La ‘Cosaquia’ desconocida
Algunos grupos cosacos reivindican una entidad propia e independiente de Moscú. El riesgo de desintegración es uno de los efectos de la guerra rusa en Ucrania. Los primeros intentos de crear un Estado cosaco tras la revolución bolchevique. Resulta difícil establecer cuántas personas pertenecen a la comunidad.
Moscú (AsiaNews) - Entre las numerosas reivindicaciones separatistas de las distintas repúblicas y regiones de la Federación Rusa, la más sorprendente parece provenir de una realidad étnico-histórica indefinida. Se trata de una realidad que nunca ha tenido una identificación nacional propia, ni siquiera regional, pero que es evocada por la actual guerra en la zona del Don: la Unión de los Cosacos.
Al intervenir recientemente en una sesión del FSB (el servicio de inteligencia nacional), Vladimir Putin señaló el peligro que representan quienes desean dividir y debilitar a la sociedad rusa, utilizando "el separatismo, el nacionalismo y la xenofobia como armas".
En efecto, en marzo de 1993, algunos grupos de cosacos emprendieron un intento de crear una república independiente en Rostov del Don. La llamada "Cosaquia" debía establecerse en el territorio del sur de Rusia. No era la primera vez: en 1920 se habían producido levantamientos en la zona, durante la guerra civil antirrevolucionaria que se prolongó por varios años. Ahora hay quienes vuelven a reclamar una entidad propia de los cosacos, como reveló Novaja Gazeta Evropa, que publicó una investigación sobre la realidad actual de los cosacos rusos, a veces exaltados como defensores de la patria, y otras temidos en tanto suponen una amenaza para su integridad.
Durante el Foro de los Pueblos Libres, celebrado en Bruselas el 31 de enero, los participantes llegaron a plantear la hipótesis de 27 Estados independientes tras la desintegración de la actual Federación Rusa. Entre ellos estaría también Cosaquia, y en la sede del Parlamento Europeo ésta estuvo representada por un miembro del movimiento Ezikovsky Ertaul. Se trata de Aleksandr Zolotarev, quien hizo un llamamiento a los europeos, reiterado en los últimos días en diversos órganos de prensa, para que "reconozcan a los cosacos como pueblo oprimido". Estados Unidos lo reconoció como tal en 1959, en el marco de la ley "sobre las naciones esclavizadas", donde los cosacos figuran junto a los países bálticos, Ucrania, Bielorrusia, Armenia, Georgia y otros.
El activista cosaco recuerda que "casi todos los pueblos enumerados en esa ley han recuperado su independencia, pero Cosaquia jamás ha resurgido. Hasta ahora, la Federación Rusa no ha reconocido a los cosacos como un pueblo aparte", a pesar de que en la ley rusa de 1991 "Sobre la rehabilitación de los pueblos reprimidos" también se les menciona. Los cosacos son los "hombres libres", según el significado original del término túrquico "kozak/kazak", y siempre han buscado su propio territorio en el imperio ruso, pero jamás han podido identificarlo y obtenerlo.
Sólo después de la revolución bolchevique de 1917, durante la guerra civil, un sector de los cosacos trató de distinguirse tanto de los "rojos" como de los "blancos", proclamando en la zona de Rostov y el sur de Ucrania -hoy escenario de la invasión rusa- la "República Democrática de los Cosacos", liderada por el general Petr Krasnov. Ésta fue suprimida por los bolcheviques en 1920.
En 1942, un grupo de cosacos que había huido del terror estalinista intentó resucitar la república, aprovechando la incertidumbre de la guerra tras el ataque de las tropas alemanas, poniéndose a disposición de los nazis. Acabaron mal: más de 250.000 personas -incluidas esposas e hijos- fueron forzadas a retirarse con el ejército de ocupación, mientras las tropas soviéticas masacraban a los que quedaban atrás. Algunos fueron deportados y dispersados por el territorio siberiano junto con los tártaros de Crimea, chechenos, calmucos y otros "pueblos traidores".
A finales del siglo XIX, había más de 3 millones de cosacos en el territorio de Rusia, con 11 batallones de guerreros distribuidos en 15 repúblicas -el 2,3% de la población total. El censo más reciente (2021) muestra que 50.450 ciudadanos rusos se autodenominaban cosacos. No obstante, en 2010, el entonces presidente del Consejo Federal de Asuntos Nacionales, Aleksandr Beglov, creía que vivían en el país unos 7 millones de personas descendientes de cosacos.
En realidad, los cosacos nunca han definido su propia naturaleza, ya sea por considerarse un grupo étnico independiente o una parte del pueblo ruso debido a otras características sociales, militares o geográficas. La guerra de Putin parece despertar la conciencia de los pueblos antiguos y nuevos, incluso de aquellos que nunca existieron realmente.
17/01/2022 10:23
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