Galilea: después de cien años, la primera ordenación de un sacerdote maronita

de Joan Maria Vernet Mateu, S.D.B.*

La celebración se realizó en Jish, en la Galilea superior y fue seguida por toda la ciudad. El p. Sabdy Habib fue ordenado por el obispo de Haifa. Un sacerdote salesiano cuenta a AsiaNews cómo fue la atmósfera que se respiraba: “Fue una fiesta para todos. Se podía sentir la presencia del Espíritu Santo”. Al finalizar la función, cantos, bailes y un gran banquete en el jardín de la iglesia.

Jish (AsiaNews)- El pasado 10 de octubre la ciudad de Jish celebró un evento histórico y feliz, algo que no se veía desde hace cien años: la ordenación sacerdotal de uno de sus hijos, perteneciente al rito católico maronita: el p. Sandy Habib. El servicio litúrgico solemne de la ordenación se realizó a las cuatro de la tarde, la gran iglesia parroquial estaba llena y mucha gente tuvo que permanecer afuera. Muchos sacerdotes concelebraron en la misa, presidida por el obispo maronita de Haifa, acompañado por otros dos obispos, uno de rito griego-católico y uno de rito latino.

El p. Sandy Habib completó su formación teológica en el Studium Theologicum Salesianum, en el monasterio de Ratisbona, en Jerusalén, donde la universidad pontificia salesiana tiene su campus. Fue un seminarista y estudiante excelente, y consiguió el bachillerato en teología. El p. Sandy vivió junto a los salesianos, no teniendo una comunidad diocesana cerca, formando parte de nuestra comunidad.

Jish es una floreciente ciudad en Galilea superior. Su nombre en tiempos de los romanos era “Giscala”, de aquí surgió uno de los más fanáticos y radicales organizadores de la revolución hebrea contra Roma (66-70 D.C,): Juan de Giscala. El histórico hebreo José Flavio escribió sobre su vida y sobre sus actividades en Giscala y en Jerusalén durante la revolución. Capturado por los romanos, Juan fue llevado a Roma y murió en la cárcel.

Jish tiene una larga historia de más de tres mil años, iniciada con el asentamiento de los cananeos. Su posición en la cima de una colina, la fertilidad de los campos a su alrededor y el buen clima del cual goza en gran parte del año, hacen que sea un lugar ideal para vivir para diferentes pueblos y religiones (cananeos, hebreos, cristianos, musulmanes y drusos). Jish vivió de la agricultura, especialmente de la producción de aceite, vino y fruta. Juan de Giscala era un rico mercader de aceite.

Hoy la población (tres mil personas) es de mayoría cristiana, católica maronita y griego-católica (55% y 10%), con una minoría musulmana árabe (35%). Los maronitas son los católicos que toman el nombre de san Marón, un monje sirio muerto en el año 415 D.C. Ellos están presente en Líbano y la mayor parte son de origen libanés.

Durante la misa, el coro llenó el aire de melodías y los seminaristas salesianos de Ratisbona cantaron durante la comunión. Toda la ciudad participó en el evento. Fue una fiesta para todos y muchos huéspedes llegaron para unirse a la bellísima ceremonia. Entre éstos estaban los de la comunidad salesiana de Ratisbona.

El servicio litúrgico duró dos horas, con la presentación, las intervenciones del sacerdote parroquiano y la homilía del obispo. Diversos miembros del diácono Sandy tuvieron un rol activo en la celebración como lectores y acólitos. Los padres, los hermanos y las hermanas de Sandy estaban en la primera fila a la izquierda, acompañados por el resto de la numerosa familia. A la derecha del altar se encontraban los sacerdotes y los estudiantes salesianos.

Uno podía sentir la presencia del Espíritu Santo en la larga, bella y solemne celebración. Al final de la misa la gente fue adelante para congratularse con el nuevo sacerdote. Eran escenas de cordialidad y fe. Al finalizar el servicio religioso también fuera de la iglesia el p. Sandy fue felicitado y hubo también música, cantos, y un coro a capella. La atmósfera era de alegría entre todos los presentes: niños, jóvenes y adultos. Fue una fiesta para todos.

Un refrigerio fue preparado para los presentes y las personas hicieron cola por más de una hora para saludar al p. Sandy a su familia. Al final, los invitados tuvieron una abundante cena en el gran espacio alrededor de la iglesia.

Pueda el Señor ser alabado por las gracias que descendió sobre el p. Sandy, sobre la ciudad de Jish, sobre los presentes y sobre toda la comunidad maronita.

*Sacerdote salesiano español, profesor de Escritura y Arqueología bíblica en el Studium Theologicum Salesianum de Ratisbona, Jerusalén y autor de diversos libros.