Japón en las urnas: en el juego de alianzas el (incierto) futuro de Ishiba y la nación
Mañana elecciones anticipadas en el país para renovar la Cámara de Representantes. La actual mayoría (y el ejecutivo) en riesgo tras meses de escándalos de corrupción y crisis de consenso. En el Partido Republicano ya hay movimientos en la sombra para un nuevo liderazgo. Desde el probable cierre de la oposición a la propuesta de un gobierno de coalición.
Tokio (AsiaNews) - En Japón es víspera de votación para las elecciones anticipadas previstas para mañana y convocadas por el primer ministro Shigeru Ishiba, en el cargo desde el 1 de octubre, para la renovación de la Cámara de Representantes, la cámara baja de la Dieta Nacional. El jefe del gobierno pretende reforzar el mandato popular y apuntalar el apoyo al Partido Liberal Democrático (PLD), del que es líder, tras meses de escándalos de corrupción y crisis de consenso. Sin embargo, el ejecutivo está en peligro y nunca antes había salido de las urnas una mayoría tan distinta a la actual. Hay unos 105 millones de votantes y están llamados a renovar la Cámara Baja en su total de 465 escaños; se necesitan al menos 233 para obtener la mayoría.
En las últimas elecciones, la formación mayoritaria liderada por el GOP había obtenido un total de 276 escaños, gracias en parte a un acuerdo de coalición con el partido Komeito, una formación budista vinculada al grupo Soka Gakkai, compuesta por 32 legisladores. Una alianza con fases alternas y momentos críticos que los liberal-demócratas han contenido gracias a su sólida mayoría, pero que en el futuro podría ser menos previsible debido a la caída del consenso en el país. Tanto es así que el partido de Ishiba podría necesitar otro aliado -el Partido Democrático para el Pueblo o el Nippon Ishin no Kai, el Partido de la Innovación- para mantenerse en el poder.
Koya Miyamae, economista senior de Smbc Nikko Securities Inc. considera «posible» que Ishiba opte por «dimitir inmediatamente para asumir la responsabilidad» de las elecciones si no consigue una «mayoría de coalición». Sin embargo, en el caso más probable, el actual primer ministro iniciaría una fase de negociaciones con los líderes de la oposición para conseguir apoyos inmediatamente después de las elecciones, en caso de que el actual bloque gobernante perdiera la mayoría en la Cámara Baja por primera vez desde 2009. En los últimos días, el secretario general del PLD y número dos del partido, Hiroshi Moriyama, ha explicado que, independientemente del resultado, será necesario «entablar conversaciones positivas con partidos afines para desarrollar el país».
En realidad, el panorama se presenta sombrío, ya que la mayoría de los campos de la oposición se han mostrado reticentes ante la perspectiva de actuar como muleta del actual partido mayoritario, hasta el punto de que a principios de mes presentaron una moción de censura contra Ishiba y el ejecutivo. «Básicamente, es imposible formar una alianza con el partido al que se dirige la moción», declaró en los últimos días Yoshihiko Noda, líder del Partido Constitucional Democrático de Japón (PCJ), criticando el escándalo de corrupción en el que se ha visto envuelto el LPD.
Al principio, según las encuestas de los principales medios de comunicación, Ishiba parecía favorito para el puesto de primer ministro y aspiraba a reforzar la decreciente popularidad de su partido mediante el consenso personal. Sin embargo, según las últimas encuestas publicadas por Kyodo News, se desprende que la segunda formación de la coalición (Komeito) podría perder apoyos, lo que le impediría alcanzar la mayoría parlamentaria, confirmando un clima de desconfianza entre los votantes. Además, Ishiba ha mostrado a menudo incertidumbres y opiniones encontradas -al menos en sus declaraciones- sobre las políticas económica y de seguridad desde que asumió el cargo, lo que ha suscitado dudas entre los votantes sobre su liderazgo.
En el frente de la oposición, siempre según los sondeos, el principal campo del Cdpj, recientemente sucedido por el ex primer ministro Yoshihiko Noda (en el cargo durante la tragedia de Fukushima de 2011), de 98 escaños podría llegar hasta 140. Habrá que esperar, por tanto, a mañana por la tarde, y a los días siguientes, para conocer cuál será la respuesta de las urnas, pero más de un experto independiente señala que el riesgo de un revés para el actual primer ministro es fuerte. Tanto es así que, según algunos rumores, la ex ministra de Seguridad Económica -y leal a Shinzo Abe- Sanae Takaichi está trabajando para hacerse con el liderazgo del Partido Liberal Democrático en caso de malos resultados para Ishiba en un marco de incertidumbres y tensiones, tanto internas como internacionales, desde Asia-Pacífico hasta Oriente Medio.