Las tormentas de polvo de Tayikistán

de Vladimir Rozanskij

La cantidad de episodios de este tipo en el país se ha multiplicado por más de 10 en los últimos 30 años, creando además problemas para la economía y la salud de la población. Según una investigación encargada por el Banco Mundial, las tormentas de polvo provocan la muerte prematura de 78 personas por cada 100.000 habitantes en Tayikistán, una cifra sólo inferior a la de Uzbekistán, en Asia Central.

Dusambé (AsiaNews) - En los últimos años ha crecido el interés de estudiosos y ecologistas por el fenómeno de la dispersión del polvo, un fenómeno meteorológico estacional en Asia que influye de forma cada vez más preocupante en el nivel de la atmósfera terrestre, debido a la progresiva desertización de muchas zonas y a la contaminación, sobre todo en Asia Central. En Tayikistán, el número de episodios de tormentas de polvo se ha multiplicado por más de 10 en los últimos 30 años, creando además problemas para la economía y la salud de la población.

La experta de Cabar.asia (Central Asian Bureau for Analytical Reporting) Muazama Burkhanova explica que «no es posible evitar estos acontecimientos, pero sí encontrar e introducir métodos para adaptarse y reducir los efectos del terrorismo del polvo». En 2023, la Asamblea General de la ONU declaró el 12 de julio «Día Internacional de la Lucha contra el Polvo y las Tormentas de Arena», con el propósito de difundir información y posibles acciones para contrarrestar estos fenómenos.

En marzo de 2024, la ONU propuso a todos los Estados miembros intercambiar conocimientos y métodos de actuación en este ámbito, con el fin de reducir las consecuencias negativas en el ámbito social y económico y sobre el conjunto del ecosistema, la salud y el bienestar de las personas, prestando más atención a las más expuestas. Las tormentas de polvo están relacionadas con otros problemas del cambio climático, como las sequías, las temperaturas extremas, la degradación del suelo, el cambio del régimen de lluvias y las rosas de viento.

En Tayikistán se empezó a trabajar en este problema en 2007, cuando aparecieron las primeras publicaciones sobre el tema a cargo de especialistas del Instituto Físico-Técnico de la Academia Nacional de Ciencias. Según los datos del Laboratorio de Física Atmosférica, las zonas meridional y central del país se encuentran justo en el centro del cinturón mundial de polvo procedente de los desiertos de Aralkum, Kyzylkum, Karakum, Gobi, Takla-Makan y los desiertos iraníes de Dashti Lut y Dashti Kabir, así como de la desecación del mar de Aral. Las cordilleras y ciudades tayikas se ven a menudo asfixiadas por el polvo, lo que provoca graves perturbaciones durante periodos cada vez más prolongados de días e incluso meses, aunque las tormentas como tales pueden disiparse en cuestión de minutos.

Según datos de una investigación encargada por el Banco Mundial, los daños a la salud provocan la muerte prematura de 78 personas por cada 100.000 habitantes de Tayikistán, una cifra sólo inferior a la de Uzbekistán en Asia Central, pero aún más grave para la vida social del país, que tiene poco más de 10 millones de habitantes, frente a 35 millones de uzbekos. Las causas de muerte de casi 5.000 personas están vinculadas a la contaminación atmosférica e incluyen isquemias cardíacas e infartos, teniendo en cuenta también el factor negativo del ozono en la atmósfera.

Los costes sanitarios en Tayikistán superan el 4% del PIB, y muchos efectos negativos se dejan sentir también en la pérdida de cosechas agrícolas y el deshielo cada vez más rápido de los glaciares de montaña. En la Cop28, celebrada en Dubai en 2023, los 151 países participantes aprobaron por primera vez una declaración sobre el clima y la salud, que sitúa a esta última en el centro de la atención de todos. Es esencial una vigilancia más amplia de las tormentas de polvo, con sistemas de previsión más avanzados, sobre todo para alertar a los agricultores y tomar las medidas de protección necesarias, en conexión con el personal sanitario. La pérdida de salud debida al aire contaminado acarrea graves consecuencias para las generaciones más jóvenes, el crecimiento de la pobreza, el aumento de los «refugiados climáticos» y, en general, el agotamiento de las reservas genéticas de la población.

Especialmente urgente en Tayikistán es la necesidad de reforestación, ya que se trata de un sector crucial en la economía de la nación. Los bosques contribuyen a la biodiversidad y a la mejora de la calidad del aire y el agua, al frenar la erosión de las capas terrestres. El gobierno de Dushanbe ha dedicado muchos decretos y medidas a ello, en la llamada «Estrategia de Desarrollo del Sector Forestal para 2016-2030», esperando que no sea demasiado tarde.