Manila pide ayuda a Europa para frenar el expansionismo de Beijing en los mares

Del 13 al 20 de septiembre el presidente filipino Aquino, encontrará a los principales jefes de Estadio y gobiernos de la Unión europea. Él tratará de presentar una propuesta- un plan de intervención "en tres partes"- para dirimir las controversias en el mar Chino meridional. Y pide el apoyo, aunque sea "tácito" de Francia y Alemania.

Manila (AsiaNews/Agencias)- El presidente filipino benigno Aquino tratará de buscar ayuda de los líderes europeos para resolver las controversias territoriales con Beijing en las aguas disputadas del mar Chino meridional. Es cuánto refiere una fuente oficial del Ministerio de exteriores de manila, subrayando que en la semana de visita oficial a la Unión europea él encontrará (entre los otros) a los jefes de gobierno de Francia y Alemania. Aquino intentará presentar su propuesta, dirigida a frenar a China en sus posibles movimientos que lo único que harán será empeorar las tensiones, ya existentes, en una zona estratégica para el tráfico marítimo y comercial.

Zeneida Collison, alto funcionario del Ministerio filipino de exteriores, refiere que en todos los encuentros a partir del de España, Aquino buscará adhesiones "a la posición" filipina, relacionada con la controversia en el mar Filipino occidental. Hay que subrayar que el miembro de la delegación filipina usó en nombre de local, y no el más frecuente de mar Chino meridional, para indicar la porción del territorio al centro de la controversia.

El presidente filipino trata así de perorar su propia causa en primera persona, delante de los ejecutivos y a las representaciones oficiales de Madrid, Bélgica, Francia, Alemania, durante el viaje diplomático en programa del 13 al 20 de septiembre. La causa prevé un "plan de triple intervención", en base a la cual China y los otros actores protagonistas son llamados

A evitar acciones de naturaleza provocativa. El apoyo puede ser también "tácito" y no es necesario que sea incluido dentro de los documentos oficiales, precisa la funcionaria.

Un pasaje clave, porque parece difícil que las cancillerías de media Europa, traten de enemistarse en modo abierto con China, sobre una cuestión que ya abrió diversos frentes de discusión y contraste. Tanto en la región Asia-Pacífico como en el escenario internacional con los Estados Unidos observadores (atentos y presentes) en la controversia.

El mes pasado Manila protestó en vía oficial con Beijing, por la creciente presencia de naves de patrullaje chinas en la Reed Bank, teatro de enfrentamientos entre las dos marinas en el año 2012. Además, en los días pasados las autoridades filipinas han arrestado a 3 hombres que planificaban atentados-entre los cuales- a la embajada china en manila. Una respuesta violenta de los nacionalistas locales frente a las miras expansionistas chinas, como sucedió en precedencia en Vietnam, en donde se registraron ataques a empresas y compañías extranjeras, con muertos y heridos.

Desde hace tiempo, Vietnam y Filipinas- que han iniciado una denuncia internacional en el tribunal de la Onu- manifestando la creciente preocupación por el "imperialismo" de Beijing en los mares meridionales y oriental. El gobierno chino reivindica una feta consistente de océano, que comprende la soberanía de las islas Spratly y las Paracel, islas que también reivindican Vietnam, Brunei, Filipinas, Taiwan y Malasia (casi el 85% del territorio). EEUU apoya las reivindicaciones de los países del Sudeste asiático, que ya varias veces calificó de "ilegales e irracionales" la así llamada "lengua de buey", usada por Beijing para demarcar el territorio. La hegemonía reviste un carácter estratégico para el comercio y la explotación del petróleo y el gas natural del fondo marino, en una zona del Asia-Pacífico de elevado interés por el pasaje de los dos tercios del comercio marítimo mundial.