Familias católicas indonesias: En las diferencias, somos todos “uno en la Iglesia”
Yakarta (AsiaNews)- Ser invitada a la Conferencia nacional de la Iglesia católica indonesia (Sagki 2015) es “una gran bendición y estoy agradecida por haber participado en esta ocasión, en la cual todos los delegados han traído sus usos y costumbres, valores y culturas, para demostrar que, no obstante las diferencias, somos todavía una Iglesia: la Iglesia indonesia”. Lo dijo Ngantung, la única muchacha de menos de veinte años entre los delegados del congreso de la Iglesia católica que concluyó el 6 de noviembre pasado. El título del Sagki 2015 fue: “La familia católica: el Evangelio de la esperanza. Su vocación y su misión en la Iglesia y en la sociedad plural indonesia”. Casi 600 entre sacerdotes, religiosos y laicos provenientes de 37 diócesis de cada parte del país han traído sus testimonios, compartiendo preocupaciones y esperanzas.
Desde la arquidiócesis más hacia el oeste de Medan (Norte de Sumatra) hasta aquella más oriental de Merauke en Papua, todas han enviado algunos representantes al evento organizado por la Conferencia episopal (Kwi). Durante los cinco días de encuentros del Sagki 2015, a seis familias se les pidió que contasen sus propias vidas e historias. Una pareja de doctores provenientes de Makassar describió la alegría de servir a la población en una provincia del Sur Kalimatan, donde la mayoría es musulmana. “La sociedad musulmana- dice Hugo, marido de Merlinda. Siempre me ha recibido no obstante mi fe católica”.
Conny, una dentista de las Sulawesi del Sur, contó su elección de donar todos sus ahorros a la Iglesia y a sus obras educativas y de cómo esta decisión haya generado una bendición en su vida, en cuanto ha reunido a su familia, separada de hacía tiempo a causa de trabajos inconciliables. “Habíamos decidido casarnos para permanecer siempre juntos- afirma Vincent, el marido- pero apenas nos casamos, tuve que permitir a mi esposa transferirse a zonas remotas para poder ejercer su profesión de dentista.
Ari, una mujer separada con dos hijos, habló de su problemática separación de su marido, después de cuatro años de abandonos, de amenazas (a ella y a los hijos) y de tentativos de suicidio. Gracias a algunos amigos decidió separarse del marido y continuar a vivir, pero fue varias veces rechazada por la comunidad católica “porque soy una joven mujer separada”. Tuve que cambiar parroquia y fue al final acogida por la congregación católica local y ahora trabaja en la parroquia como administradora.
Toos, un piloto de aviones cristiano, después de 35 años de matrimonio con su mujer convencida musulmana, asistió a su decisión de bautizarse. “Como familia -dice- éramos felices de nuestra vida de pareja, si bien mi esposa no era católica y nuestra alegría se hizo más completa cuando ella decidió por su propia iniciativa bautizarse”.
20/10/2020 14:02