Predicadores de los Sultanes”-analistas de los problemas políticos-sociales en tiempos del Imperio otomano- y la Biblia, para profundizar los conocimientos sobre la religión hebrea. “Por esto-comenta Fahad- habría podido ser ejecutado”.

Le hace eco el colega y amigo Hareth, el cual recuerda que “se podía ser castigados” también por poseer libros sobre la religión musulmana “contrarios a la doctrina” impuesta por Daesh. El texto de Ali Al Wardi, agrega, “podía costarte al menos 50 latigazos”. Rigurosamente prohibidos la música, pinturas y dibujos de mujeres. “Soy musulmán-concluye-pero también leo a Marx y a Nietzche porque son grandes pensadores de la humanidad. Distinto es el discurso para la literatura dedicada a los adultos, que preferimos evitar porque es demasiado controvertida. Queremos abrirnos a todos los sectores, esperando un día cambiar las reglas de nuestra sociedad”.