Mons. Hinder: el Papa en Baréin, por los cristianos árabes y la ‘diplomacia discreta’ con Riad
La misa en el estadio fue "el momento más emotivo". Se podía ver "el entusiasmo" de decenas de miles de fieles. La "dedicación" de la comunidad local en la preparación de la visita. El sufrimiento físico del pontífice, su "fragilidad", tocó el corazón de los musulmanes.
Manama (AsiaNews) - El momento "más conmovedor" del viaje del Papa Francisco a Baréin, que concluyó ayer, fue "la misa en el estadio", donde se vio "el entusiasmo" de los fieles de toda la región del Golfo "reunidos en oración para celebrar el misterio". Es lo que dice a AsiaNews mons. Paul Hinder, administrador apostólico de Arabia del Norte (Kuwait, Arabia Saudita, Qatar y Baréin), que vivió la visita del 3 al 6 de noviembre en estrecho contacto con el Pontífice y marcada por muchos acontecimientos significativos. Incluso "a nivel personal", explica monseñor Hinder, que ya había recibido al Papa en los Emiratos Árabes Unidos en 2019, un acontecimiento "histórico" que aún está vivo en su memoria: "Esta segunda visita implicó una gran dedicación a nivel personal, muy por encima de las expectativas".
Al solicitarle un primer balance de la visita, el obispo de origen suizo, que lleva mucho tiempo en la región, primero como vicario del sur de Arabia (EAU, Yemen, Omán) y ahora como administrador apostólico del norte, habla de una "visita que ha ido muy bien: bien organizada por ambas partes, por el gobierno de Manama y por el Vaticano". Dice estar "admirado" por la dedicación mostrada "por estas personas que se consagraron día y noche a preparar hasta el más mínimo detalle". A continuación, el prelado destaca "los discursos del Papa", que califica de "valientes a la hora de abordar y tratar problemas básicos" como los derechos humanos y la libertad religiosa. Y además, sus firmes posturas contra la guerra y a favor del trabajo en una realidad conformada por migrantes.
Para los cristianos de la región, profesar la fe es siempre un reto, por la "situación especial" en la que se encuentran y por el hecho de que "no son un gran número", señala mons. Hinder. Al mismo tiempo, "tienen una tarea que cumplir", como recordó el propio Pontífice, porque "están llamados a vivir el Evangelio en su realidad de forma sencilla y humilde, pero también creíble" en una perspectiva de "paz". "Y tanto en materia de derechos, de libertad religiosa como en las referencias a la paz", añadió, "los que escucharon y debían entender, captaron el mensaje".
El viaje de estos días sigue a la visita a los Emiratos en 2019, una primicia histórica para un pontífice en una nación del Golfo. "Sin duda forma parte de la misma lógica y continuidad, aunque todavía es un proceso en ciernes". Un proceso de "acercamiento en el respeto mutuo y la comprensión recíproca", especialmente "en el nivel de la acción que está en la mente del Papa, a pesar de ser diferentes [el cristianismo y el islam] en la religión y la doctrina". Pero el objetivo es "llegar a puntos en común" para reforzar la "sinergia", un proceso que "no puede darse en un día, pero la insistencia del Papa es un elemento que aporta fuerza y confianza", aunque no haya resultados inmediatos y no se cumplan todas las expectativas al 100%.
No se ha firmado ningún documento en Baréin, porque sigue siendo válido el texto firmado en Abu Dabi en 2019, que es también el corazón de la encíclica Fratelli Tutti. Mons. Hinder agrega: lo que permanece es "la continuidad en la enseñanza y la práctica" de las relaciones islamo-cristianas. En el encuentro con sacerdotes, religiosas y laicos dedicados a la labor pastoral, surgió un "fuerte aliento" para continuar la misión. El prelado reconoce que habló "en un momento imprevisto y personal" con el pontífice sobre la situación de los cristianos en Arabia Saudita, algunos de los cuales habían seguido el viaje apostólico en directo. "Hay un puente, no sólo físico" entre los dos países que favorece las conexiones y los intercambios, incluso para la comunidad cristiana. Al mismo tiempo, está en marcha una "diplomacia discreta" que "entendemos que es la más eficaz" para poder dar frutos en el futuro.
"Para los fieles", concluye Mons. Hinder, "la presencia del Papa ha sido una fuente de gran alegría y orgullo. Vino tres veces en dos años. Y teniendo en cuenta la pandemia de Covid-19 y la salud del pontífice, esto nos hace ver que no nos olvidan y es un elemento de gran consuelo. Además, Francisco ha tocado el corazón no sólo de los cristianos, sino también de los musulmanes, que ven su fragilidad, las dificultades físicas del Papa, pero también la fuerza para hacer estos viajes y encontrarse con nosotros con humildad".
