La caricia de la Madre Teresa a los pobres en el cumpleaños del Papa Francisco

El recuerdo de la santa de Calcuta en un gesto que el pontífice realizará mañana, el día que cumple 86 años. Junto con las Misioneras de la caridad entregará una señal de agradecimiento a tres personas -un franciscano sirio, un hombre sin techo y un industrial italiano- que viven la caridad con los más necesitados.

Ciudad del Vaticano (AsiaNews) - El Papa Francisco cumple 86 años el 17 de diciembre y eligió celebrar su cumpleaños en el espíritu de la Madre Teresa de Calcuta. En presencia de las Misioneras de la Caridad -la congregación de religiosas vestidas con saris blancos y azules fundada por ella- y de 20 personas acogidas en sus refugios de Roma, será él quien entregará un regalo, "La caricia de la Madre Teresa a los pobres del mundo”: una pequeña escultura que quiere ser un signo de agradecimiento a tres personas que, en diferentes situaciones de vida, se ocupan de los más necesitados.

El reconocimiento -patrocinado por el dicasterio del Vaticano para el Servicio de la Caridad- se entregará al padre Hanna Jallouf, un franciscano que trabaja para los pobres de Siria, país devastado por la guerra; a Gian Piero, conocido como Wué, un hombre sin hogar que cada día destina una parte de las limosnas que recibe a ayudar a personas más necesitadas que él; y a Silvano Pedrollo, un industrial italiano de Verona que emplea una parte importante de los beneficios de su empresa para ayudar a los más pobres en distintos países de África, la India y América Latina, construyendo escuelas, pozos de agua y centros de salud.

De esta manera Francisco quiere conmemorar los veinticinco años de la muerte de la Madre Teresa de Calcuta y su mensaje sobre la atención a "los que nadie quiere", que más de 6.000 Misioneras de la Caridad siguen manteniendo vivo con 762 Casas de la caridad en 139 países del mundo.

La "flor de la gratitud" que el Papa entregará el día de su cumpleaños es un pequeño globo terráqueo colocado dentro de un cubo que lo sostiene, símbolo del amor que sostiene al mundo. En el globo está pintada una ventana detrás de la cual se puede ver a la Madre Teresa abrazando y acariciando a un niño. Quiere recordar unas palabras pronunciadas por Juan Pablo II en 1997, en ocasión del aniversario de la fundación de las Misioneras de la Caridad: "Madre Teresa era una ventana abierta a través de la cual Jesús se asomó y sonrió, y dio consuelo y dignidad a muchos pobres en muchas partes del mundo".

Desde su sede en Calcuta, las Misioneras de la Caridad -comentando la iniciativa- enviaron este mensaje de buenos deseos al Papa Francisco: "Estamos encantados de que haya elegido nuestra casa y a nuestra Madre, la caridad de Santa Teresa de Calcuta con los pobres, como modelo para los destinatarios del premio. La Madre ha sido una verdadera Misionera de la Caridad, una portadora del amor de Dios, encendiendo a todos con amor por Él y por los demás, un toque sanador de Dios que cura todas las enfermedades, una sonrisa tranquilizadora de Dios que calienta todos los corazones, el propio lenguaje de amor de Dios que todos los corazones entienden. Aseguramos a nuestro amado Santo Padre nuestras oraciones por todas sus intenciones, especialmente por las personas que sufren en el mundo, por las que se preocupa profundamente".

(Colaboró Nirmala Carvalho)