El multimillonario Adani, símbolo del capitalismo clientelar indio
Aún no está claro qué ocurrirá cuando los mercados financieros se estabilicen tras las revelaciones del informe Hindenburg Research. India podría seguir el camino de Corea del Sur, donde los principales motores económicos son los conglomerados de empresas familiares. El riesgo de llegar a una mayor erosión del Estado de Derecho. A muchos indios les preocupa si se cumplirán las promesas de nuevas infraestructuras.
Milán (AsiaNews) - Son 110.000 millones de dólares los que perdieron en bolsa las empresas del grupo Adani desde la publicación del informe Hindenburg Research, que documentó una serie de presuntos fraudes y planteó interrogantes sobre el nivel de endeudamiento del conglomerado. En menos de dos semanas, el patrimonio de Gautam Adani -que en pocos años se había convertido en el hombre más rico de Asia- también se redujo a la mitad, quedándose en 61.000 millones. Desde hace días, la oposición india liderada por el Congreso reclama una investigación, teniendo en cuenta los estrechos vínculos de Adani con el primer ministro indio, Narendra Modi, y el papel que sus empresas desempeñan en la economía india.
Adani nació en 1962 y procede de una familia de comerciantes. Al principio se dedicó a la importación y exportación de diamantes, un sector importante para el estado indio de Gujarat, de donde también procede el primer ministro, y luego se lanzó al sector de las infraestructuras a partir de los años noventa del siglo pasado. Según los comentaristas, la suya es una historia clásica de acumulación de capital que fue posible gracias a las conexiones políticas. La relación entre el empresario y Modi, cuando éste gobernaba Gujarat, se cimentó después de los pogromos contra la comunidad musulmana en 2002. Por estos hechos también culparon recientemente a Modi en un documental de la BBC, que (oficialmente, por cuestiones de derechos de autor) ahora es casi imposible de encontrar en Internet.
En aquellos años, Adani, a diferencia del resto del mundo empresarial indio, se alineó con Modi y a partir de la década de 2000 creó su propia asociación empresarial. El PIB de Gujarat eclipsó el de otros estados indios, lo que llevó a los expertos a hablar del "modelo de Gujarat" y creó la expectativa de que Modi, que llegó al poder en 2014, extendería la nueva doctrina a todo el país.
Dicho y hecho: desde 2014 hasta hoy, la riqueza de Adani ha crecido un 230% gracias a las privatizaciones implementadas por el Gobierno y a las políticas favorables a las empresas de su grupo, que ganaron muchísimos concursos de licitaciones para lo que el primer ministro denominó la "construcción de la nación".
Lo que une a los dos hombres, de hecho, no es sólo una estrecha amistad (Modi ha volado en repetidas ocasiones en aviones de Adani para acudir a sus citas políticas), sino también una visión de intenciones: ambos quieren construir una nación que pueda competir con las grandes potencias mundiales (con un ojo puesto en China, particularmente). De hecho, no es casualidad que Adani calificara el informe de Hindenburg Research como un ataque a todo el país.
De esta manera, la economía india, sumamente descentralizada, se ha volcado cada vez más hacia el capitalismo clientelar, que ahora está mostrando sus lados oscuros. Las empresas de Adani se convirtieron en líderes en sectores clave para el crecimiento económico: producción de energía, infraestructuras portuarias (para el comercio exterior) e infraestructuras aeroportuarias (para el transporte nacional). Pero, como escribe Bloomberg, las empresas de Adani impregnan todos los aspectos de la vida india: "El carbón que se extrae de las minas de Adani se envía a través de sus puertos y ferrocarriles, y luego se transporta a los hornos de sus centrales eléctricas. La electricidad que producen fluye por sus líneas de transmisión hasta las casas construidas con el cemento que produjo su grupo, donde la gente prepara la cena en cocinas alimentadas con gas de Adani y aceite de cocina de Adani. Ninguna otra persona en la historia moderna de la India ha conseguido estar presente en tantos sectores de la economía en tan poco tiempo".
El grupo de investigación Hindenburg acusa a Adani de inflar el valor de sus acciones a través de una serie de tenencias vinculadas a su familia y situadas en paraísos fiscales. Esto le ha permitido hasta ahora no sólo aumentar el patrimonio de su familia, sino sobre todo obtener los préstamos y la financiación necesarios para invertir directamente en la economía del país y realizar los proyectos que debían remodelar la nación.
En otras palabras, el crecimiento impulsado por el dominio del grupo Adani se basaba en una distorsión y un cortocircuito que ligaron las valoraciones del mercado a una relación política clientelar que favorecía esa misma superioridad en la economía nacional.
Por el momento, aunque se reembolse a los inversores, no está claro qué impacto tendrán las pérdidas financieras sufridas hasta ahora en la economía india, y especialmente en la sociedad. India podría seguir el camino de Corea del Sur, donde los principales motores económicos son grandes conglomerados empresariales de propiedad familiar (como Samsung), pero también podría seguir el camino de distorsionar cada vez más la competencia y llegar a erosionar el Estado de Derecho y hacer de India un país aún menos democrático. Quizá no sea casualidad que una de las últimas adquisiciones del Grupo Adani haya sido la cadena de televisión New Delhi TV, lo que produjo inquietud entre los defensores de la libertad de prensa y los derechos humanos.
Pero algunos analistas señalan que lo que ahora preocupa a muchos indios (que acudirán a las urnas en 2024) es si se cumplirán las promesas que se hicieron hasta ahora sobre la construcción de carreteras y aeropuertos.
22/01/2014
24/11/2021 11:27
29/04/2021 13:48