11/11/2024, 19.03
CHINA-ITALIA
Enviar a un amigo

Mattarella y los misioneros en China

de Gianni Criveller

En el discurso en la Universidad de Beijing y en el homenaje ante las tumbas de Intorcetta y Martini en Hangzhou, record{o de la contribución al diálogo que hicieron los misioneros, antes y después de Marco Polo. Y en continuidad con ellos, el presidente de la República Italiana también habló de los derechos humanos en China.

 

Milán (AsiaNews)- La visita del presidente de la República italiana Sergio Mattarella a China, que está llegando a su fin, se ha desarrollado bajo el signo de los profundos vínculos históricos y culturales entre China e Italia, a los que hicieron un aporte fundamental los misioneros. Como era obligatorio en el año del 700 aniversario, la visita recordó al viajero y comerciante veneciano Marco Polo. Sin embargo, él no fue el primer italiano o europeo que pisó China: antes, al mismo tiempo y después que él, en los siglos XIII y XIV, numerosos misioneros franciscanos, italianos o europeos, recorrieron las rutas de la seda de Asia Central o cruzaron los mares del sur y del este de Asia para llegar a China.

En la importante Lectio magistralis que tuvo lugar el 9 de noviembre en la Universidad de Beijing (conocida en China como Beida), Mattarella citó a cuatro misioneros italianos como campeones del diálogo intercultural: Matteo Ricci, Michele Ruggieri, Alessandro Valignano y Prospero Intorcetta. Al día siguiente, domingo 10 de noviembre, el presidente visitó en la bella ciudad de Hangzhou la tumba de los misioneros jesuitas: entre otros, Prospero Intorcetta y Martino Martini.

Mattarella conoce bien la figura de Intorcetta, originario de Piazza Armerina (como es sabido, el presidente también es siciliano), a quien ya había mencionado hace siete años durante su anterior visita a Beijing. Intorcetta estuvo en China desde 1659 hasta 1696 y es considerado uno de los más cultos y sin duda el mejor sinólogo entre los misioneros jesuitas en China. Convencido partidario de la línea de "acomodación" inaugurada por Matteo Ricci - figura mucho más conocida y apreciada en China que en Italia - Intorcetta también participó con sus escritos en la controversia sobre los ritos chinos. Conocedor profundo e intérprete original de la lengua china, tradujo los clásicos chinos al latín y los publicó en Europa. Con su obra Confucio, el filósofo de los chinos (París 1687, a la que también colaboró el jesuita francés Philippe Couplet) introdujo el confucianismo en Europa. Entre los lectores de estas obras se encuentran filósofos como Leibniz, Spinoza, Voltaire y otros eruditos vinculados a la Universidad de la Sorbona, donde se seguían con gran interés los acontecimientos y controversias sobre China. Con toda probabilidad, la lectura de las obras confucianas traducidas por los jesuitas y de sus cartas desde China inspiraron de algún modo a los intelectuales franceses que dieron origen a la Ilustración. El ideal del soberano ilustrado, que gobierna al pueblo con la razón y se rodea de los mejores, también está tomado de la narrativa jesuita del sistema imperial chino.

Martino Martini - misionero trentino en China de 1642 a 1661, involucrado también en la polémica de los Ritos - es el autor del importante Novus Atlas Sinensis (Amsterdam, 1655), el primer y muy preciso atlas que introdujo la geografía de ciudades y provincias chinas en Europa. En el museo Popoli e culture de nuestro Centro Pime de Milán conservamos un valiosísimo ejemplar de la primera edición, reproducido íntegramente en una versión digital a disposición del público. Los misioneros jesuitas Intorcetta y Martini tuvieron un mérito histórico extraordinario: introdujeron por primera vez en Europa la geografía y la filosofía de China, convirtiéndose así en protagonistas absolutos de la modernidad y el diálogo intercultural.

Volviendo al significativo discurso de Mattarella en la Universidad de Beijing, me llamó la atención no sólo la referencia ideal a los misioneros sino también la referencia a los derechos humanos y a la paz, dos de las grandes contribuciones de la religión cristiana que llevaron los misioneros a China y a todo el mundo. La referencia explícita a la Declaración Universal de Derechos Humanos es tanto más significativa cuanto que no es nada obvia. Plantea un tema más actual que nunca en China y en el mundo. Así como no se podía dar por descontado que, invocando el bien de la paz, Mattarella haya invitado a China a asumir su responsabilidad de mediación y pacificación en el mundo, en particular con respecto a Rusia, cuya invasión de Ucrania el presidente condenó explícitamente.

La visita a China se realizó bajo el signo de la amistad y el diálogo. Es muy positivo que Mattarella y el presidente chino Xi Jinping se dirijan el uno al otro con respeto y simpatía. Pero esto no ha impedido al presidente italiano alentar - con palabras claras - a los interlocutores chinos en el camino de los derechos humanos y la paz.

 

TAGs
Enviar a un amigo
Vista para imprimir
CLOSE X
Ver también
La ilusión de una cooperación ‘win-win’ en las nuevas Rutas de la Seda chinas
01/04/2019 12:12
Papa: rezar ‘cara a cara’ con Dios, y no repitiendo “oracioncitas” como un loro
04/04/2019 14:33
Economía, educación y turismo en el centro de la visita del presidente italiano a Vietnam
09/11/2015
Hangzhou, murió el obispo ‘oficial’ Cao Xiangde
10/07/2021 11:37
El estupor del Evangelio renace con el fuego de la misión ad gentes
12/10/2017 16:47


Newsletter

Suscríbase a la newsletter de Asia News o cambie sus preferencias

Regístrese
“L’Asia: ecco il nostro comune compito per il terzo millennio!” - Giovanni Paolo II, da “Alzatevi, andiamo”