Katmandú sigue buscando estabilidad, KP Oli vuelve a ser primer ministro
El líder del Partido Comunista (marxista leninista unificado) ha llegado a un acuerdo con el Congreso de Nepal y ha creado una alianza entre las dos principales formaciones políticas del Parlamento. Prachanda, jefe de un partido de inspiración maoísta, deja así el cargo de primer ministro tras menos de 20 meses. Según los expertos, la continua alternancia de gobiernos impide que Nepal establezca una dirección para el desarrollo del país.
Katmandú (AsiaNews/Agencias) - Khadga Prasad Sharma Oli prestó juramento esta mañana como primer ministro de Nepal (cargo que ocupa por cuarta vez), debido a que el Parlamento le retiró el viernes la confianza a su predecesor, Pushpa Kamal Dahal, poniendo fin a un gobierno que duró apenas 18 meses.
Oli, de 72 años, es el líder del Partido Comunista de Nepal (Marxista Leninista Unificado) o UML, que cuenta con 78 escaños en el Parlamento. A fines de junio llegó a un acuerdo con el centrista y rival partido del Congreso Nepalés (NC), que había quedado primero en las últimas elecciones de 2022 con 89 escaños. De esa manera Oli - que prometió compartir el cargo de primer ministro con el presidente del NC Sher Bahadur Deuba antes de las próximas elecciones previstas para 2027 - logró formar una nueva alianza entre los dos principales partidos antes de retirar su apoyo a Dahal la semana pasada.
En 2015, durante su primer mandato, KP Oli, pro China, firmó un acuerdo comercial con Beijing, poniendo fin a lo que hasta entonces había sido un monopolio indio. Tras regresar al poder en 2018, el líder del Partido Comunista-UML comenzó a tomar una orientación autoritaria y unificó algunos departamentos de investigación y de inteligencia bajo las órdenes de la oficina del primer ministro, limitando al mismo tiempo la libertad de expresión. Intentó dos veces disolver la Cámara, y la Corte Suprema lo expulsó del poder.
Dahal, en cambio, conocido con el nombre de guerra de Prachanda, de 69 años, también ha sido ya tres veces primer ministro y es líder del Partido Comunista maoísta tras haber luchado en la guerra civil contra la monarquía. Cambió tres veces de socio de coalición durante su último mandato y pidió la confianza otras cuatro veces. Incluso con sólo 32 escaños en el Parlamento, el partido maoísta había logrado hasta ahora mantener la posición más alta del gobierno.
En realidad desde que Nepal abolió su monarquía en 2008 se han sucedido 14 gobiernos, y China e India han intentado influir en el curso de su política. Según los comentaristas, sin embargo, la inestabilidad política de Nepal se debe a varios factores, sobre todo internos. En primer lugar, el vínculo ideológico entre los dos partidos comunistas, uno de inspiración marxista-leninista y el otro de inspiración maoísta, es sólo por conveniencia. Los intentos anteriores de formar algún tipo de alianza entre ambos (el último fue en 2019) siempre han fracasado, porque tanto Oli como Prachanda no aceptan compartir el poder.
En general, los esquemas para compartir el cargo de primer ministro que se han propuesto para la formación del gobierno son difíciles de respetar. Cuando llega el momento de pasar el mando al otro político, se vuelven a barajar las alianzas y se forma un gobierno diferente, pero encabezado por el mismo primer ministro. Esto es lo que Prachanda ha hecho tres veces en el último año y medio.
Pero, como afirman los expertos, es una práctica que no sólo debilita las instituciones y la democracia, sino que impide poner en práctica soluciones concretas para el desarrollo del país. Por ejemplo, a pesar de que hay varios sitios protegidos por la UNESCO, el turismo todavía no se ha recuperado desde la pandemia de covid-19 porque el único aeropuerto internacional no dispone de instalaciones modernas y no puede hacer frente a todo el tráfico aéreo. Además, sólo en 2023 alrededor de 1,6 millones de nepaleses (sobre una población de 30 millones) han abandonado el país en busca de trabajo, a menudo a sueldo de ejércitos extranjeros, como el ruso. Pero en los últimos dos años se han alternado tres Ministros de Relaciones Exteriores que no han conseguido trazar una política coherente. Por eso algunos nepalíes varados en el exterior pidieron recientemente ayuda a la India para ser repatriados.
Varios analistas han expresado su escepticismo ante el regreso de Oli al poder, visto que ha sido incapaz de construir estabilidad incluso cuando estuvo al frente de un gobierno mayoritario, y que hasta hace unas semanas seguía defendiendo la legitimidad de las medidas que se habían tomado, señala Uddhab Pyakurel, profesor de Sociología Política en la Universidad de Katmandú. Por otra parte, el Congreso nepalí y el UML siempre han sido ideológicamente rivales. Según otras opiniones, sin embargo, tanto el gobierno como la oposición podrían presionar para que el nuevo gobierno complete el mandato y que Oli entregue el cargo de primer ministro a Sher Bahadur Deuba cuando llegue el momento. Pero sería la primera vez que eso sucede en la historia reciente de Nepal.
28/08/2016 13:40
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