El obispo de Hong Kong inició su visita a la diócesis de la capital china, que responde a la invitación de organismos oficiales. Fue recibido por el obispo Li Shan y varias decenas de fieles y rezó en la catedral ante un cuadro del jesuita pionero de la inculturación del cristianismo en China. El objetivo: "promover los intercambios y las interacciones entre las dos partes".

Beijing (AsiaNews/Agencias) - Ha comenzado la visita de Mons. Stephen Chow, obispo de Hong Kong, a Beijing, siguiendo el ejemplo de Matteo Ricci (1552-1610), el gran jesuita pionero de la misión y de la inculturación del cristianismo en China. Llegó ayer a la capital y por la tarde participó en un momento de oración en la catedral de la Inmaculada Concepción, recibido por el arzobispo Li Shan -que desde el verano pasado es también presidente de la Asociación Patriótica de Católicos Chinos - y varias decenas de fieles.

Delante del altar se encontraba una imagen de Matteo Ricci, conocido en China como Li Madou, a quien el Papa Francisco declaró venerable el pasado diciembre con la promulgación del decreto sobre las virtudes heroicas, primer paso hacia la beatificación. Monseñor Chow -jesuita como Matteo Ricci- es el primer obispo de Hong Kong que realiza una visita oficial a la diócesis de Beijing desde que la antigua colonia británica volvió a estar bajo soberanía China en 1997. En 2008, monseñor John Tong, que entonces era obispo coadjutor,había sido invitado a asistir a la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos, pero no se le permitió reunirse con monseñor Li Shan.

Monseñor Chow -que está acompañado por el vicario general, el padre Peter Choy, y el obispo auxiliar, monseñor Joseph Ha- permanecerá en Beijing hasta el viernes, donde tiene previsto visitar lugares y entidades significativas para la comunidad católica "oficial", incluido el Seminario Teológico, donde estudian muchos de los futuros sacerdotes de China. Al anunciar este viaje -que responde a una invitación de la arquidiócesis de Beijing-, Mons. Chow había destacado el pasado 9 de marzo "la misión de la diócesis de Hong Kong de ser una Iglesia puente y de promover los intercambios y las interacciones entre ambas partes". Este esperado viaje se produce pocos días después de las desavenencias por el traslado a Shanghái del obispo Shen Bin, decisión que Beijing tomó unilateralmente a pesar del Acuerdo con la Santa Sede sobre el nombramiento de obispos que se firmó en 2018 y se renovó por segunda vez el pasado mes de octubre.

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