Israel (y Estados Unidos), al rescate de Amán para mantener la estabilidad en Oriente Medio

La semana pasada se celebró una reunión secreta entre el rey Abdullah y el flamante primer ministro israelí, Bennett. Se acordó un aumento del suministro de agua de 50 millones de metros cúbicos. El monarca viajará a Washington y será el primer líder de la región en ser recibido por la nueva administración en la Casa Blanca. El papel de los Hermanos Musulmanes en el intento de golpe de Estado de abril en Amán.

Jerusalén (AsiaNews) - En estos días, Israel y Estados Unidos trabajan para reforzar los lazos con el rey jordano Abdalá y apuntalar su liderazgo: temen que una caída del reino hachemita pueda tener efectos negativos y provocar inestabilidad en toda la región. Las últimas noticias aluden a una reunión secreta entre el monarca y el nuevo primer ministro israelí Naftali Bennett, la semana pasada, en Ammán. Entre los temas candentes, se habló sobre la crisis del agua -y se acordó entre los dos países un suministro histórico-, las tensiones en la familia real y la crisis económica.

El 6 de julio, la administración estadounidense anunció que a finales de mes viajará a los EE.UU el rey Abdalá, el primer dirigente de Oriente Medio que será recibido en la Casa Blanca desde que el demócrata Joe Biden asumió el cargo en enero de este año. Al confirmar el anuncio, la vocera Jen Psaki dijo que Ammán es "un socio clave" en materia de seguridad y que la visita es una muestra del "papel de Jordania en la promoción de la paz y la estabilidad en la región".

Dos días más tarde, Israel aceptó una petición para aumentar el suministro de agua a Jordania, en un intento de contrarrestar la crisis hídrica que ya había sido objeto de conversaciones entre el ministro de Asuntos Exteriores israelí, Yair Lapid, y su homólogo jordano, Ayman Safadi. Para 2021, rondaría los 50 millones de metros cúbicos. Además, pudo confirmarse una reunión cara a cara -hasta ahora, mantenida en secreto- entre el primer ministro Naftali Bennett y el rey Abdallah. El encuentro fue la semana pasada en el palacio real, la primera cumbre entre los líderes de ambos países en los últimos tres años.

Los Hermanos Musulmanes -y previamente el Estado Islámico (EI, ex Isis)- estarían usando la escasez de agua como pretexto para cuestionar al rey Abdalá. Pero no sólo la sequía pone en peligro al reino jordano. Las dificultades económicas y el desempleo (del 25%, a finales del 2020), ambos agravados por la pandemia de Covid-19 y la dura represión política, también han contribuido a desestabilizar la nación. Pese a que no hay pruebas de ello, algunos sostienen que hubo miembros de la cofradía detrás del intento de golpe de Estado de abril por parte del hermanastro del rey Abdalá, el príncipe Hamzah. Al fin y al cabo, Jordania es demasiado importante para abandonarla a su suerte y Bennet corrió a cubrirse garantizando los recursos necesarios al país vecino.

Además del agua, israelíes y jordanos están ultimando acuerdos comerciales que refuerzan la cooperación civil y pretenden apoyar al pueblo palestino, permitiendo un aumento del comercio entre Amán y Cisjordania. Hasta ahora, salvo por algunas crisis aisladas, siempre ha habido una excelente relación entre Israel y Jordania. Cabe recordar que Jordania, guardián de los lugares santos musulmanes y cristianos, siempre ha contribuido a mantener la paz regional y se ha colocado en una posición de negociador entre el Islam y el resto del mundo.

Los comentaristas y expertos explican que el rescate de Biden y Bennett se debe, en parte, a la necesidad de mantener un elemento estable para oponerse a las fuerzas hostiles en el este -primero Irak, y ahora Irán. Una reina débil en Ammán podría crear un vacío de poder y favorecer la infiltración yihadista en la frontera. Este marco también explicaría la dura represión del intento de golpe interno, con la detención del hermanastro del monarca hachemita. Entrevistado por The Times of Israel, John Hannah, del Jewish Institute for National Security of America, señala que "la saga familiar" ha suscitado más de una preocupación en Washington y Jerusalén. "Jordania", añade, "es una pieza importante del rompecabezas para asegurar nuestros intereses y lograr un cierto nivel de estabilidad y seguridad”.