El giro hacia Oriente: nuevas rutas comerciales entre Eurasia y China

de Vladimir Rozanskij

Según datos del Banco de Desarrollo de Eurasia (Eabr), la balanza comercial de los países euroasiáticos con China aumentó un 16% en los diez primeros meses de 2023. Mientras crecen las infraestructuras para reforzar la apertura de nuevos corredores con Beijing, como la ruta ferroviaria Kazajistán-Bakhti-Ayagoz que ofrecerá un tercer gran paso desde China.

Moscú (AsiaNews) - El crecimiento del comercio hacia el Este está remodelando el paisaje económico y logístico, incluso antes que el geopolítico, en la dimensión de Eurasia, que ya no es sólo un término simbólico o ideológico, sino una nueva realidad continental en busca de definición. Según datos del Banco de Desarrollo de Eurasia (Eabr), en los diez primeros meses de 2023, la balanza comercial de los países euroasiáticos con China aumentó un 16%, hasta alcanzar los 277.000 millones de dólares.

Se refiere sobre todo a los países de la Unión Económica Euroasiática (Eaes), es decir, Rusia, Bielorrusia, Armenia, Kazajistán y Kirguistán, y principalmente a Rusia, aunque obviamente también afecta a los demás antiguos países soviéticos (Georgia, Azerbaiyán, Uzbekistán, Tayikistán y Turkmenistán) no separados por el nuevo "Muro de Dnipro" provocado por la guerra de Ucrania y las sanciones occidentales. El crecimiento de la importación-exportación se refleja sobre todo en nuevas rutas de carga y transporte, abriendo nuevas rutas y ampliando las existentes para compensar las que se han detenido o debilitado.

En ruso, esta transformación también se denomina perestrojka maršrutov, la "reestructuración de los corredores", que está en sus comienzos: las iniciativas relativas a la logística son cada vez más numerosas y variadas, las inversiones se acumulan en las rutas de tránsito de mercancías, incluso antes de que se difundan a los mercados transnacionales. La condición más favorable parece ser la de Kazajistán, país relativamente poco poblado pero rico en recursos naturales, sobre todo gracias a su inmenso territorio que cubre todas las rutas de los distintos polos euroasiáticos.

La Eabr ha publicado un informe sobre este tema titulado "Las infraestructuras de Eurasia: tendencias a corto y largo plazo", del que se desprenden las cifras de aumento de los intercambios, que en 2023 superarán en más de 50.000 millones de dólares a las del año anterior.

El giro más impresionante es sin duda el de Rusia, que ha visto cómo se le cerraban las puertas de los mercados europeos y, en consecuencia, se desbordaban hacia China. Según la oficina de aduanas china, el comercio entre Moscú y Beijing aumentó un 26%, hasta 240.000 millones de dólares, frente a los 190.000 millones de 2022.

Las cargas del comercio exterior ruso pasan por el "polígono oriental", que conecta las principales rutas ferroviarias del ferrocarril transiberiano y la línea Bajkal-Amur (Bam), activando también cada vez más los puertos rusos de las costas del extremo oriental, que también necesitan conexiones ferroviarias cada vez más amplias y eficaces. En varios lugares, es necesario abrir tránsitos terrestres para conectar más fácilmente las instalaciones portuarias, con un proceso de modernización de toda la zona y sus servicios, con la perspectiva de alcanzar el nivel deseado en 2035, según los planes actuales, tal y como afirma un informe del periódico ruso Kommersant.

El año 2024 se perfila como crucial para el inicio efectivo de esta perestroika euroasiática, tras dos años de guerra en Ucrania que desestabilizaron por completo el marco no sólo político, sino también económico y comercial. Uno de los proyectos más ambiciosos que arrancará a finales de 2023 es la construcción de la línea ferroviaria Kazajistán-Bakhti-Ayagoz, en la que está prevista una inversión de más de 500 millones de dólares y que abrirá un tercer gran paso desde China, permitiendo un aumento del tránsito de 20 millones de toneladas.

El "giro hacia el Este" proclamado por Rusia debe conseguir cubrir a su debido tiempo las rutas, especialmente la de Eurasia Central y la transcaspiana, que parecen concernir más bien a los países de Asia Central y del sur del Cáucaso. En cualquier caso, todas las rutas parten y regresan de China, y luego implican a otros grandes actores del juego internacional de partidos, como India, Irán, Turquía, Pakistán, y también a los "antagonistas" europeos y estadounidenses, que, al tener que distanciarse de Rusia, se sienten a su vez atraídos por los destinos más accesibles de Asia.