La marca kazaja de la hija de los poderosos

de Vladimir Rozanskij

Asel Tasmaganbetova, hija de Imangali, secretario de la alianza euroasiática Csto y uno de los políticos más destacados del país, ha lanzado una línea de cosméticos que anuncia como expresión del «auténtico espíritu kazajo».

Astana (AsiaNews) - El artículo más simbólico a la venta durante los días festivos en Kazajistán es el nuevo gel cosmético Asiyä, que transmite «las fragancias de la estepa, las que emanan de la dispersión de la niebla sobre el suelo, liberando una sensación de frescor cubierta de aromas de hierbas medicinales», según reza la presentación publicitaria. Su producción nace de la intuición de Asel Tasmaganbetova, hija de Imangali, secretario de la alianza euroasiática Csto y uno de los políticos más destacados del país, que ocupa la cima de las estructuras estatales desde su época de ayudante del Presidente Nursultan Nazarbaev al final del periodo soviético.

El producto afirma ser «portador de los secretos de tradiciones centenarias, que dan fuerza y salud». La que se denomina «primera marca nacional» pretende inspirar el desarrollo de la vida de la gente «liberando el alma y la magia de las plantas kazajas». El nombre Asiyä encierra muchos significados, además de los del tamaño ilimitado del continente: en el envase, la letra A lleva impresa la imagen estilizada de la yurta, la tienda de los nómadas de la estepa, mientras que la letra Y representa la taza con la que se bebe el té, acompañado de todo tipo de platos, en el calor del hogar y la acogida familiar, todo ello con un claro signo Made in Kazajistán.

Como explica Tasmaganbetova en una entrevista a Forbes, «la idea era crear una marca nacional que cumpliera los mejores estándares y fuera accesible a todas las familias kazajas... vivimos en Asia, pero en cosmética y muchos otros campos utilizamos los mejores productos europeos, y esto es cuanto menos extraño». La intención era, por tanto, hacer accesible «el auténtico espíritu kazajo», con una producción de jabones, champús, acondicionadores y geles de ducha, que por ahora sólo pueden adquirirse a través de Internet, pero que pronto estarán también disponibles en los mostradores de las principales redes comerciales y mercados.

La fábrica de «cosméticos curativos» está situada en Almaty, la capital del sur de Kazajistán, en una superficie de 2.500 metros cuadrados. No se limita a «llenar botellitas con líquidos aromáticos ya preparados», explica el empresario, sino que hay «laboratorios para investigar fórmulas adecuadas y siempre nuevas», con el fin de obtener el certificado Gmp (Buenas Prácticas de Fabricación) que garantiza el máximo nivel de calidad según las normas internacionales, allanando el camino para la distribución mediante acuerdos con las marcas más importantes del mundo.

El nombre «Asiyä» puede pronunciarse como «Azia» o como «Asia», en el primer caso evocando una famosa novela del escritor y filólogo kazajo Olžas Suleymenov, titulada Az i Ja, «Yo y yo» en las variantes del eslavo antiguo frente al ruso más moderno, de la gran obra maestra de la época de la Rus de Kiev, La canción de la hueste de Igor, que narra las batallas de los rusos contra los polovtsy, los nómadas de Asia y antepasados de los kazajos. El nombre «Asia», pronunciado con una S sorda, recuerda el nombre de la propia creadora del producto, Asel, que está vinculado al nombre de su abuela, «Asia», y la familia no es desde luego un factor secundario en la historia de Tasmaganbetova, y de Kazajistán en su conjunto.

Los productos Asiyä buscan expresar la armonía no sólo con las raíces de la tierra kazaja, sino con el mundo entero, expresando el espíritu actual de la nación en medio de cambios epocales. En la producción se respetan escrupulosamente los métodos ecológicos, sin utilizar parabenos ni conservantes tóxicos, y sin experimentar con animales, obteniendo incluso certificados ḥalāl de acuerdo con la ley islámica. La hija del líder euroasiático concluye diciendo que «al elegir esta marca nacional, pasas a formar parte de una nueva visión del mundo, en la que la belleza y el autocuidado no dañan el medio ambiente, sino que contribuyen a mejorar la vida de todos».