Las acciones militares no resolverán el problema de Afganistán

Kabul inmersa en un clima de miedo. Un tiempo era meta de quien dejaba la propia ciudad en busca de seguridad. Isis y talibanes se disputan la posición de grupo más fuerte. Talibanes más radicales. “Una cosa es clara: la incapacidad de las fuerzas de seguridad afganas, de las agencias secretas y del gobierno”.

Kabul (AsiaNews)- “Las acciones militares no resolverán el problema de Afganistán”. Así comenta Obaid Ali, investigador político del grupo de investigación no-profit Afghanistan Analysts Network (ANN) la serie de sangrientos ataques que en los últimos días provocó más de 100 víctimas en la capital.

“Hay un clima de miedo en la ciudad”, afirma Obaid. “Las personas prefieren quedarse en casa, no quieren salir. La mayoría de los negocios en el centro de la ciudad están cerrados”.

“En Kabul, por el momento, la población aumentó y por esta razón si sucede un ataque en la ciudad, como un ataque suicida, el número de civiles es muy alto. Muchos escaparon de sus ciudades para ir a Kabul, que consideraban un lugar seguro. Pero si miramos a la serie de ataques que sucedieron, significa que ni siquiera Kabul es más segura”.

En Afganistán, talibanes y Daesh “representan una serie amenaza y ambas tratan de presentarse a sí mismos como el grupo más fuerte en el país”.

Existen fundamentales diferencias entre los dos grupos, entre los cuales “no hay ninguna prueba sólida que evidencie una colaboración”- pero que en cambio se enfrentaron en el curso de los últimos dos años, con ataques talibanes contra Isis en oriente y por parte del presunto comando de Isis en el nordeste del país.

Los talibanes son el grupo más fuerte, que cambia las propias tácticas: “Cuando las fuerzas americanas aumentan el número de los ataques aéreos y los homicidios seleccionados a importantes figuras talibanas, impidió al grupo llevar adelante ataques a gran escala. Por esto ahora los talibanes tratan de coordinar ataques contra el gobierno afgano en las grandes ciudades y es por esto que hemos visto repetidos ataques en Kabul”.

Isis tiene una fuerte base en la parte oriental del país y reivindicó diversos ataques reivindicados no sólo en Kabul. El último, la agresión al puesto de avanzada cercano a la academia militar de Marsha Fahim, en la cual murieron 11 soldados afganos.

“Una cosa es clara: la falta de capacidad de las fuerzas de seguridad afganas, de las agencias secretas y del gobierno”, comenta Obaid. “Aquello que hemos visto en los últimos meses es que el gobierno afgano fracasó en proteger a sus ciudadanos también en la capital. Esto tiene un fuerte impacto psicológico, no solo sobre el gobierno, sino también sobre las personas comunes”.

Interrogado sobre la nueva estrategia anunciada por el presidente Donald Trump de incrementar el número de las fuerzas en el país, Obaid afirma. “En los pasados decenios, hemos visto un cierto número de armadas internacionales aquí en Afganistán. Pero, hasta este momento, hemos notado que no son eficaces. La estrategia del incremento militar en el territorio no resolvería el problema, llevaría a una nueva estación de enfrentamientos, a nuevas víctimas civiles”.

Según el analista, la esperanza es la de una resolución política, pero las posibilidades parecen pocas. “Desafortunadamente”, comente. “El año 2017 fue un fracaso en alcanzar una conclusión pacífica con los talibanes, no obstante el hecho que hayan diversas iniciativas de diversos canales. No hemos visto todavía visto ningún resultado válido, porque falta la confianza entre ambas partes”.

“Se necesitan más esfuerzos y trabajo en los negociados de paz”, concluye Obaid. “Si la guerra continúa habrán más víctimas civiles, asesinatos, siempre más personas serán obligados a abandonar sus casas y escapar”.