Gregorios III: los cristianos no necesitan de Assad para sobrevivir

El patriarca de la Iglesia Católica griega de Antioquía condena los actos de violencia contra las minorías religiosas, que constituían el 7,8 por ciento de la población de Siria en 2011. Para el prelado, los cristianos son un activo valioso para Siria que, junto con los musulmanes, puede crear una "nueva visión" para el país.

Damasco (AsiaNews) - Los cristianos son un gran activo para poner fin al conflicto y no necesitan a Assad para sobrevivir, dijo Gregorios III Laham, patriarca de Antioquía greco-católica, en una entrevista a la BBC. "debemos tener una nueva visión", dijo el obispo, "y ése es nuestro trabajo como cristianos, especialmente los árabes cristianos tienen que desempeñar este papel para cambiar la visión."

Alabando a la reciente decisión de destruir las armas químicas de Siria, el prelado dijo que trajo nueva esperanza para el país. Destacó, sin embargo, que detener la guerra debe ser un deseo de reconciliación, y debe organizarse una conferencia de paz.

Gregorios III está convencido de que se encontrará una solución estable sólo cuando todos los combatientes extranjeros regresan. Sólo así puede crearse un gobierno de unidad naciona, con miembros de la oposición y el régimen. La guerra y la violencia han alcanzado un nivel tal que la salida de Assad se ha convertido en secundaria, agregó.

Los ataques islamistas, la pobreza y el hambre han desplazado u obligado a más de 450.000 cristianos sirios, en una comunidad que, antes de la revolución, contaba con unos 1,75 millones de personas, o 7,8 por ciento de la población. Sin embargo, a pesar del éxodo, el obispo melquita está convencido de que sobrevivirá a la comunidad cristiana.

Con la fragmentación del ejército sirio libre, el grupo sólo laicista lucha contra Assad, Yihadistas de diversos países están interviniendo y ahora controlan varias partes del país, incluyendo la provincia de Aleppo. Hasta 2012, la guerra era en gran medida política, no basada en el odio sectario. Esto dio a la minoría cristiana cierta protección contra el ejército y los rebeldes. Ahora, con el surgimiento de grupos extremistas como Jabhat al-Nusra y el estado islámico de Irak y el levante, considerado por los islamistas como los grupos más radicales en Siria, el conflicto se ha convertido en una guerra sectaria con un aumento exponencial de la violencia contra los cristianos.