Los nombres de los héroes del nuevo Kazajistán

de Vladimir Rozanskij

Almaty quiere cambiar el nombre de una calle del centro de la ciudad dando carpetazo al cosmonauta Jurij Gagarin para dejar sitio al recuerdo de un cantante lírico local. La demolición del aparato mitológico soviético es una de las caras de la desrusificación. Pero no falta la perplejidad entre los residentes locales.

Almaty (AsiaNews) - Las autoridades de Almaty, la ciudad más poblada de Kazajistán, han anunciado que rebautizarán la parte principal de la calle que atraviesa el centro de la ciudad, la prospekt Gagarina, en honor del gran cantante de lírico kazajo Ermek Serkebaev, cuyo centenario de nacimiento coincide con el centenario de su muerte en 2013, tras una vida transcurrida en la antigua capital del sur del país. La prospekt llevaba el nombre del primer astronauta que llegó al espacio desde 1961, cuando la Unión Soviética celebró en Jurij Gagarin su superioridad sobre todo el mundo occidental.

La desrusificación en este caso se convierte también en una demolición del aparato mitológico soviético, que la Rusia de Putin intenta en cambio revivir, y las reacciones de la población local al respecto son bastante dispares, como documenta una encuesta callejera publicada por Orda.kz. Valentina, una señora de Almaty que vive en la ciudad desde los tiempos de Gagarin, afirma que «a nuestros jefes les gustan estos cambios de nombre, y no nos piden nuestra opinión», a pesar de que en realidad se había propuesto una votación en línea en el sitio web de la administración municipal. Sin embargo, Valentina asegura que «nos gusta el título de Gagarin, nos enorgullece representar un acontecimiento histórico tan importante».

Otro «almatynets» más joven, Sergej, afirma que «no sé quién es ese Serkebaev, mientras que todo el mundo lo conoce», y en cualquier caso «se malgastará mucho dinero en el cambio de nombre, y tenemos problemas mucho más acuciantes». Otros habitantes son más partidarios de los nombres kazajos, para defender su propia identidad y cultura, y como dice Erlan, «un cantante de ópera puede ser poco conocido, pero exhibir su nombre ayuda a reconstruir la memoria de hombres que han hecho una gran contribución a la historia kazaja».

En la actual Gagarina prospekt, además, no faltan símbolos y obras de arte relacionados con hazañas astronáuticas, recordando también que la nave espacial de Gagarin se lanzó desde la base de Baikonur, en Kazajistán, y se llamó Vostok-1 («Este-1»), subrayando el orgullo euroasiático del imperio soviético, al que se alude a menudo en Rusia, pero también en toda Asia Central. La vacuna rusa contra el Covid, producida apresuradamente a finales de 2020 para anticiparse a las occidentales, se llamó Vostok-5, rememorando hazañas cósmicas.

A mitad de la avenida hay una instalación de Gagarin con su escafandra, sentado en un banco, replicada en un patio de uno de los bloques de pisos de la zona, en lo que se denomina «Parque Gagarin». A los niños les encanta sentarse en el abrazo astronáutico, y los jóvenes en general apoyan la exaltación heroica, sin sentir el atractivo de la ópera nacional: «Tendremos que estudiar para saber quién es ese cantante, mientras que el nombre de Gagarin es conocido y suena bien».

Otras opiniones apoyan más abiertamente la idea del «nuevo Kazajistán» que tanto pregona el Presidente Kasym-Žomart Tokaev, afirmando que «hay que superar lo viejo, nuestra lengua y nuestra cultura deben florecer y cambiar a mejor, esto es lo que queremos transmitir a nuestros hijos». También hubo muchas reacciones en las páginas y redes sociales, donde algunos recordaron la polémica de 2017, cuando otra avenida de la ciudad, la prospekt Furmanova, se convirtió en la actual prospekt Nazarbaeva, sustituyendo al poeta revolucionario ruso-soviético Dimitri Furmanov por el todavía presidente-etarra Nursultan Nazarbaev. En ese caso, más que desovietización, se pretendía celebrar la figura del «padre de la patria» kazajo, desprestigiada desde entonces tras los acontecimientos de los últimos años, de modo que muchos piden ahora un nuevo nombre también para esta calle, o al menos hacen llamamientos como «¡devuélvannos a Furmanov!».

Tokaev ha condenado en repetidas ocasiones la práctica kazaja de nombrar calles y erigir monumentos sólo a «parientes y amigos», y propone una visión más elevada de la conciencia nacional kazaja, que supere el pasado colonial, pero también la «estrechez tribal».

Kazajistán es una nación orgullosa pero inestable, extendida por un extenso territorio por el que deambularon antepasados seminómadas, y no es fácil establecer la perspectiva adecuada para recorrerlo en todas direcciones.