Las tensiones entre Moscú y Washington obstaculizan la frágil diplomacia de la Onu por la paz en Siria
Damasco (AsiaNews)- El enviado especial Onu para Siria, Staffan de Mistura llegó hoy a Damasco en visita oficial para discutir del plan de paz con los máximos exponentes del gobierno, entre los cuales el ministro de Exteriores Walid Muallem. En el centro de los coloquios estará también el documento de 60 páginas ya consignado al ejecutivo, en el cual se encuentran las 60 “ideas” lanzadas por el régimen, por la oposición y por la sociedad civil para poner fin al conflicto sanguinario que ya mató a más de 240 mil personas desde marzo de 2011. Para Damasco la prioridad es la “lucha contra el terrorismo”, al cual se agregan los temas relacionados con la “seguridad”, nudos políticos que hay que resolver como las “elecciones”, la presencia “militar” en el territorio y las modalidades para el alcance de un “cese del fuego”, al cual seguirá la obra de “reconstrucción”.
Mientras los máximos niveles de la diplomacia internacional se mueven en el tablero sirio en el tentativo de dar vida a un (frágil) camino de paz, se exacerban las relaciones entre Washington y Moscú en relación con la presencia militar rusa en el territorio. El gobierno americano está en alerta de hace días, después de la decisión del Kremlin de enviar tropas y medios de apoyo a Damasco. Como respuesta, Moscú relanza el apoyo al presidente Bashar al-Assad en la lucha contra los milicianos del Estado islámico y de los grupos fundamentalistas (al-Nusra) activos en el territorio.
El presidente ruso Vladimir Putin afirma que sin el apoyo de Rusia a Siria el flujo de refugiados hacia Europa sería aún más consistente. Él defiende con fuerza la estrategia de la cercanía a Assad, enviando al remitente acusaciones y preocupaciones Usa por la asignación de armamentos.
Rusia desea también la formación de una nueva coalición internacional llamada a combatir al Daesh (acrónimo árabe del Estado islámico), que incluya Irán y el gobierno sirio, porque el actual dio hasta ahora resultados “muy modesto”. Una solución compartida por Teherán, que consolida la alianza con Moscú en el tablero medio-oriental concediendo el sobrevuelo de medios rusos dirigidos a Damasco.
Los movimientos de Rusia preocupan a los EEUU, tanto que el Secretario de Estado Usa, John Kerry dirigió un mensaje directo a su homólogo ruso, Sergei Lavrov en el cual pide explicaciones sobre el reforzamiento de la presencia militar. En los últimos diez días los dos líderes se escucharon tres veces por teléfono en el tentativo de aliviar la tensión. Para Kerry la cercanía de Moscú con Damasco “mina nuestros esfuerzos compartidos en la lucha al extremismo” y relanza el proceso de “transición política” partiendo de la expulsión de Assad, que no puede ser un miembro “creíble” en la lucha contra el EI.
Sin embargo, en estos días hay quien recuerda que se debe imputar al propio gobierno estadounidense fracasado acuerdo para una solución positiva de la crisis siria. Martti Ahtisaari, ex presidente finlandés y Nobel de la paz, involucrado en los primeros negociados afirma que en el año 2012 fue Rusia la que lanzó un plan de acuerdo entre el gobierno y la oposición que preveía, entre otras cosas, la salida de escena de Assad. Y fueron los Usa a rechazar la propuesta, convencidos de poder eliminar en poco tiempo al presidente sirio.
Por otro lado el conflicto sirio se coloca en un cuadro más amplio de intervenciones militares programados por Washington en el pasado contra “regímenes” o gobiernos considerados “hostiles”: entre éstos Libia, Irak, Líbano, Somalia, Sudán e Irán. Según los expertos la condición necesaria para una verdadera resolución del conflicto es que Barack Obama abandone la política del “Echar a Assad”, para evitar el repetirse los errores cometidos en el pasado por EEUUU en Trípoli y Bagdad, tanto para dar dos ejemplos.
Mientras tanto Assad, fuerte del apoyo ruso, acusa a Europa como la principal responsable de la crisis de los refugiados. Él acusa a cuántos lloran a los muertos en el mar y no piensan en las “decenas de miles de niños y ancianos” asesinados por los terroristas en el país. Los gobiernos del continente, según su modo de ver, continúan “apoyando al terrorismo”, llamándolo “frente moderado” y contribuyen de este modo en empeorar la situación. En estos cuatro años de guerra Assad-reelegido con el 88% de preferencias en las votaciones del año pasado, pero realizadas sólo en las zonas bajo el control del gobierno- perdió casi 300 mil soldados. Sin embrago, gracias al apoyo de Teherán y Moscú él no entiende ceder el poder ni siquiera frente a una presión internacional, porque “debe ser el pueblo sirio el que debe decidir”.
Ahora la atención se desplaza a la 70° sesión de la Asamblea general a la cual participarán los principales líderes mundiales, entre los cuales el Papa Francisco que tendrá un discurso oficial. Rusia, a la cual le corresponde la presidencia del Consejo de Seguridad desde el 1° de septiembre pasado, ya publicó los temas al centro del próximo encuentro: la lucha al terrorismo y la superación de la crisis en Medio oriente y África septentrional. Esto son los temas que se discutirán durante el ministerial del 30 de septiembre, que será presidido por el ministro de Exteriores de la Federación Rusa, Sergei Lavrov.
El secretario general de la Onu, Ban Ki-moon convocó para fines de septiembre, al margen del Consejo de seguridad una reunión sobre Siria a nivel de ministros de Exteriores de los cinco países miembros permanentes (EEUU, Francia, Rusia, China, Reino Unido). A despecho de las divisiones sobre la cuestión siria, él- que no ahorró críticas a Moscú por el apoyo militar a Damasco- pidió a los gobiernos de “dar prueba de solidaridad” porque es “tiempo de obrar”. Para el drama sirio, concluye el alto diplomático, “no puede ser una solución militar”.
30/09/2016 14:24
24/01/2018 09:46