El Partido agradece a los misioneros protestantes que salvaron a los chinos en la masacre de Nanjing

El partido comunista reconoce el rol de los misioneros protestantes durante la masacre de 1937. Durante las semanas de horrores realizados por el ejército japonés, los cristianos salvaron a miles de personas en las zonas de seguridad nacional organizadas por los occidentales. Xi Jinping: “Cuanto hecho por los misioneros por la ciudad fue públicamente reconocido por China comunista”.

Nanjing (AsiaNews/China Christian Daily) – El China Christian Daily, publicación protestante, ofrece hoy este interesante artículo sobre la contribución de los misioneros extranjeros en el salvar las vidas de los chinos durante la masacre de Nanjing (1937) realizado por las tropas japonesas que habían invadido China. Hace tiempo, AsiaNews había publicado otro artículo en el cual se elogiaba el compromiso de los misioneros extranjeros durante la “masacre de Zhengding”, sucedido pocos meses antes.

Desde hace al menos 3 años, el presidente Xi Jinping predica que si las religiones no se “sinicizan”, no hay lugar para ellas en China. Todo esto está llevando-sobre todo a las comunidades protestantes y católicos oficiales- a desarrollar un trabajo de inculturación, de mediación entre cultura china y teología, como también iniciar investigaciones históricas. Lamentablemente, este estudio de la historia parece siempre detenerse en el período de la guerra con Japón, sin abrir jamás investigaciones sobre el período maoísta, de la Revolución Cultural o períodos más recientes. Nos parece que se quiera “sinizar” mostrándose amigos de China y enemigos de Japón. En concreto: más de una verdadera y propia investigación sobre la verdad histórica, un intento que arriesga der ideológico, acariciando sólo vientos de nacionalismo.

De todos modos, permanece importante cuanto dice la autora del artículo, que presentamos aquí con nuestra traducción: los misioneros “no sólo han llevado el Evangelio a los chinos, sino que han dado también una contribución significativa a la educación, a la modernización, a la medicina y a la salud, a la música, a la cultura y a la traducción”. Esperemos que se hagan siempre más estudios históricos para demostrarlo.

Nanjing es una ciudad que fue capital de 6 dinastías, vivió varias revueltas, carestías y masacres entre una dinastía y la otra. Pero, la masacre de 1937 no tiene precedentes.

Una amiga mía y yo, hemos visitado la famosa sala del Memorial de la masacre de Nanjing. Mi amiga atea me preguntó: “Si Dios existe del cual continúas hablando, ¿dónde estaba Él durante el desastre?”.

No sabía cómo responderle. Continuamos nuestra visita. Llegamos a la sección de la zona de seguridad de Nanjing creada por hombres de negocios y misioneros han arriesgado la vida para salvar más de 250 mil personas residentes en Nanjing. Respondí: “Dios está aquí”.

Desde el 13 de diciembre de 1937, una de las cuatro grandes “hornos” de China, tuvo que enfrentar un abismo de sufrimiento en un clima gélido: un desastre que durará por más de un mes. En aquel tiempo, el ejército japonés masacró a más de 300 mil civiles desarmados.

Inmediatamente mi amiga se quedó en silencio y pensando por mucho tiempo.

Contribuciones de los misioneros occidentales

Hemos visto las estatuas de John Rabe, un hombre de negocios y de Minnie Vautrin, una misionera americana, que se encuentran en el hall. Después de la muerte de Minnie Vautrin, que se ofreció como voluntaria para proveer a los campos prófugos en el Ginling women's college, sus amigos descubrieron que detrás de una almohada tenía una foto de un huérfano que buscaba asilo en el Ginling college, donde ella fue presidente por dos períodos.

En los últimos días, Vautrin dijo a sus amigos que habría deseado renacer y que habría querido servir al pueblo chino porque China era su “casa”. Aclamada por los chinos como un “Buda viviente”, registró una vida cotidiana durante los días del horror en Nanjing en su libro “Minnie Vautrin Diary”, que ha inspirado a Yan Geling, el autor de la novela “The Flowers of War”.

La novela fue adaptada para una película por Zhang Yimou, uno de los más famosos cineastas chinos. La película narra sobre 13 mujeres valientes que substituyeron a unas estudiantes del sr torturadas sexualmente por las brutales tropas japoneses. La estrella de Hollywood, Christian Bale recita la parte de un cura occidental que esconde a un grupo de mujeres en una iglesia de Nanjing para escapar de las garras del ejército japonés.

La película suscitó entre los chinos el deseo de conocer la verdadera historia del misionero americano.

Sus contribuciones

Inmediatamente, los principales medios chinos han buscado en la investigación de la verdadera historia de este misionero. La revista National Humanity History, de propiedad del más importante cotidiano chino el “Cotidiano del pueblo”, sacó a la luz la historia de 24 extranjeros que se quedaron en Nanjing no obstante el peligro, para salvar a 250 mil ciudadanos chinos.

Según Culture China, página web de China.org.cn, un sitio autorizado por el gobierno, “John Magee era un misionero americano. Cuando sucedió la masacre de Nanjing, Magee, el presidente de la Cruz Roja internacional de Comité de Nanjing y un miembro del comité de la zona de seguridad de la ciudad fundó un hospital para refugiados y soldados heridos y se unió al salvataje de más de 200 mil chinos de la masacre”.

“Además, con una videocámara de 16 mm, filmó las atrocidades del ejército japonés: cuatro series de tomas, que dura un total de 105 minutos, fueron las únicas imágenes en movimiento hasta ahora conservadas después de la masacre y se convirtieron en la mejor prueba de los crímenes japoneses en el Tribunal para los crímenes de guerra de Tokio”.

El nieto del misionero, Chris Magee, fotógrafo profesional, aceptó la entrevista de la agencia oficial china Xinhua, el 13 de diciembre de 2017, la tercera edición del Día de la Memoria por las víctimas de la masacre de Nanjing.

“Recordamos estos nombre: George Ashmore Fitch, durante la guerra era l vice secretario general del Comité para la zona de seguridad internacional. Él testimonió sobre las atrocidades del ejército japonés en la masacre de Nanjing en Guangzhou y en los EUU. Además mostró documentales relevantes y después de la Segunda guerra mundial fue testigo en el proceso de Tokio contra los criminales de guerra japoneses”.

La lista incluía también a Ernest H. Forster, un pastor evangélico de la Iglesia de S. Pablo en Nanjing, ligado a la Iglesia Episcopal de los EEUU, el secretario del Comité de socorro internacional de Nanjing y Wilson Plumer Mills, un pastor americano que cubrió el cargo de presidente del Relief Committee.

En el 70° aniversario de la masacre, el 13 de diciembre de 2007, el Drum Tower hospital de Nanjing anunció otra nueva prueba de la masacre de masa-el diario de Grace Bauer. El cuaderno del médico misionero narra su experiencia en un hospital como “Ma Lin Hospital”.

Xinhua reveló que el hospital era uno de los primeros hospitales occidentales de China, “un hospital cristiano” fundado por el misionero canadiense Dr. William Edward Macklin, conocido como “Ma Lin Hospital”.

Un documental en diez partes que tiene por título: “La masacre de Nanjing con los ojos de los extranjeros” fue transmitido en “Exploraciones” de la Cctv, emitente televisiva de Estado y Jiangsu Television. Fue el primer trabajo como testimonio, experimentar y explorar la masacre desde el punto de vista de los extranjeros, introduciendo la contribución de personas como John Rabe, Bernhard Arp Sindberg y Robert Wilson y tres misioneros: Minnie Vautrin, John Magee, y Miner Searle Bates.

Antes de segundo Día de la Memoria por las víctimas de la masacre de Nanjing en 2016, fue transmitido en Shanghai un documental de 3 episodios. Las imágenes de los misioneros americanos que testificaron en el tribunal fueron vistas por primera vez en China.

En la conmemoración estatal de la masacre de Nanjing, el presidente chino Xi Jinping dijo: “Los amigos extranjeros arriesgaron sus vidas para proteger a la gente de Nanjing n varios modos y han grabado las brutalidades de los invasores japoneses. Jhon Rabe de Alemania, Miner Searle Bates de Dinamarca y John Magee por los Estados Unidos: los chinos no olvidarán jamás su espíritu humanitario y sus acciones valientes”.

Esto demuestra que todo lo hecho por la ciudad fue públicamente reconocido por China comunista.

El 12 de diciembre de 2016, Li Qiang, secretario del partido de Jiangsu, consignó la medalla conmemorativa de la paz de Zijin Grass a 6 extranjeros: Richard Freeman Brady, John Rabe, George Ashmore Fitch, Robert Wilson, doctor Clifford Trimmer y a George Rosen.

Desde 1807, después que el primer misionero protestante Robert Morrison entró en China, decenas de miles de misioneros entraron al país. No sólo han traído el Evangelio a los chinos, sino que han contribuido significativamente enla educación, en la modernización, en la medicina y en la salud, en la música, en la cultura y en la traducción, China poco a poco reconoce sus contribuciones.

El monumento erigido frente al Memorial de la masacre de Nanjing es una cruz. Una sorpresa para muchas personas, porque no es una lápida china tradicional. A la pregunta si la cruz esté en relación con la religión, Zhu Chengshan, el curador del Memorial, dijo que sí. “El monumento contiene un elemento cristiano, proyectado por el académico Qi kang de un instituto de investigación arquitectónica de Nanjing. Fueron grabadas las fechas-seis semanas- de la masacre en la parte superior de modo que los extranjeros como los chinos puedan entenderlo”.

La cruz puede ser un testimonio para los misioneros extranjeros.